Ť El obispo de Saltillo ofició una misa en la Basílica en memoria de la abogada
La muerte de Digna y la ley indígena, dos reveses al cambio anunciado: Vera
Ť Un signo de que los poderes son libres para gobernar será que no dejen impune el crimen, dice
JOSE ANTONIO ROMAN
El asesinato de Digna Ochoa y la no aceptación de una ley indígena, tal como la pidió este sector de la población, son dos ''reveses que hemos sufrido'' quienes creímos en el inicio de un cambio para México en las votaciones del 2 de julio del año pasado, afirmó el obispo Raúl Vera López, durante la misa en memoria de la defensora de la derechos humanos.
Desde el altar de la Basílica de Guadalupe, y tras recordar la visita que el presidente Vicente Fox hiciera a este mismo recinto al inicio de su gobierno, el prelado pidió la intercesión de la Virgen para que ni el titular del Ejecutivo ni los otros dos poderes de la Unión se vean condicionados por quienes, movidos por sus ambiciones, siguen frenando el progreso de todos los mexicanos. ''Un signo de que son libres para gobernar una nación libre será el que no dejen impune este crimen.''
Ante una veintena de sacerdotes y religiosos que concelebraron la misa, y ante cientos de personas que llegaron al recinto mariano luego de una peregrinación desde la ex glorieta de Peralvillo, Vera López dijo que estos dos ''reveses'' son signos elocuentes del ''ostracismo'' en que viven todavía quienes piensan que el mundo es sólo de ellos, y que pueden seguir dominándolo valiéndose de todos los medios que tengan a su alcance, por deshonestos que sean.
Durante su homilía, el también obispo de la diócesis de Saltillo dijo que sabedores de que la sociedad se construye entre todos, los ahí presentes estaban en ese lugar no sólo para recordar a Digna Ochoa, sino también para ''atajar la oleada de amenazas'' a los defensores de derechos humanos que se han dado junto con este crimen, que no son otra cosa que amenazas contra la paz y la reconciliación en México.
Posible regresión autoritaria
Luego, en conferencia de prensa que ofreció junto con el obispo vocal de la Comisión Episcopal de Pastoral Social (CEPS), Juan Guillermo López, se leyó un comunicado de dicha comisión, en el que los obispos mexicanos alertan de los riesgos de una ''regresión autoritaria'' en los distintos ámbitos de la sociedad, pese a los cambios democráticos de los últimos años.
Asimismo se reitera la demanda episcopal de que las investigaciones pronto arrojen resultados satisfactorios, con el afán de fortalecer las instituciones democráticas del país. ''Es por eso que demandamos de las autoridades encargadas de la procuración de justicia el que se esclarezca este cobarde asesinato, que se llegue a la detención y al castigo de los culpables'', señala el comunicado leído por José Antonio Sandoval, secretario ejecutivo de la CEPS.
En la misa, el obispo Vera recordó el valeroso trabajo de Digna, en el que desde la defensoría y promoción de los derechos humanos se opuso tenazmente a la injusticia, al mal, a la soberbia y al orgullo humano, origen de tantas atrocidades y vejaciones contra la dignidad humana. ''Personas justas como Digna nos hacen bien con su vida y también con su muerte'', dijo el obispo, tras señalar que Jesús no dejará de cumplir en ella la promesa de ''bienaventurados los perseguidos por la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos''.
El religioso subrayó que ante la defensa de la dignidad de la persona, la única respuesta válida y razonable es la restauración de la justicia por medio de la restitución de los derechos sustraídos o violados.
''Cuando no se está dispues-to a realizar esto, la respues- ta que resta es la brutalidad y la irracionalidad, que encuentran su máxima expresión en la intimidación a quien defiende la justicia; primero por medio de la amenaza de muerte, después con el secuestro y la tortura y, finalmente, si no logran sus pretensiones de disuasión, se ejecuta la muerte''.
El prelado también señaló que en el Evangelio se encuentra también una respuesta clara a las razones por las que Dig- na Ochoa no cedió ante las amenazas y las intimidaciones: su convicción de que sólo en el respeto a los derechos de las personas y de los pueblos se encuentra el fundamento de una convivencia humana verdadera la llevó a aceptar en lo más profundo de su corazón la posibilidad de morir, antes que ceder y abrir paso al absurdo de los métodos abusivos e irracionales en las relaciones sociales, y a las prácticas corruptas de algunos de los que forman parte de las insti-tuciones que deberían velar por la justicia y el derecho entre nosotros.
A la misa en el recinto gua-dalupano, que fue concelebra-da por varios obispos y una veintena de sacerdotes y religiosos ?muchos vinculados también al trabajo de la defensa de los derechos humanos?, asistió también el obispo emérito de San Cristóbal de las Casas, Chiapse conformó con participar en la celebración religiosa desde las filas de los feligreses.