LUNES Ť 29 Ť OCTUBRE Ť 2001
Ť Quieren presentarme como "hijo de papá", cuando tengo mi trabajo, indica
Mi apellido, usado por críticos para hacer guerra sucia, afirma Cárdenas
Ť No creo en la redición de ninguna administración, por buena que haya sido, agrega
MIREYA CUELLAR Y ROSA ELVIRA VARGAS ENVIADAS
Morelia, Mich., 28 de octubre. En Michoacán hay más de siete mil espacios públicos que llevan el nombre del general Lázaro Cárdenas del Río. En todos los pueblos la calle principal, una escuela o un hospital, parque, ejido, busto, estatua... -o todo a la vez- evocan al héroe de Jiquilpan.
"Es como hacer campaña contra la historia", resume un priísta mientras escucha cómo su candidato Alfredo Anaya intenta, sin conseguirlo, emocionar a sus huestes con un arrebato verbal: "Aspiro a la gubernatura para servirles a ustedes, no para ejercer un derecho de sangre".
A Lázaro Cárdenas Batel, nieto del general y aspirante al gobierno por la coalición Unidos por Michoacán, sus enemigos políticos parecen no tener muchos argumentos para combatirlo. Las críticas se remiten a una única cosa: su apellido. Cuando menos eso muestra la propaganda del PAN en la televisión local y la que hace difundir el PRI en las estaciones de radio. Nada se escucha en contra de sus propuestas para gobernar.
"Si hiciéramos una evaluación para escoger al próximo gobernador de Michoacán tendríamos que Alfredo Anaya ha trabajado toda su vida, ha sido un empresario exitoso y, por lo tanto, sabe cómo crear fuentes de empleo. Otros candidatos nunca han trabajado. Alfredo Anaya sabe del trabajo y del sacrificio porque empezó desde abajo. Otros candidatos quieren formar una dinastía de gobierno. Por esto y por mucho más, compara y decide. Alfredo Anaya, švota PRI!", dice una voz en tono agresivo. Es la propaganda que el priísmo difunde por la radio cada cinco minutos desde hace varios días.
Pero también la del apellido, uno de los elementos que usan quienes diseñan la guerra sucia en contra de Cárdenas Batel. En más de un panfleto se le quiere presentar como un hijo de papá, pues es hijo de Cuauhtémoc Cárdenas, el tres veces candidato a la Presidencia de la República.
Antropólogo y músico por vocación
Antropólogo de profesión y músico por vocación -percusionista-, Lázaro Cárdenas Batel, de 37 años, no tuvo contrincante en el proceso de selección interna para elegir candidato a gobernador. El año pasado obtuvo un lugar en el Senado por Michoacán con una diferencia de 135 mil votos frente a su competidor más cercano. De hecho, en la contienda del 2000 consiguió más sufragios que su padre, Cuauhtémoc Cárdenas, quien arrasó aquí a Fox y a Labastida. Mientras el aspirante a la Presidencia alcanzó los 543 mil 804 votos, Lázaro se hizo del puesto en el Senado con 575 mil 457 sufragios.
La candidatura de Lázaro se empezó a perfilar desde 1997, cuando ganó la diputación federal por el distrito de Apatzingán. Ya luego, con la senaduría en el 2000, nadie dudó que la tendría. Y esa certeza se dio no sólo al interior del PRD, sino que tuvo efectos incluso en el PAN, uno de cuyos principales prospectos, el líder de la bancada panista de la Cámara de Diputados, Felipe Calderón Hinojosa, simplemente "no le entró".
Sin embargo y a pesar de que las encuestas lo favorecen, el joven senador tampoco pasa incólume ante las críticas y recuerdos que en algunos sectores dejó la gestión de su padre. Otros ejemplos de la compleja política michoacana, de donde le han surgido algunas alianzas y respaldos tanto de personalidades en lo individual como en sectores gremiales, no son bien vistos.
Sensible porque el eje de las críticas opositoras está sobre todo en su origen familiar y político, a Lázaro parece no gustarle que en los mítines los maestros de ceremonias aludan a su abuelo o a su padre. Casi nunca ocurre pero cuando surge él evita darle continuidad al tema. De hecho, muchos de sus seguidores se refieren a él por el apelativo materno y lo mencionan sólo como "Batel". Es que Batel dijo o hizo tal cosa, se escucha con frecuencia en las concentraciones de la coalición. Incluso, hasta hace unos días un periódico regional cabeceaba algunas de las notas sobre sus actividades de campaña usando el segundo apellido del aspirante a gobernador.
En una de sus giras de campaña, mientras va de un pueblo a otro, Lázaro ofrece una entrevista y expresa su punto de vista sobre el particular: "Creo que el cardenismo es una realidad en Michoacán. Lázaro Cárdenas del Río es un referente para muchos michoacanos. Representa la parte más avanzada de la Revolución Mexicana, pero además él construyó un liderazgo más allá de su ejercicio como gobernante. Tuvo una fuerte presencia no sólo por las decisiones y obras que puso en marcha en el contexto nacional, sino porque cuando ya no tenía un puesto público se ocupaba en su tierra de la apertura de pozos, la construcción de escuelas o de puentes, ya no como funcionario, sino como ciudadano, en beneficio de pequeñas comunidades. Era un hombre preocupado por la marginación y la pobreza".
Esa obra más reciente -añade- tiene aún enorme vigencia en Michoacán. Hay gente que lo conoció, que trabajó con él, lo vio llegar a sus pueblos, y eso constituye la base social sobre la que se construyó el PRD en estas tierras. Además, claro, de la obra de gobierno de Cuauhtémoc Cárdenas, que fue en el mismo sentido. Pero la base más pura, más fuerte del PRD es esa.
-El PRI se queja de lo difícil que es hacer campaña contra la historia, en alusión a la abrumadora presencia del general Cárdenas en Michoacán...
-El PRI y el PAN han cometido el error de quererse pelear con la figura de Lázaro Cárdenas del Río. Hablan de los encardenados, de que desde hace 70 años se le está mintiendo al pueblo de Michoacán. Están cometiendo el error de quererse pelear con la historia, pero además, lo hacen contra una parte de la historia que ha sido juzgada y evaluada positivamente por el pueblo. Si yo fuera ellos me pelearía con Lázaro Cárdenas Batel.
-Te atacan por el apellido...
-En el caso del PAN eso es hasta lógico, porque es un partido que nació para combatir al cardenismo, al proyecto de la Revolución Mexicana. Los del PRI dicen que estoy montado en el nombre, que no hay trabajo o sustento a nuestra candidatura, y que simple y sencillamente pretendo continuar un cacicazgo y acceder a una posición por cuestiones de herencia o de sangre. ƑY qué quieren? šSin duda apellidarse Cárdenas! Y más en Michoacán. Porque no es lo mismo llamarse Lázaro Cárdenas y ser hijo de Cuauhtémoc y nieto de Lázaro que llamarse Carlos Salinas, Ernesto Zedillo o Antonio López de Santa Anna.
"ƑTengo que renunciar a mi vocación política porque me llamo Lázaro? Porque tengo raíces, identidad, orgullo de pertenecer a una corriente histórica de la nación con la que me identifico más allá de la familia. Si eso es un pecado, pues me confieso pecador. Que me llame Lázaro Cárdenas no tiene porqué obligarme a renunciar a mi vocación".
-ƑCrees que tu nombre representa una ambivalencia entre lo que te aporta y lo que te puede restar más allá de los méritos propios?
"Sin duda ayuda, pero al mismo tiempo exige una mayor definición, demostración de capacidades personales y un trabajo que nadie pediría si no tuviera este nombre. A cualquier otro candidato le exigen menos que a mí. Hay una exigencia y presión que ejercen no sólo los adversarios, sino incluso los propios compañeros que tienen una gran expectativa", y no me molesta, pero está presente.
-ƑCómo va uno por la vida llamándose Lázaro Cárdenas?
-Bueno, me llamo así desde que nací, pero es cierto que a veces no es muy cómodo porque te hace centro de atención. No hay nada de malo porque él (su abuelo) es una figura muy querida, pero a mí no me gusta ser centro de atención. Y esa es la parte de la política que no me acaba de gustar. Estoy en esto porque tengo conciencia de lo que se puede lograr desde la política, mas no disfruto de los reflectores. No sé si cometimos un error Mayra (su esposa) y yo en llamar Lázaro a nuestro hijo (de dos años). Tal vez yo era quien más reticencias tenía, pero al final sentí que él tenía derecho a llamarse como yo y yo a ponerle mi nombre. Hoy ya estoy muy contento de que se llame así.
Más allá de la propaganda del PRI y del PAN, el candidato de la coalición Unidos por Michoacán tiene que capotear ese tema con alguna frecuencia. El pasado 16 de octubre, en una reunión con empresarios, uno de ellos le preguntó qué opinaba de la estatización del transporte y de la ley inquilinaria, dos asuntos que impulsó el gobernador Cuauhtémoc Cárdenas en su momento y que resultaron muy controvertidos. "No soy el más objetivo para juzgar el gobierno de mi papá, seguramente algunas medidas fueron positivas y otras no," le respondió.
"No creo en la redición de ninguna administración, por buena que haya sido", indicó.