LUNES Ť 29 Ť OCTUBRE Ť 2001

Ť Dudó de su liderazgo y avaló que lo destronaran en 1973; hoy es pieza central en sus planes

Mohammed Zahir, el ex rey afgano que incomodó a EU

REUTERS

Washington, 28 de octubre. Estados Unidos tuvo serias preocupaciones respecto al liderazgo de Mohammed Zahir Sha cuando era rey de Afganistán y no desalentó a los que lo destronaron mediante un golpe en 1973, según documentos hasta ahora secretos y hechos públicos la semana pasada.

Washington veía al ex rey -hoy de 87 años de edad y considerado central en sus planes para un eventual gobierno postalibán en Afganistán- como indeciso e "indirecto", "cauteloso" y "furtivo", según información desclasificada de la Casa Blanca y el Departamento de Estado publicada el viernes por el Archivo de Seguridad Nacional, instituto independiente de investigaciones de la Universidad de Washington.

Los documentos no dan pistas sobre qué papel puede estar considerando Washington para el ex rey en la actualidad, pero sí describen la extrema incomodidad que el gobierno estadunidense sintió hacia el monarca durante el último periodo de sus 40 años de reinado.

"Claramente (el rey Zahir Sha) no tiene la visión, el sentido de misión y de objetivos de su vecino del oeste (el Cha de Irán) y se siente incómodo con los grandes conceptos y sus ideólogos", escribió el funcionario de política de la embajada de Estados Unidos, Charles Dunbar, en un informe al Departamento de Estado estadunidense en 1970.

La indecisión del monarca

Su "indecisión ha sido el principal obstáculo a la modernización económica y por lo tanto al tipo de sistema de gobierno que plantea la constitución", opinó Dunbar en un informe sobre el "experimento democrático" comenzado por Zahir Sha en la década de los 60.

Dunbar realizó su informe en medio de creciente inestabilidad económica y manifestaciones en contra de las liberalizaciones económicas por parte de los líderes religiosos. Tres años después, el rey Zahir Sha fue destronado por su primo, el ex primer ministro y príncipe Mohammed Daoud Khan.

Las preocupaciones crecieron al punto de que en agosto de 1971 el embajador estadunidense en Kabul, Robert Neumann, decidió hablar francamente con el rey sobre la "falta de progreso en el país", según una misiva confidencial enviada a Washington.

Neumann aseguró que le informó al rey que Washington consideraba que "la estabilidad y el progreso en el país (...) estaban en peligro".

"Le dije que esperaba que entendiera la franqueza sobre mi grave preocupación respecto a las condiciones políticas y económicas en deterioro y sobre el decayente ánimo en el país", informó Neumann.

Neumann escribió que el rey lo escuchó, pero siete meses después volvió a expresar preocupaciones en un telegrama "secreto" al Departamento de Estado en el que se refería a la "incierta" crisis política en Kabul.

Además, Neumann le pedía a Washington instrucciones sobre cómo manejar propuestas de Daoud, que lo contactó a él y a otros funcionarios de la embajada a través de intermediarios para saber cómo reaccionaría Estados Unidos si reasumiera el poder en Kabul.

Daoud había sido un autoritario primer ministro que enojó a muchos a fines de la década de los 50 con programas de modernización más profundos que los que el rey favorecía y que cayó del poder cuando este último inició su experimento democrático en 1963.

Neumann propuso que la embajada contestara a Daoud que la "naturaleza intrínseca del gobierno afgano concierne únicamente a la soberanía de Afganistán, por lo que (el gobierno estadunidense) no puede, repito, no puede realizar comentarios".

El Departamento de Estado informó a Neumann a principios de abril que tenía "completa confianza" en la forma en que proponía manejar el asunto, según los documentos hechos públicos. Quince meses más tarde Daoud dio un golpe de Estado y tomó el poder, el 16 de julio de 1973.