miercoles Ť 31 Ť octubre Ť 2001
Arnoldo Kraus
Responsabilidad moral
Vicente Fox, Martha Sahagún y su gabinete no sólo tienen la mala suerte de heredar todos los destrozos que a su paso dejó el Partido Revolucionario Institucional. Tienen, también, un aliado soterrado, producto, asimismo, de las insanas políticas de los gobiernos previos: una nación plagada por los sinsabores de la pobreza y del silencio por la falta de educación. Son más los connacionales cuya dificultad para sobrevivir cada día es suficiente amenaza, que aquellos que cuentan con las proteínas y la voz adecuadas para alarmarse con los vaivenes de este gobierno, para sobresaltarse con el homicidio de Digna Ochoa o con el encarcelamiento de los ecologistas guerrerenses Rodolfo Montiel y Teodoro Cabrera.
El artero crimen contra Ochoa ha generado suspicacia en no pocos países y en las principales organizaciones no gubernamentales encargadas de velar por los derechos humanos. A su vez, los ecologistas se han hecho acreedores a diversos reconocimientos internacionales. Es evidente que sólo nuestros gobernantes son cíclopes: fuera del país se nos observa con dos ojos. Qué duro golpe para la imagen šHola!, Quién y Vanidades de nuestro Presidente y allegados el juicio moral proveniente del extranjero. Qué cruento revés que una activista mexicana "conocida y elogiada en todo el mundo por su dedicación" haya sido asesinada. Y no sólo asesinada: baleada a pesar de que el gobierno había sido advertido. La mezcla del crimen contra la defensora de los derechos humanos, el silencio del gobierno ante el asunto de los ecologistas encarcelados, el enmohecimiento de los acuerdos de San Andrés, entre otros, son continuo y construcción de la filosofía de la impunidad, cuya vieja presencia, sigue siendo azogue cotidiano para la sociedad mexicana.
En los léxicos que se ocupan de la democracia, tan en boga en la política contemporánea, Ƒcómo encontrarle acomodo a la palabra impunidad? ƑCómo compaginar en nuestra conciencia, en este México, el cual es exhibido en el extranjero por nuestro Presidente como un México ajeno a la realidad, con la muerte de Digna Ochoa y el injusto encarcelamiento de Montiel y Cabrera? ƑEs posible explicar a los pobres y a los sin voz esas dicotomías? La responsabilidad común, en una nación como la nuestra, en donde los extremos socioeconómicos son impensables, sería idónea, pero imposible por ahora. Lo mismo sucede con la idea de la conciencia colectiva. Las dismetrías, producto de la pobreza y de la falta de educación, han cobrado su factura: para muchos sobrevivir es ya suficiente reto. Esos escenarios, el de la conciencia colectiva y la responsabilidad común, son inimaginables en el presente mexicano. De ahí que sea en la responsabilidad moral, la del individuo, donde debería recaer el peso de la respuesta. ƑQué quiere decir Montesquieu cuando afirma: "soy hombre gracias a la naturaleza; soy francés gracias a una casualidad"?
En el México contemporáneo esa sentencia implica que no debe permitirse que la ética sea vencida por el presente, ni mucho menos derrotada ante nuestros ojos como ha sido en el pasado. Exige apelar a esa responsabilidad moral e implica recurrir a la condición humana como fundamento ético.
Si acaso el gobierno puede "lavarse las manos" del caso de Digna Ochoa por carecer de elementos suficientes, Ƒpuede hacer lo mismo con "un caso vivo" como el de los ecologistas de Guerrero? La responsabilidad moral nunca ha sido el mayor atributo de nuestros políticos. A partir de esa realidad, fomentar las defensas y virtudes éticas en la sociedad podría servir para contrarrestar el silencio de nuestras autoridades y la impunidad con la que se sepultan en México no pocos asuntos. La identidad y la responsabilidad moral podrían aligerar parte de esas actitudes. De hecho, el fortalecimiento de estas virtudes es una de las mejores formas de oponerse al ejercicio sin coto del poder.
En nuestros tiempos, en los tiempos de la nueva política mexicana, las leyes morales siguen perdiendo peso y vigencia. La responsabilidad moral -Ƒquién soy yo?-, la identidad ética -Ƒqué debo hacer, qué no debo permitir?-, la conciencia colectiva -Ƒcuáles son mis obligaciones hacia los otros?-, el contexto actual -Ƒcómo decir no ante el asesinato de Ochoa?, Ƒcómo recaudar fondos para que Elton John toque a favor de Montiel y Cabrera?- y la pervivencia de la impunidad -Ƒpodemos permitir que se siga hablando de democracia ante los hechos comentados?- son elementos suficientes para exigirnos y exigirle al gobierno respuestas precisas.