Ť Inauguran hoy la muestra Entre andamios y muros... en el Museo Mural del artista
La obra de Rivera, inconcebible sin la influencia de sus ayudantes
Ť Recuperan 42 nombres, entre conocidos y olvidados, pero no se consiguió trabajo de todos
Ť Carlos Mérida, Jean Charlot y Pablo O'Higgins figuraron entre sus colaboradores
MERRY MAC MASTERS
Detrás de un gran muralista hay un sinnúmero de ayudantes. De todos es conocido el talento plástico de Diego Rivera. Gracias también a su gran capacidad de trabajo es que realizó una vasta producción muralística. Pero ''no hay duda de que una obra de esas características y más en esas cantidades se debe también a que hubo una gran cantidad de personas que colaboraron con él desde su primer mural, La creación (1922-23), hasta los últimos'' en los años cincuenta, señala Américo Sánchez, director del Museo Mural Diego Rivera.
Ese hecho es el eje de la muestra Entre andamios y muros: ayudantes de Diego Rivera en su obra mural que hoy será abierta a las 20 horas, en el recinto de Balderas y Colón, Centro Histórico. Se trata de la primera fase de un proyecto que incluye mostrar la obra de los ayudantes que el artista guanajuatense tuvo en Estados Unidos, donde pintó en San Francisco, Detroit y Nueva York.
El overol del ''escándalo''
Para la exposición, se rastrearon 42 nombres, algunos muy conocidos, otros olvidados o que no trascendieron. No fue posible obtener trabajo de todos. Respecto de los primeros ayudantes fue difícil conseguir obra. Incluso ''hubo algunos que no se pudo ni siguiera contactar, ni sabemos si viven o no'', apunta Nadia Ugalde, coinvestigadora de Entre andamios y muros... junto con Eduardo Espinosa Campos. La también subdirectora del Museo del Mural continúa: ''Hubo quienes después de que participaron como ayudantes se desligaron de la pintura''.
¿Quiénes son esos ayudantes? Entre los primeros están Xavier Guerrero, Amado de la Cueva, Carlos Mérida y Jean Charlot. Siguieron Máximo Pacheco y Pablo O'Higgins. En la Secretaría de Salubridad (1929-1930), donde ''se conjugaron la escultura, la pintura mural y las artes del vitral y de herrería'', Rivera contó con la ayuda técnica de Enrique Villaseñor. Para los frescos de Palacio Nacional (1929, 1934 y 1935) colaboraron la estadunidense Ione Robinson, de 19 años, cuyos overoles ocasionaron escándalo, y Ramón Alva Guadarrama. En una segunda etapa de Palacio Nacional (1942, 1945, 1950 y 1951), sus ayudantes fueron Fermín González Chávez; el guatemalteco Antonio Franco, Diego Rosales, Fanny Rabel, Pedro Serrano y Marco Antonio Borregui.
Lejos de la homogeneidad
Aparte de González Chávez, Armando López Carmona y Andrés Sánchez Flores laboraron en el par de murales del Instituto Nacional de Cardiología (1943-44). En la construcción del Anahuacalli (1944-57), Rivera contó con la asesoría arquitectónica de Juan O'Gorman. Allí también se hizo ayudar de Arturo Estrada, Arturo García Bustos y Guillermo Monroy, estudiantes de La Esmeralda y alumnos de Frida Kahlo. También colaboraron López Carmona y Jorge Best Berganzo. La primera colaboración de Rina Lazo con el maestro fue en Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central (1947), para el destruido hotel del Prado.
La muestra toma en cuenta a muchos otros y, de acuerdo con el director del Museo Mural, puede parecer ''disímbola'' para algunos. Antes que buscar homogeneidad, se quiso mostrar qué hacían más allá de la calidad o el estilo. Además de ver la influencia que muchos recibieron de Rivera, se podrá apreciar por qué algunos tuvieron una presencia más destacada en la plástica mexicana.
No es la primera vez que se hace una muestra de los ayudantes de Rivera, pero ésta se perfila como la más completa.