REPORTAJE
El servicio se proporciona vía satélite en el Centro Comunitario de Aprendizaje
Internet, una ventana al mundo en comunidades marginadas de El Nayar
ANGELICA ENCISO ENVIADA
El Nayar, Nay. Después de haber acarreado agua del pozo, de amasar el maíz y hacer las tortillas del almuerzo que se llevaría su padre al campo, María del Carmen acude al Centro Comunitario de Aprendizaje (CCA) para revisar su correo electrónico, que tiene su nombre en cora: thajmi. Espera noticias de su hermano Aldo, que estudia becado en el Tec de Monterrey. La joven utiliza desde hace unas semanas la computadora y confía en obtener también una beca para estudiar alguna carrera universitaria.
Aunque su padre no entiende cómo funciona la Internet, sabe que a su hija le facilita las tareas escolares y que a través de ella se comunica con más facilidad con Aldo, porque pocas veces funciona el único teléfono que hay en Jesús María, una de las 466 localidades del municipio El Nayar, que está entre los 500 de más alta marginación del país porque carece de drenaje, agua potable, electricidad y las viviendas tienen pisos de tierra, además de que prevalecen el analfabetismo y los bajos ingresos.
La joven de 17 años, vestida con su traje cora -bordado en cuello y puños con tonos rojos, azules, verdes, amarillos y rosas-, comenta, impaciente por ir al CCA: ''Ya aprendí a crear archivos, guardar documentos, buscar información para la escuela en Altavista (un portal) y enviar correos electrónicos''.
Aquí, donde la mayoría de la población es indígena, el Centro Comunitario de Aprendizaje se inauguró formalmente el pasado 14 de septiembre; cuenta con un equipo de cinco computadoras, hay apenas 57 usuarios registrados -estudiantes y maestros, la mayoría- de los mil 520 residentes de la localidad.
El servicio de Internet es vía satélite y el abastecimiento de energía es a través de la misma planta de luz que surte a la localidad, porque aquí todavía no hay electrificación. El CCA es parte de las estrategias de atención a las 250 microrregiones del país que viven en muy alta marginación, donde las fuentes de ingreso son escasas, no hay servicio de agua potable ni alcantarillado y los principales problemas de salud son parasitosis, desnutrición, problemas respiratorios e intestinales.
El Nayar, colindante con Durango, Jalisco y Zacatecas, cuenta en total con 26 mil habitantes; 83 por ciento de ellos son coras, huicholes y tepehuanos que viven dispersos en localidades de cien a mil personas en las planicies y laderas de los cerros. Para llegar a cualquiera de estas comunidades desde Tepic son al menos siete horas de camino, de las cuales dos son por lancha, o media hora en avioneta.
La principal actividad es el cultivo de maíz y frijol, con rendimientos promedio de media tonelada por hectárea, explica el presidente municipal, Víctor Serrano Molina. ''Son cultivos de subsistencia, no hay financiamiento ni asistencia técnica, además de que existe mucha migración. La gente se va a trabajar a la costa, a la capital o a otros lados para ganar dinero'', agrega. También se han dado casos de cultivo de amapola, lo cual se favorece por el aislamiento de todas las localidades pobres, por lo que para salir de esto y de la miseria se necesitan vías de comunicación, señala.
Ahora, uno de los principales trabajos a que Serrano se enfoca es lograr la construcción del centro estratégico comunitario y la preparatoria indígena, además de que busca la llegada de la electrificación a la zona. ''El único cambio que hemos visto en los últimos meses es que ahora nos preguntan qué necesitamos, y pues eso que queremos construir es lo que necesitamos'', explica.
La administración de Vicente Fox puso en marcha en febrero el programa Contigo, manos a la obra, cuya diferencia con otras acciones sexenales de combate a la pobreza en zonas marginadas es que en las comunidades se definen las obras que requieren para lograr ''el despegue económico y social'', indica por su parte Gerardo Priego, coordinador general de Microrregiones de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso).
Se pretende, agrega, tener un ''menú'' de programas para que cada estado los aplique a sus comunidades de acuerdo con sus necesidades. ''En varios estados nos han dicho que no se puede hacer el mismo vestido para todos, las regiones son diferentes, y para el año próximo se buscará que sea cada localidad la que seleccione las acciones que requiere.''
La voz de los cuatro pueblos
Aquí, los indígenas escuchan durante toda la mañana la estación de radio del Instituto Nacional Indigenista (INI) La voz de los cuatro pueblos, la cual en cora, huichol, tepehuano y mexicanero transmite mensajes y avisos que son de interés para la comunidad, además de noticias. En los últimos días, entre los llamados para que la gente no soltara el ganado porque todavía no terminaba la cosecha de maíz, la transmisión de la música y de la radionovela Por amor a mi pueblo, la noticia que más llamó la atención fue el comienzo de la guerra en Afganistán.
''Incluso, la gente venía a la estación a preguntarnos qué estaba pasando'', relata Leonardo González. ''Por la mañana bajamos de Internet las noticias del día, hacemos un resumen y lo transmitimos en las cuatro lenguas. De esa forma buscamos que la gente esté informada de lo que está pasando fuera de la sierra, y entre la información que en estos días damos está el desarrollo de la guerra.''
En la pequeña vivienda de Francisco Daniel Torres, presidente municipal entre 1961 y 1963, se escucha la radionovela que comenzó a las 10 de la mañana. Ahí, acostado en un camastro, el anciano ?que nació a principios del siglo pasado? tiene al fondo una foto suya de cuando era joven, donde aparece vestido con su traje de manta y un morral al hombro.
Presume a los visitantes el piso firme con químicos contra las bacterias, que hace unas semanas le pusieron, pero aclara que sería mejor si se lo instalaran en todo el patio. Este tipo de suelo antibacteriano que se echó en esta vivienda como prueba piloto, se prevé colocar en 3 millones de viviendas de todo el país para buscar reducir los problemas de salud que ocasiona la insalubridad.
Entre las principales enfermedades que se detectan en el municipio están la parasitosis, problemas respiratorios e intestinales y picaduras de alacrán, las cuales captan 80 por ciento de las mil 400 consultas que al mes da el Hospital Mixto Jesús María. La atención médica puede ser alópata o tradicional, así los indígenas que prefieren atenderse de acuerdo con sus tradiciones lo pueden hacer y en caso necesario son remitidos a la otra área del nosocomio.
''Esto nos permite atraer a la gente al hospital y que se atienda por cualquiera de los dos sistemas, el que sea de su preferencia, pero que reciba atención médica'', explica Héctor Manuel Galeana, director del centro hospitalario. Señala que problemas como las diarreas se corregirán a más largo plazo, pero ya se han reducido muertes por deshidratación y neumonía.
En cuanto a la educación, desde hace 30 años ha sido motivo de preocupación del sacerdote franciscano Pascual, que reside en la localidad Mesa del Nayar, donde da clases a los jóvenes indígenas hasta el nivel de bachillerato y después manda a algunos becados a estudiar a universidades como el Tec de Monterrey. Ese es el caso de Aldo y, como él, en las últimas décadas 68 estudiantes han concluido distintas carreras, pero ninguno ha regresado a la comunidad. ''Es que aquí no hay fuentes de empleo. ¿En qué van a trabajar?'', justifica el religioso.
Con la estrategia de atención a las microrregiones se busca atender a 476 municipios de 17 estados, donde residen 5.5 millones de personas, de los cuales 3.4 millones son indígenas. Las viviendas de alrededor de la mitad de esa población no tiene agua potable; 79 por ciento tiene piso de tierra y hay hacinamiento; 85 por ciento no tiene drenaje; más de la tercera parte de los habitantes no cuenta con energía eléctrica, no sabe leer ni escribir y, además, 87 por ciento de quienes tienen trabajo perciben ingresos menores a dos salarios mínimos.
Los sitios donde se ubican estos municipios se caracterizan por ser accidentados. Hay más de 24 mil localidades identificadas, de las cuales 99 por ciento tiene menos de 2 mil 500 habitantes y más de la mitad tiene menos de cien. La falta de caminos, escuelas y hospitales propicia la migración y también que en esas regiones se registren actividades ilícitas como el cultivo de estupefacientes.
En la estrategia inicial de atención a 250 microrregiones, coordinada por la Secretaría de Desarrollo Social, se incluyen recursos por alrededor de 12 mil millones de pesos de 12 secretarías, entre las que, además de Sedeso, están Hacienda, Semarnat, Economía, Sagarpa, SCT, Secodam, SEP, Ssa, STPS, SRA y Sectur, así como los gobiernos estatales y municipales. Se busca impulsar y promover el desarrollo integral de los 476 municipios de muy alta marginación que están en Chihuahua, Chiapas, Durango, estado de México, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Veracruz y Yucatán.
Las líneas de acción del programa incluyen la identificación territorial de la marginación; integrar y priorizar la demanda social en los territorios; detonar centros estratégicos comunitarios; conformar y consolidar una oferta articulada; cruzar la demanda social con la oferta interinstitucional, así como ejecutar las acciones y evaluar avances e impacto social. También hay convenios con el Tec de Monterrey para la instalación de los centros comunitarios de aprendizaje, y con empresas cementeras para que 3 millones de viviendas cuenten con piso de cemento antibacteriano.
(FUENTE: SEDESO)