LUNES Ť 29 Ť OCTUBRE Ť 2001

BALANCE DE LA JORNADA

CARLOS HERNANDEZ

Ť Vamos a hablarle a Bin Laden, propuso Hugo Sánchez
Ť América, entre el negocio o el respeto a su afición
Ť Roberto Zermeño, "amigo" de Fox, prófugo de la justicia

Al término del partido ante Cruz Azul, un todavía molesto Hugo Sánchez lanzó un chiste con humor ácido: "Vamos a hablarle a Bin Laden para que contrate un avión y lo estrelle en este estadio... así le haría un favor a muchos".

El Pentapichichi, solidario con el trabajo periodístico, comentó a reporteros que el estadio Azul era muy incómodo para realizar entrevistas y, en lo que a él concierne, para observar el juego desde las bancas.

Soltó el chascarrillo a pesar de que ya se había tranquilizado y de que se retractó de su declaración inicial: "Esto fue una sinvergüenzada", al criticar el gol de Rodrigo Astudillo, quien por su parte empieza a justificar la gran inversión que Cruz Azul hizo en él, ya que supuestamente cubriría la sensible baja de Francisco Palencia.

El Niño, por cierto, sigue demostrando tamaños para ser titular en el Español y ayer marcó el gol del empate ante Athletic de Bilbao cuando llevaba 11 minutos en la cancha.

A pesar de su humor negro, Hugo Sánchez ha dado orden y espíritu a un equipo que lo había perdido. Los Pumas de los últimos años son un cuadro de media tabla hacia abajo, debido al mal trabajo en fuerzas básicas y a la contratación de extranjeros que son igual de malos que los del América, sólo que a los de las Aguilas sí les pagan miles de dólares.

Pumas y Aguilas, antes animadores del torneo, ahora se hunden en la mediocridad y se alejan de la clasificación.

El caso de los de Coapa, sin embargo, es vergonzoso. En una rápida revisión de su plantel, el costo de cada uno de sus jugadores sería alrededor de dos millones de dólares. En eso los contrataron y también así, generosamente, les pagan. Pero por lo que han rendido nadie daría algunos devaluados pesos por ellos. Regalados, quizá.

El problema es si la directiva americanista busca una solución con base en el negocio o el respeto a su público.

"Los correría a todos a patadas", fue la certera declaración del ahora mudo directivo Javier Pérez Teuffer. No obstante, el club amarillo perdería varios millones de dólares, porque sus astros han sufrido una devaluación mayor a la ocurrida después del 11 de septiembre, parafraseando al humorístico Hugol.

Sin embargo, esa parece ser la única salida ante la falta de vergüenza mostrada por jugadores que fueron contratados como figuras y que no son dignos de portar una de las principales playeras del futbol mexicano.

De acuerdo con las opiniones expresadas en los mismos programas de Televisa, los aficionados de los ahora Aguiluchos prefieren ser representados por elementos de fuerzas básicas que recobren un sentimiento ya olvidado: el amor por la camiseta.

En la semana, América sólo rescató un punto ante los poderosos equipos venezolanos llamados Trujillanos y Caracas, y ayer ni con la ayuda arbitral ni de un contrario logró llevarse la victoria.

Y los aficionados amarillos seguirán soportando las burlas del resto de los fanáticos porque, como dice Juan Villoro, "se puede cambiar de todo, menos de equipo de futbol".

Mal negocio ha sido el balompié para Televisa. El único conjunto que les había funcionado, el Necaxa, se mudará a Aguascalientes ante la falta de interés de la afición capitalina. Y Agustín Delgado, el ecuatoriano que en Cruz Azul no podía ni pegarle al esférico, jugará ahora en la prestigiosa Liga Premier de Inglaterra.

En tanto, al Guadalajara se le fue el invicto y el superliderato, pero perdió también honradez deportiva al mandar un segundo balón a la cancha cuando el Pachuca enfilaba a un tercer tanto que definiría el encuentro.

Destaca el trabajo realizado por Ricardo LaVolpe, quien no tuvo piedad de su ex conjunto atlista y en el mismo estadio Jalisco los goleó 3-0, con lo que Toluca es el nuevo líder general y se convirtió en el primer clasificado a la liguilla, cuando faltan cuatro jornadas por disputarse.

Y como si fueran políticos, los directivos del futbol mexicano ya tienen también un prófugo de la justicia, Roberto Zermeño, acusado de fraude por una cervecera, pero su hijo afirmó que el presidente leonés es amigo del presidente Vicente Fox, quien por cierto es aficionado esmeralda y se puso la camiseta verde antes del inicio del torneo.