Ť El acto, cónclave de militantes convencidos de la ayuda
Vamos México, un llamado a curar las "terribles heridas que deja la pobreza"
ROSA ELVIRA VARGAS
En la presentación de la fundación Vamos México el universo susceptible de atención es, al mismo tiempo, la escenografía: los niños pobres, los drogadictos infantiles, los indígenas, los desvalidos, las mujeres que sufren... en fin, la miseria y el desamparo se muestran en los biombos instalados en los jardines del Polyforum Cultural Siqueiros; aparecen en trípticos y cuadernillos de fino papel, y un video los muestra hasta la saciedad como la imagen "de las terribles heridas que representa la pobreza".
Es la filantropía revisada desde la Presidencia de la República. Su promotora, Martha Sahagún, habla del "rompecabezas social que se llama México" y convoca a su cruzada a los que, como ella, hablan siempre de "la tragedia de la pobreza", pero nunca indagan en sus orígenes, en sus causas.
Y justamente porque de lo que se trata es de que 100 millones de piezas -México, entiéndase- se ensamblen y contribuyan al "complejo rompecabezas que debemos resolver", la metáfora no basta y cada uno de los representantes de las instituciones de asistencia privada que suben al estrado coloca una pieza del mural fotográfico de Vamos México en una gran mampara.
Para dejar en su lugar la última porción acude la propia Martha Sahagún, acompañada de decenas de espontáneos, en lo que constituirá el momento culminante de una ceremonia donde la emoción de la anfitriona era palpable porque "no quiero asumir un protagonismo estéril, sino un compromiso real de trabajo que establezco de cara a México, ante ustedes y ante mí misma".
Testigo silencioso, sonriente y complacido que certifica cada acción de ella, el presidente Vicente Fox vive un momento feliz. Se le refleja en la mirada hacia Martha, en la forma en que saluda a los que se acercan, en la atención que pone a los discursos, en la manera en que asiente a los comentarios de su esposa.
Y es que los aquí reunidos, militantes convencidos de la ayuda, atienden la convocatoria de una nueva agrupación que se sumará a las cerca de mil 700 instituciones de asistencia privada que tienen registro, pero que, por si fuera poco, es organizada y presidida por la esposa del jefe del Ejecutivo federal. Y por eso prácticamente nadie de ese mundo de la filantropía acusa inasistencia.
En cambio, si se atiende a las expectativas fomentadas por los voceros de la organización y a los rubros en que se clasificaba a los asistentes en las mesas de registro, es claro que en algunos casos pudo haber contraorden al gabinete, puesto que sólo estuvieron Rodolfo Elizondo, coordinador de la Presidencia para la Alianza Ciudadana; Roberto Tapia, subsecretario de Salud, y Víctor Flores, de la oficina para la atención de personas con discapacidad.
En otras, la omisión habría sido deliberada a secas, pues sólo apareció el gobernador de Campeche, José Antonio González Curi. Y de intelectuales, ninguno.
Para los acostumbrados a ubicar la presencia política resultaba frustrante no reconocer a esos señores y señoras que, luego se vería, casi todos tienen una organización -en muchos casos muy antiguas- que se ocupa de los adultos con más de 60 años, de las personas en riesgo de perder la vista, de la dignidad de las mujeres, de los niños maltratados, de los indígenas tarahumaras, de...
Alguien identificaría casi de inmediato y en primera fila a Verónica de la Concha, hermana de la primera esposa del presidente Vicente Fox. Y trasciende la razón, la señora se dedica también a la caridad.
La pareja Fox llega, permanece y se despide en medio de ovaciones. Nadie regatea simpatía a las causas nobles, y aquí están las damas vicentinas, la fundación Luz Savignón, Sólo por Ayudar o Ministerios de Amor.
Damas elegantes, sobrios caballeros, jóvenes solidarios, monjas gregarias, mariachis bien plantados y también algunos comunicadores de eso que llaman el mundo del espectáculo y directivos y conductores de medios informativos.
A Vamos México nada la falta en términos organizativos para obtener sus fines. De la misma manera que operó la estructura de Los Pinos en la cena show del domingo 21, esta vez también hubo profusión de elementos del Estado Mayor Presidencial, pero también muchos civiles, a cargo del registro, traslado y ubicación de los invitados, que sumaron más de mil.
Día redondo pues, el de ayer, en el que la agenda presidencial no contempló otra actividad pública que la presentación de Vamos México, quizá para que nada desviara la atención de una ceremonia rubricada, cómo no, por una sentida canción que, adivinó, lleva por título Vamos México.
Compuesta por Alexis Sandoval, quien ya hizo una letra también para cantarse en la campaña de Vicente Fox, la melodía fue interpretada por un coro de muchachos fresones llamado Conceptos, y seguida en el ritmo por las palmas de casi todos los conmovidos asistentes.
Cada verso inicia, adivinó de nuevo, con Vamos México, y derrocha amor, porque sólo así, dice el inspirado Alexis, se cambiará la vida y se creará el futuro que se quiere para todos.
"Vamos México/por nuestras niñas y niños/Vamos México/por un futuro lleno de luz/Vamos México/sin ti no estamos completos/Vamos México/juntos es más fácil llegar.'. Esta es sólo una de las estrofas.