La desnutrición es un problema de salud pública que persiste en nuestro país. Ocupa el quinto lugar como causa de mortalidad en niños menores de cinco años, por lo que la atención a este grupo de población tiende a ser una de las prioridades de los programas de salud oficiales. En México, la detección temprana de las alteraciones nutricionales no constituye un procedimiento corriente en niños de etapas escolares y están ausentes en las comunidades indígenas, salvo casos aislados y proyectos temporales. La planificación de esta actividad podría ser parte de la práctica clínica cotidiana en las instituciones de salud y de sus programas de apoyo para identificar las condiciones donde los programas oficiales no operan y hacer las adecuaciones pertinentes a los contextos sociales, económicos y culturales de cada región del país, y en el caso del Instituto Nacional Indigenista (INI), en los albergues escolares indígenas. Por esto es pertinente identificar y generar mecanismos de detección temprana para evitar daños y limitaciones en etapas posteriores de crecimiento. Sin embargo, la caracterización de la desnutrición al aplicarse a comunidades indígenas mantiene elementos de subjetividad que no permiten ubicar adecuadamente los recursos disponibles para su tratamiento, debido a que no se han tipificado indicadores regionales, estatales y nacionales para comparar los estados de salud de la población con los estados de adaptación al ambiente. Los valores estándares de desnutrición (generados por instituciones de investigación o académicas) no son considerados por la población indígena como un estado patológico de gravedad. No existe duda de que es más redituable trabajar sobre la prevención de los daños a la salud en etapas tempranas que desarrollar programas asistenciales curativos. Actualmente, la salud de la niñez indígena, en un contexto pluricultural, implica la adopción de medidas específicas y oportunas de acuerdo a las condiciones culturales, la especificidad lingüística, las características geográficas y no solamente a los aspectos financieros y operativos de quienes son sus promotores. |