MARTES Ť 30 Ť OCTUBRE Ť 2001
CIUDAD PERDIDA
Miguel Angel Velázquez
Ť Reforma política del DF
Ť Firme, la iniciativa
LA NOCHE de ayer se efectuó, por decirlo de alguna manera, la última reunión entre perredistas para afinar la redacción de lo que será la iniciativa de ley que podría hacer del Distrito Federal una entidad autónoma, que seguramente se firmará el martes próximo en la Asamblea Legislativa.
Aun ayer quedaban puntos por resolver, aunque parece que no serán de gran dificultad. No se tiene acuerdo sobre el número de magistrados que deberán integrar el Tribunal Electoral del DF y no está decidido si se otorgará registro a los partidos locales, pero hoy se habrá de formar la comisión redactora de la exposición de motivos para las reformas al artículo 122 constitucional.
LAS PROPUESTAS que tendrán que pasar la prueba de la Cámara de Diputados dan a la ciudad de México el carácter de entidad autónoma, es decir, con facultades para gobernarse sin la tutela que hasta ahora le había asignado una ley desigual que la mantenía en circunstancias desfavorables frente a otros estados de la República.
SI BIEN la capital no se convertirá en el Estado 32, que tantas negociaciones trabó en todos los ámbitos políticos del país, sí contará con los derechos necesarios para lograr una gobernabilidad plena.
UNO DE los puntos que desató mayor discusión fue el del nombramiento del secretario de Seguridad Pública, hasta ahora en manos del Presidente de la República, y que ahora, según las reformas al artículo 122 constitucional, será el jefe de Gobierno quien lo designe, con el acuerdo del Ejecutivo federal.
DE LA misma forma, la capacidad de endeudamiento de la ciudad, que correspondía autorizarla a la Cámara de Diputados, recaerá, de ser aprobada la reforma, en la Asamblea Legislativa.
Y UNO de los puntos más importantes que se trataron, hasta donde se sabe, es la facultad que se daba al Senado para remover al jefe de Gobierno. Si bien esa atribución no le será cancelada, hay cambios sustanciales.
PARA DESTITUIR al jefe de Gobierno deberán estar de acuerdo cuando menos dos terceras partes de los miembros del Senado, es decir, la sanción deberá llevarse al pleno del órgano legislativo y no lo podrá hacer la Comisión Permanente, como estipula la ley vigente.
ESTOS CAMBIOS, que para muchos podrían ser menores, serán desde el momento en que lo apruebe la Cámara de Diputados la espina dorsal del gobierno de la ciudad, que ya no podrá echar culpas a nadie y deberá asumir desde su jefatura el riesgo de gobernar sin pretextos.
Tal para cual
IGUALITITO QUE Vicente Fox, Andrés Manuel López Obrador sigue empecinado en mantener en su equipo de trabajo los suficientes lastres como para hundirse en el desprestigio y la impopularidad. Aunque a decir verdad Fox cuando menos no se ha declarado ni honesto ni valiente.
SABIDO ES que no sólo el que usa los dineros del pueblo para su beneficio es deshonesto. También aquellos que no saben usarlos y detentan una responsabilidad en el gobierno incurren en falta.
HASTA AHORA, en cualquier parte del gobierno de la ciudad se comenta la incapacidad manifiesta de la señora Ana Lilia Zepeda, directora de Comunicación Social de López Obrador.
LO QUE no se sabía es hasta dónde podría llegar tal inconveniente. En esa oficina existe otra señora de nombre Beatriz Gutiérrez, quien es la directora de Difusión del GDF, pero nadie sabe de dónde salió ni de qué méritos goza para manejar el presupuesto para difusión de la obra gubernamental.
POCO O nada conoce la señora del ámbito periodístico; poco o nada sabe del tamaño de los tiros en cada periódico; poco o nada sabe de número de lectores; poco o nada sabe del negocio y eso, que me perdonen los puros del gobierno capitalino, también es deshonestidad.
EL UNICO dato en el que coinciden varios funcionarios respecto de Beatriz Gutiérrez es que la señora fue impuesta por el secretario particular del jefe de Gobierno, René Bejarano, y con esa divisa la señora goza de impunidad. Así que a aguantar. Allá ellos.
PERO EL jefe de Gobierno y ellos tendrán que dar cuenta en su momento de cómo y en qué se gasta el dinero de los habitantes de esta desesperanzada ciudad de México.
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