LUNES Ť 29 Ť OCTUBRE Ť 2001

ASTILLERO

Ť Julio Hernández López

YA NO HAY NI en quién confiar: este fin de semana, The New York Times, es decir, el diario cuya lectura de editoriales recomendaba el canciller Castañeda para que los mexicanos lerdos e incultos entendieran la neta del planeta, se ha desquiciado. Según ese rotativo, el crimen de Digna Ochoa "sugiere una continuidad con un horrible pasado" en un país que tantas esperanzas puso en la caída electoral del PRI y que ahora ve un asesinato que tiene todas las "huellas" de haber sido cometido "por poderosos grupos de interés confiados en que pueden seguir actuando con la impunidad de siempre".

EL DIARIO -AL QUE Tlatelolco podría retirar su bendición editorial- agregó que, más allá del caso Ochoa, "el presidente Fox debe actuar para rectificar las pasadas injusticias. Hasta hoy ha estado bastante lejos de hacerlo, en parte porque no quiere molestar al todavía poderoso PRI. (...) Estos temores envían un mensaje equivocado, uno más, a los grupos ávidos de subvertir la ley y obstruir la labor de abogados como Digna Ochoa".

EL PRESIDENTE FOX, SIN embargo, prefiere buscar la solución del retador crimen en las páginas de The Peje News. El sábado reciente, en la alocución radiofónica trasmitida desde San Cristóbal de las Botas, se convirtió en cegehachero en demanda de que el crimen de quien fue monja dominica sea esclarecido con rapidez y buenas hechuras por el gobierno. Claro, por el Gobierno del Distrito Federal, pues a éste corresponde investigar y decirnos qué pasó.

REITERO EL JEFE DEL Estado mexicano que el de la abogada veracruzana "es un crimen del fuero común", que debe ser atendido por el Gobierno capitalino. Léanse, con el puño en alto y La Internacional de fondo, las bellas palabras del deslinde deseado por Los Pinos: "Y por tanto, demandamos, junto con toda la sociedad, junto con todas las organizaciones de derechos humanos, la pronta y urgente resolución por parte de la autoridad encargada de este tema. A todos nos es importante que se aclare".

NO ES POCA COSA el reto del chilango-guanajuatense al tabasqueñismo hecho gobierno chilango. El Presidente de México está incitando a López Obrador a ir tan lejos como crea necesario, a fundar acusaciones y a emprender un proceso que podría ser el destape de la cloaca histórica de la represión oficial a los movimientos sociales independientes y a los personajes cuya crítica y activismo sea o haya sido incómoda. El Presidente no desea pagar el costo de enfrentar las reacciones de los poderosos grupos de interés que podrían estar tras el crimen, y prefiere trasladar esos riesgos a la cuenta de un mandatario de rango menor -así sea el más importante de los 32 que en el país hay- que ni guardaespaldas usa y que además quiere ser aspirante a la sucesión, en contra del proyecto de la Casa -y familia- Real. Nada de comisiones de la verdad ni artificios, que nomás problemas podrían traerle a él: mejor que sea el pejelagarto el que pague un eventual pato (y no precisamente de los pensantes, de la especie Cerisoli Texcocus).

OTRO REGALO PRESIDENCIAL FUE la noticia de que los periodistas podemos despacharnos con la cuchara grande, poniéndole santa tundiza a San Vicente, semana tras semana. Absoluta verdad de a kilo la que dijo el mártir del charol: "Qué más apertura que el ejercicio de la libertad que están haciendo los medios de comunicación, en mi vida privada, en la vida privada de mi señora, en todo están metidos y nadie les ha dicho absolutamente nada, a ninguno."

POR CIERTO, HOY HABRA de celebrarse otra irrupción mediática talibán a los terrenos de la vida privada de la esposa del Presidente, es decir, al retiro espiritual que en el Polyforum Cultural Siqueiros se celebrará para orar por los pobres mediante la repetición rítmica del mantra que Santa Martha nos ha enseñado: Vamos México, Vamos México, Vamos México (repítase así, con fotografías en los diarios e imagen y sonido en la televisión, cuando menos de aquí a las elecciones presidenciales de 2006).

DE QUERERLO, MUCHO MENOS habría de tardarse otro personaje en recibir las aclamaciones populares mexicanas. Pero dice el señor nuncio apostólico que nones, que todavía no hay una respuesta ni oficial ni no oficial a la invitación que el presidente Fox le llevó a Juan Pablo II para que se dé la quinta descolgada por estos lares. El tecleador de estas benditas líneas se siente henchido de fervor al imaginar una nueva visita papal que milagrosamente coincidiera con los momentos más bajos de la popularidad presidencial y acaso, ¡oh!, con la disolución de los lazos matrimoniales religiosos vigentes de Martha y Vicente y con su nuevo casorio. ¡Esa es la foto!, habría de decir ella, emocionada, luego que Su Santidad les bendijera como pareja.

OTRAS VISITAS, EN CAMBIO, ninguna emoción agradable le producen al presidente Fox, como la de Hugo Chávez, el presidente venezolano. En primer lugar, le compite en cuanto a premios de la tarjeta Frecuenta, aunque en este caso, con motivos claros que no son nada más los de sangrar al erario para ver si los viajes ilustran o, cuando menos, lustran. En segundo, el militar hace mejor espectáculo (hasta canta y lee pasajes bíblicos). Y, en tercero, promueve una idea que puede lastimar los intereses del amigo George (Bush, no Castañeda, que aunque parezca, no son exactamente lo mismo), pues quiere que los productores de petróleo asuman estrategias en defensa de su interés económico y no del de Estados Unidos.

ASTILLAS

DIVERSAS INVITACIONES RE-

cibe este tecleador para cosas disímbolas (con frecuencia, para ir a importunar a su progenitora), pero ninguna como la que dice que "Lolita de la Vega, Jorge Emilio González, Ramón Ojeda Mestre, Homero Aridjis y Daniela Castro nos permitimos pedirte que formes parte como miembro honorario del Consejo Consultivo" de los Niños Verdes AC, órgano éste que será presentado en sociedad hoy en un hotel de la ciudad de México. La misiva, firmada por el auténtico y original Niño Verde, Jorgito Emilito, asegura que "sin duda, tu presencia causará mucho entusiasmo dentro de nuestros niños y jóvenes, para quienes el saber que gente como tú están apoyando este esfuerzo, representa una gran motivación"... El vocero del INAH, Rubén Regnier, hace saber a los lectores de esta sección que "en el Baluarte, que no Castillo, de San Juan de Ulúa, no se efectuó ningún tipo de ceremonia civil o religiosa. El INAH no autorizará la celebración de ninguna actividad de esta naturaleza en los recintos bajo su resguardo. La información correcta es que el INAH autorizó al señor Carlos Autrey Díaz Aldrete, desarrollar el viernes 12 de octubre una actividad en la cual se presentaron algunos aspectos de la cultura veracruzana". Cierto, no hubo boda civil, pero sí fiesta particular disfrazada de acto cultural, lo que será denunciado en estos días ante el Ministerio Público Federal por trabajadores e investigadores de ese instituto que pone al mejor postor el patrimonio cultural nacional. La pachanga duró hasta la madrugada del día siguiente y fue para festejar una boda de elite, teniendo como pretexto la actuación de un ballet folclórico...

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