Ť Prepara su nuevo material, Cassete pirata
Se deja de ser niño cuando se toma conciencia de la vergüenza: Pescetti
ARTURO CRUZ BARCENAS
"En mis canciones, a los niños trato de darles consejos inteligentes y que se sientan identificados, como en el caso de la letra 'me van a hacer un hermanito/ qué contento que estoy' (con tono de enfado), donde lo que les estoy diciendo es que realmente tener un hermanito no es ninguna alegría para ellos. Abres la puerta al reconocimiento de un sentimiento que les afecta", expresó Luis Pescetti, a quien los infantes ven regularmente haciendo ruidos en el programa Bizbirije, de canal Once.
Canta a ese sector desatendido e incomprendido, consumidor de dulces, productor de imágenes e ideas aparentemente locas, que se ríe de quién sabe qué, y que guarda en las bolsas de los pantalones objetos que para los grandes pueden ser basura. Ahora promueve su segundo disco, Cassette pirata (Ediciones Pentagrama), "que es, en muchos sentidos, la continuación del primero (Vampiro negro), grabado en vivo. Los dos buscan desacralizar la imagen del niño rosadito, bonito, muy bien portadito, al cual sólo se le habla de cosas de bellas", precisó el cantante.
Considera que una cualidad de ser niño es la ingenuidad, que se pierde más pronto en las zonas citadinas, en comparación con las rurales. Luis trabaja mucho; si no hace radio o televisión, visita escuelas públicas. Escribe libros y los lee en los planteles, pero sin la parsimonia que suele acompañar las presentaciones de los textos. "Leo y voy tomando apuntes de las reacciones. Cuido mucho estar en relación con el niño real, no con esa imagen falsa.
Las prohibiciones que generan rechazo
"Hay un pequeño que es buscado comercialmente, pero sé que para ellos es muy cansado que todo el mundo les dé consejos de esos de abrígate bien, acábate todo lo del plato, cuídate de... Eso les hace generar rechazo. A los niños urbanos algo que les está molestando es que están sobreocupados. En la escuela no tienen, porque no existe, tiempo libre, salvo en los recreos, que son cortitos y coartados. Por todos lados hay letreros que exigen que no corran, no griten, no empujen. Los quieren quietos y sentados. Por otra parte, ocurre que los papás casi no conviven con ellos. Se crea una mezcla rara de un tiempo muy teledirigido de mensajes con otros de ausencia", expuso.
Luis compone generalmente a partir de una idea, de una frase de un chico, de algo que vio. "Una vez un niño en la entrada de la escuela le pidió a su mamá que se quedara, que no fuera al trabajo. Daba vueltas. Son muchos los pequeños que no quieren que sus papás vayan al trabajo. Las canciones que ahora ofrezco, los niños ya las conocen por el programa Bizbirije. Hay una que se llama Angelina, en la cual un chavo está preocupado porque llevó a una chava al río, se cayó y se ahogó, glu, glu, glu, glu. Es una situación despapayosa; hay muchas peleas."
Todos los domingos, a las 9 horas, Luis canta y entretiene a los chipotes en la frecuencia de Radio UNAM. Ha ido acrecentando su público. "A lo que hago le llamo canciones infantiles, porque de hecho les gustan a los padres. Manejo códigos infantiles, más que otros relacionados con la edad. El gran problema que yo veo en la composición para niños, y eso en toda Latinoamérica, es ese precepto que señala que 'de eso no se habla, ni de eso, ni de aquello'. Entonces, cuando no encuentras palabras para decir algo se crea mucha angustia. Como adulto también. Es angustiante acumular experiencias y no poderlas llamar por su nombre, expresarlas. Por eso las personas necesitamos tanto la ficción, ver telenovelas, cine, oír chismes, lo que sea; somos devoradores de ficción. Necesitamos estar significando experiencias, si no explotaríamos, por acumulamiento de emoción no digerida."
Chabelo y la publicidad permanente
Señala que hay programas que manejan al niño como consumidor. "El caso de la emisión de Chabelo es más bien una publicidad permanente, sin contenidos. Lo bueno es que en Latinoamérica hay gente que está haciendo cosas diferentes. Hay grupos y artistas con unas propuestas alucinantes. No son para los medios masivos que operan hoy. Los padres tienen que llevar a los niños a esas opciones. No porque lo más cercano sea comida para perros, los niños deben comerla. Más allá hay otra cosa, mejor y adecuada." Considera que la educación y la cultura son valores acendrados en todas las clases sociales. Por eso se da la búsqueda de lecturas, de espectáculos para niños. Opina que el Estado mexicano atiende a sectores como el de los niños mucho más que en otros países. "El neoliberalismo es más agresivo en otras latitudes".
Pescetti estudió musicoterapia y dice que el respeto al contenido de las canciones es directamente proporcional al perfil comercial de la radio. "Se deja de ser niño o se pierde una parte importante cuando se toma conciencia de la vergüenza." Recomienda oír a Bandula, Patita de Perro, Rita del Prado, Palabra Cantada, Taller de los Juglares, Canciones para no dormir la siesta, Rosa León, Mazapán, Musiqueros, todos de varios países de Latinoamérica. "Si en el primer disco, Vampiro negro, hubo relajo, en este segundo, Cassette pirata, hay mucho más", concluyó Luis, quien ofreció su correo para retroalimentarse: www.pescetti.com.