Compay Segundo incursiona en la dramaturgia con Se secó el arroyito

Ť A sus 94 años, el cantante dice que si la inspiración le da, puede que siga escribiendo
Ť Es una historia campesina y universal; la lucha entre el amor y el interés, en la que éste gana

GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL

La Habana, 30 de octubre. Compay Segundo rechaza cualquier insinuación de desgaste o cansancio. Con su sombrero de ala ancha, un impecable traje café oscuro y paso firme, hoy anunció a la prensa que a sus casi 94 años inicia su carrera de escritor, más precisamente de dramaturgo, con el estreno de su primera y hasta ahora única obra, Se secó el arroyito, que el Teatro Nacional de Cuba pondrá con todos los honores, y todos los recursos, el próximo 16 de noviembre.

"Ahora que estuve en México (hace dos semanas) me hicieron un test mental", dice Máximo Francisco Repilado Muñoz, como desafiando a los reporteros para que no intenten sembrar dudas sobre la lucidez de este antiguo forjador de tabaco del oriente cubano. "Les dije que yo me acordaba de la Primera Guerra Mundial." Y Compay convierte la conferencia de prensa en un fugaz recital, entonando una canción popular que elogia a la alianza antigermánica, y que según él cantaban los tabaqueros de la época en Santiago de Cuba.

Sigue disparando anécdotas. Cuenta que el año pasado fue a visitar al Papa Juan Pablo II, quien preguntó por la edad de Repilado. Le dijeron que tenía 93 años. "No lo vayan a pasar por la escalera, me lo traen en elevador", dice Compay que dijo el pontífice.

Relata que le tocó la audiencia el Día Internacional de los Enfermos: "Aquello estaba lleno de sillas de ruedas, de lisiados, y yo iba por ahí, caminando". El jefe de la Iglesia católica dijo sentirse alegre de que un cubano fuera a saludarlo. Y el trovador, con esa su voz cavernosa, recuerda textualmente su respuesta en los salones del Vaticano: "No podía ser de otra manera, porque usted es el corazón de la humanidad..."

"Eeeechale...", dice Compay, celebrándose su frase, su visita al Papa, su memoria y quizá, sobre todo, su gusto por la vida.

El estreno de la obra será el día de su cumpleaños. Dice que si la inspiración le da, puede que siga escribiendo.

Guajira convertida en obra de teatro

Se secó el arroyito era originalmente una guajira, que Compay dice haber convertido en obra de teatro, así nada más: "Me dediqué a seguir la secuencia". Es una historia campesina y universal: un padre quiere para su hija un esposo trabajador, pero la madre prefiere un pretendiente con dinero. La lucha del amor contra el interés. En la obra "pudo más el interés que el amor que le tenía".

El director general de la puesta en escena, Ulises Salazar, dijo que en la dramaturgia Compay es un artista naif, "con una visión bondadosa y optimista de la vida".

Aunque aún sin fecha, está prevista una gira de la obra por México y otros países de América Latina. El montaje tiene un respaldo sonoro y se acompaña con una orquesta de 30 elementos en el foso, con dotación de cuerdas, metales y percusiones, incluso tambores batá (un juego de tres pares de cueros que se sostienen en forma horizontal y se percuten de lado, típico del folclor cubano).