Ť Nueva oleada de ataques contra Kabul, Kandahar, Herat, Jalalabad y Mazar-e-Sharif
Bombardea Estados Unidos aldea controlada por la Alianza del Norte; 10 muertos y 20 lesionados
Ť La ofensiva, en respuesta a la captura y ejecución del líder rebelde Abdul Haq, afirman
AFP, DPA, AP Y REUTERS
Kabul, 28 de octubre. Estados Unidos intensificó los ataques aéreos sobre Kabul, Kandahar, Herat, Jalalabad y Mazar-e-Sharif.
En la aldea de Ghanikhil, cerca de la capital afgana y dominada por la Alianza del Norte, cayeron varias bombas que dejaron un saldo de al menos 10 civiles muertos y 20 lesionados.
Ya entrada la madrugada del domingo la artillería antiaérea del talibán volvió a activarse contra un avión que sobrevolaba Kabul, tras descargar una bomba sobre el frente norte. La capital sólo disfrutó de una relativa calma la noche del sábado.
Los reportes de prensa calificaron de "insólita" -por su intensidad- la nueva oleada de bombardeos, particularmente sobre el frente norte talibán de Kabul y parte de la capital, así como en torno a la base aérea de Bagram y la entrada del valle de Kapisa, en un área de 50 kilómetros y donde cayeron 35 bombas.
El peor de los bombardeos, según trascendió, sería al parecer en respuesta a la captura y ejecución del líder opositor Abdul Haq, un legendario combatiente de la resistencia contra los soviéticos.
También se conoció que en los ataques del jueves por la noche sobre Kabul una bomba cayó en una oficina de la ONU, y causó la muerte de dos perros entrenados para desactivar minas.
Dos vehículos resultaron dañados pero afortunadamente ningún miembro de la organización resultó herido, informó desde Islamabad la vocera Stephanie Bunker.
A su vez, fuentes de organismos de derechos humanos estadunidenses afirmaron que al menos 23 civiles, niños en su mayoría, murieron el 21 de octubre durante un bombardeo sobre el pueblo de Thori, cerca de una base talibán.
La aviación estadunidense comenzó los bombardeos la madrugada del sábado y los mantuvo a lo largo del día y aún por la noche, en un esfuerzo por debilitar las líneas del frente talibán, tanto en las afueras de Kabul como en la provincia de Samangan, a fin de permitir un primer avance de la opositora Alianza del Norte, que a la fecha continúa estancada en sus bastiones.
En esta ofensiva los estadunidenses atacaron un complejo militar del talibán en la capital del país, y al parecer hicieron blanco en un depósito de municiones en los límites de la ciudad, causando llamaradas de gran altura. Los cañones de la defensa antiaérea, montados sobre camionetas, respondieron con una serie de ráfagas.
Los ataques en el frente norte de Kabul se concentraron en dos importantes puntos: la base aérea de Bagram, a 50 kilómetros al norte de la capital, y en torno a la entrada del valle de Kapisa, unos 30 kilómetros al noroeste. Ahí, según la oposición, fueron alcanzados tanques, soldados y la defensa antiaérea.
Por su parte, habitantes expresaron que en 11 horas cayeron unas 20 bombas sobre la zona. Los bombardeos se extendieron a la montaña de Sia Ku, frente al aeropuerto de Bagram, ocupado por la oposición. Pero ante el fuego antiaéreo, las aeronaves volaban a gran altura.
La televisión británica Sky News confirmó reportes del talibán y de la oposición en el sentido de que los proyectiles estadunidenses se desviaron y cayeron sobre la aldea de Ghanikhil, dentro de la zona dominada por la Alianza del Norte. El ataque provocó la muerte de una familia de 10 miembros y heridas a veinte personas más, cuyas casas quedaron destruidas.
La emisora inglesa aseguró que el cohete fue lanzado por un avión F-18 Hornet de la armada estadunidense, el cual fue visto volando en dirección equivocada, hacia una zona controlada por las fuerzas opuestas al talibán. Poco después de lanzar su carga la oposición admitió que ésta cayó en la aldea bajo su control, y en una toma se observó a un adolescente ensangrentado entre los escombros.
El talibán mantuvo sus ataques con baterías antiaéreas contra los aviones estadunidenses, y respondió con cohetes y morteros contra los opositores de la Alianza del Norte. Una serie de explosiones resonaron en el frente de batalla en Jom Qadam, a 40 kilómetros al norte de Kabul, mientras que sobre el terreno de Rabat y a pocos kilómetros de Bagram se desataron tiroteos entre los bandos.
Estados Unidos atacó por primera vez Talokan, capital provincial de Takhar, que está en manos del talibán, en donde una de las bombas cayó sobre un bazar y causó dos heridos, reportó la agencia local Aip.
Los ataques prosiguieron sobre Kandahar, Jalalabad y Herat. En esta última ciudad sureña el aeropuerto y el 17 batallón de la milicia afgana fueron alcanzados al menos seis veces desde el viernes por la tarde. Allí una persona murió y cinco resultaron heridas, y hubo otras dos víctimas mortales en Kandahar.