LUNES Ť 29 Ť OCTUBRE Ť 2001

Ť Diagnóstico del CEESP

Se debe restructurar la aviación para evitar otro rescate

DAVID ZUÑIGA

El gobierno tendrá que intervenir en la aviación civil mexicana para evitar un rescate que le resulte mucho más costoso; por su parte, el Congreso deberá eliminar las restricciones legales para la inversión nacional y extranjera y las aerolíneas se verán obligadas a despedir personal y cerrar las rutas que no sean rentables, advirtió el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).

En un documento, el organismo señala que los ataques del 11 de septiembre fueron la puntilla para una industria que ya enfrentaba dificultades operativas y que sólo en Estados Unidos tenía prevista una pérdida de 3 mil millones de dólares este año.

Según el CEESP, los problemas de la aviación civil se deben a un exceso de capacidad derivado de los ciclos de la economía, rescates y subsidios e ''innecesarias'' restricciones a la inversión extranjera. Como las aerolíneas requieren grandes cantidades de capital sus costos fijos son sumamente elevados; por ello, ante la caída de sus ingresos tienen que usar sus reservas, cancelar rutas y/o recortar personal, pues de lo contrario caen en insolvencia.

Ayuda condicionada, se sugiere

Las principales aerolíneas anunciaron que despedirán a más de 100 mil trabajadores y la cifra podría llegar a 200 mil, 12 por ciento de la fuerza laboral que tenían hasta antes del 11 de septiembre.

Ante esta situación el gobierno de Estados Unidos -que goza de superávit financiero- ofreció a sus aerolíneas un paquete de ayuda de 15 mil millones de dólares garantizados con acciones de las aerolíneas. El riesgo de estos rescates, explica el CEESP, es que se subsidian vuelos casi vacíos por falta de demanda y se impide la restructuración del sector. Por ello, los apoyos deben ser temporales y dejar que el mercado elimine los excesos de oferta, aunque las compañías se vayan a la bancarrota.

Si el gobierno mexicano, aun a pesar de su déficit financiero, ofreciera garantías de deuda a Mexicana y Aeroméxico -que concentran más de 80 por ciento del mercado nacional- equivaldría a un doble rescate de estas empresas en menos de dos años.

En el sexenio pasado el gobierno mexicano rescató a ambas aerolíneas, que no se restructuraron ni pagaron sus deudas a la banca. Como resultado, casi 70 por ciento de ambas empresas es propiedad del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB) y de Nacional Financiera (Nafin).

El organismo dependiente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) propuso que el gobierno federal condicione la ayuda a Mexicana y Aeroméxico a que presenten un programa de restructuración que reduzca a corto plazo su personal y sus rutas de acuerdo con las perspectivas de la industria, lo que impediría que en unas cuantas semanas ambas compañías agoten sus reservas de efectivo.

Por otra parte, el CCE se congratuló de la decisión de construir el nuevo aeropuerto capitalino en Texcoco y demandó al gobierno impedir que ''intentos de manipulación política'' paralicen las obras. Según el líder del CCE, Claudio X. González, cualquiera que hubiera sido la zona elegida habrían surgido grupos de inconformes; sin embargo, confió en que las protestas no durarán.