LUNES Ť 29 Ť OCTUBRE Ť 2001
Ť Posterga la presentación del paquetazo; se profundiza el malestar social
Privatizará De la Rúa la obra social de los jubilados; se recortarán 6 mil empleos
Ť En el Congreso se hacen alianzas para despojar al ministro de sus superpoderes
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 28 de octubre. Peligrosamente debilitado, el presidente Fernando de la Rúa demoró una vez más el anuncio de las nuevas medidas económicas, que incluirían la restructuración de la agobiante deuda externa y algunos lineamientos sociales que, sin embargo, no disimularán el impacto de los nuevos ajustes.
En el próximo paquetazo se incluiría la privatización del cobro impositivo y de la Obra Social de los Jubilados (PAMI). ''Paquete duro, envuelto para regalo'', ironiza el diario Página 12, y sostiene: ''Mientras busca salvar como sea el plan del déficit cero, el gobierno retoca desordenadamente un conjunto de medidas con apariencia de simpáticas para disimular el verdadero contenido'', como algunas asignaciones familiares para desocupados y bajas de intereses.
Según Página 12, el proyecto de privatización que estudia el gobierno en relación con el PAMI ha sido elaborado por el nuevo senador justicialista (peronista-oposición) Luis Barrionuevo, y dejaría unos 6 mil desempleados, pues supuestamente sería derivado a clínicas privadas que harían el gran negocio. Precisamente, el ex sindicalista Barrionuevo y algunos de sus hombres cercanos en el sindicalismo más corrupto ya han tomado en sus manos varios complejos de salud.
Mientras los anuncios son relegados para otras fechas por una cuestión ''de desinteligencia de información'', según el gobierno que, optimista, asegura que ''estamos un poco más lejos del abismo'', la tensión política aumenta.
Hasta ahora la figura menos popular, el titular de Economía, Domingo Cavallo, quedaría en el gabinete, derechizando más al gobierno. La ratificación de Cavallo ha creado un profundo malestar entre propios y ajenos. ''De la Rúa no atina a reconstruir su poder político, mientras la crisis sigue avanzando con voracidad'', sostiene un analista de Clarín.
Además de la reacción de los gobernadores justicialistas que la semana pasada rompieron lanzas con el gobierno por las actitudes de Cavallo, cuando ya se había avanzado en el diálogo, al menos dos de la oficialista Unión Cívica Radical (UCR) parecen considerar terminado su vínculo con este gobierno, mientras se unen voluntades en el Congreso para interpelar a Cavallo y despojarlo de los superpoderes que detenta.
Paralizado el país, mientras las inundaciones ahogan los campos más fértiles y destruyen las cosechas y la posibilidad de nuevas siembras, todos esperan una reacción urgente que no llega. En ese clima, el gobierno está a la espera de una señal del Fondo Monetario Internacional (FMI) para que envíe anticipadamente mil 200 millones de dólares que se girarían en noviembre y que servirían sólo para pagar los vencimientos de la deuda pública.
De la Rúa debió salir en estas horas a calmar personalmente las aguas, después de los desplantes de Cavallo hacia el gobierno brasileño, el socio mayor del Mercado Común del Sur (Mercosur), que criticó la política monetaria del país vecino.
Ayer, el presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso declaró que su país no está ''apresurado'' por la negociación con Argentina, porque ''no está en una situación de inflación ni de agonía y por ello puede esperar''.
De la Rúa sostuvo que ''el Mercosur es una política de Estado, una prioridad'' y en un comunicado consideró que las diferencias se resuelven negociando. ''Es sugerente que Cavallo diga que la devaluación del real afecte a la Argentina, pero nunca haya pensado que la dolarización, la convertibilidad, ató los pies de todos, adentro y afuera. Es una moneda artificial'', señala un analista económico local.
El ''chico malo'' del gobierno parece esperar ahora respuestas del FMI y para la mayoría de sus críticos la pregunta es: ''ƑPor qué si iba terminar restructurando la deuda recurrió a un megacanje que disparó en horas esa deuda en 40 mil millones de dólares y sólo favoreció a los intermediarios, banqueros amigos del ministro?''.
En reportajes de Clarín y La Nación el mandatario declaró creer que el país está más lejos del abismo y enumeró las condiciones en que encontró a Argentina: con un altísimo déficit, endeudada, con recesión, ''una situación internacional adversa y una fuerte deuda social acumulada y a punto de estallido''.
Sin embargo, muchos piensan que su diagnóstico, si bien es correcto, no se condice con las soluciones que busca. Hasta ahora Cavallo ha ido más lejos profundizando todos los males y su salida es exigida por propios y ajenos.
Los dichos del mandatario también se contradicen con los cuidados que tiene en su relación con el menemismo, a pesar de reconocer que se le dejó virtualmente tierra arrasada. Nunca va más lejos en su discurso y se teme que el pacto De la Rúa-Carlos Menem, o al menos un convenio entre funcionarios íntimos, esté funcionando.
La Corte Suprema navega ahora en una situación muy especial, ya que está en sus manos la suerte del ex presidente, bajo arresto domiciliario por la venta ilegal de armas, cuando en estos días se conoció que De la Rúa nombró en un alto cargo judicial a un hijo de Julio Nazareno, uno de los menemistas más recalcitrantes de la Corte.
Todo se tiñe así de sospechas.