LUNES Ť 29 Ť OCTUBRE Ť 2001
Ť Exigen productores que la Cibiogem regule la importación de granos transgénicos
Descarta Sagarpa que haya maíz contaminado; lo que hay es ''una filtración genética", afirma
MATILDE PEREZ U.
El secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), Javier Usabiaga Arroyo, aseguró que no hay contaminación de maíces criollos de Oaxaca y Puebla con organismos genéticamente manipulados provenientes de Estados Unidos.
Lo que hay, dijo, es "una filtración genética". Todas las variedades del grano criollo están bajo resguardo en el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMT), destacó.
Sin embargo, labriegos de la Unión Nacional de Productores de Maíz (UNPM) de la Confederación Nacional Campesina manifestaron su inquietud por la presencia de maíz transgénico en las variedades criollas, y el silencio de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad Genética (Cibiogem).
Efraín García Bello, presidente de la UNPM, comentó: "Nos inquieta la falta de información de la Cibiogem, el riesgo de que se destruyan los nichos ecológicos de las razas de maíz y su posible impacto en la salud humana por el consumo del grano".
La Cibiogem, expuso el titular de la Sagarpa, entiende la preocupación de la sociedad por esa filtración genética, pero "se ha actuado bajo principios precautorios y hasta la fecha no hay demostración científica de daño a la salud. Además, apuntó, no se autorizará el consumo de maíz transgénico hasta que no se demuestre que no povoca daños".
Usabiaga acotó que la seguridad alimentaria del país está garantizada. En México se producen 24 millones de toneladas de maíz y se importan 5.6 millones de toneladas, que se canalizan fundamentalmente a las industrias y a los productores pecuarios. En el caso del frijol, se producen un millón de toneladas y se importan 65 mil toneladas, y de leche se producen 12 mil millones de litros.
Para García Bello, la mejor forma de que los campesinos tengan confianza en las autoridades, por la supuesta contaminación genética del maíz criollo, es que en la Cibiogem los productores tengan un lugar y que ese organismo regule la entrada del maíz transgénico.
"La Cibiogem debe regular la entrada de maíz transgénico, y si se destina para consumo animal que explique cuáles son los posibles riesgos. Posiblemente la contaminación no sólo es en Oaxaca, sino en todo el país. Eso se sabrá sólo con un muestreo general para terminar con la incertidumbre. La comisión debe tomar su papel con toda seriedad para establecer orden en todo esto y dejar participar a los productores en esa instancia. Dejarlos fuera es un error", abundó.
Los productores de maíz, destacó, no están en contra de elevar la productividad y lograr razas más resistentes a temperaturas bajas, plagas y enfermedades, pero sin que ello implique la pérdida de la riqueza genética. "Seguiremos defendiendo las diferentes razas del maíz, como el botanero, el pozolero y el papapelote, entre otras. Tenemos variedades muy específicas en Chiapas, Oaxaca y Puebla que pueden contaminarse con la polinización. Estamos en riesgo de que nos destruyan semillas que se han manejado con cuidado desde hace varios años."
Respecto a Diconsa -de acuerdo con investigaciones, en Oaxaca podría haber comenzado la contaminación de los maíces criollos-, García Bello comentó que la paraestatal sí participa en los cupos de importación de maíz amarillo que vende en las zonas rurales. Por ello, dijo, lo más conveniente es que Diconsa tome su papel de organizador de la comercialización y que primero compre al productor nacional.
El dirigente de los productores de maíz de la CNC propuso que el gobierno impulse una reunión entre los productores e industriales, a fin de empezar a planear la producción de maíz amarillo de alta calidad. "Es posible que de las ocho millones de hectáreas que se destinan a la producción de maíz blanco, un millón de hectáreas sean de maíz amarillo; 300 mil hectáreas en Sinaloa, dentro del ciclo otoño invierno, y el resto de la superficie en el altiplano, occidente, sur y sureste durante el ciclo primavera verano."
Al gobierno le toca dar los apoyos para la producción de maíz amarillo, mediante contratos con industriales, y regular el mercado. "Podríamos producir entre 5 y 6 millones de toneladas de maíz amarillo y fortalecer los mercados regionales", dijo finalmente.
Por su parte, productores de maíz de Chiapas exigieron al gobernador del estado, Pablo Salazar, que ordene al secretario de Desarrollo Rural, Rubén Velásquez, entregar las bodegas de la ex Conasupo a los productores, para que puedan almacenar las 450 mil toneladas de maíz que se esperan del ciclo primavera verano.