MARTES Ť 29 Ť OCTUBRE Ť 2001
Washington hizo lo que pudo por Haq
La Casa Blanca admitió que el legendario líder opositor afgano Abdul Haq estaba "trabajando con nuestra gente para intentar derrocar al talibán", pero negó que haya estado al servicio de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), el organismo que intentó rescatarlo tras ser capturado por el talibán el viernes pasado.
Sin embargo, todos los informes de la prensa y la televisión estadunidenses destacaban en sus comentarios que la fallida misión de rescate de Haq, quien cayó a manos del talibán y posteriormente fue ejecutado, recayó en todo momento en la CIA.
Al confirmar que Haq solicitó ayuda al ser atrapado, el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, dijo que se le brindó respaldo aéreo, pero reconoció que éste no le fue dado por el ejército estadunidense, sino "por parte de otro elemento del gobierno", al parecer en alusión a la CIA.
Por su parte, el ex consejero de seguridad nacional durante la presidencia de Ronald Reagan, Robert McFarlane, sugirió que Abdul Haq tenía vínculos con la agencia de espionaje estadunidense, al atribuir la ejecución por el talibán del comandante opositor a la "incompetencia" de la CIA.
"La CIA fracasó de forma catastrófica, pues nunca supo acercarse a gente enojada con el talibán y dispuesta a ayudar a Estados Unidos. Eso es incompetencia", aseguró.
Las versiones indican que fue McFarlane quien llamó a la CIA para que rescatara a Haq, tras haber recibido una llamada del millonario de Chicago, James Ritchie, residente en la ciudad paquistaní de Peshawar, que a su vez había sido contactado por teléfono satelital por el propio Haq. Un avión no tripulado Predator llegó a la zona horas después y atacó un convoy talibán, pero Haq y sus compañeros ya habían sido capturados. AFP, AP, DPA Y REUTERS