SABADO Ť 27 Ť OCTUBRE Ť 2001

EL ATAQUE

Ť Ha fracasado el esfuerzo para provocar rupturas en el régimen, admiten en Washington

No avanza la campaña militar de EU en Afganistán; el talibán, aún en pie

Ť Kabul ha logrado rechazar la mayoría de las ofensivas de la oposición, reconoce el Pentágono
Ť Es una operación muy complicada; no es guerra tradicional, justifica el almirante Stufflebeem

JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES

Washington y Nueva York, 26 de octubre. La campaña militar de Estados Unidos contra el gobierno de Afganistán no está avanzando como se deseaba y altos funcionarios del Pentágono han debido reconocer esta semana que 20 días después de haber comenzado los bombardeos el régimen talibán sigue en pie, aún controla las principales ciudades y los esfuerzos para ar-mar un frente unido de la oposición afgana no han rendido frutos.

Según Washington, sus fuerzas han logrado destruir muchas de las principales bases militares afganas, han eliminado las defensas aéreas no móviles y obligado al enemigo a dispersarse por el país.

Pero los oficiales del Pentágono reconocieron esta semana que las fuerzas del talibán han logrado re-chazar la mayoría de las ofensivas montadas por la oposición y que los militares estadunidenses no han avanzado en uno de los ob-jetivos centrales de la campaña: encontrar a Osama Bin Laden.

"Se han comprobado como guerreros fuertes -dijo esta semana el almirante John Stufflebeem-. Es-tamos en un terreno en el cual ellos son los expertos, y es extremamente severo".

Pero Stufflebeem rechazó hoy en conferencia de prensa que se esté estancando el esfuerzo militar estadunidense: "En lo personal, no creo que nos estén empantanando, o que nos estemos empantanando. Esta es una operación muy complicada. No es guerra tradicional de fuerza contra fuerza".

Agregó que "existen aquellos que están frustrados de que esto no esté ocurriendo más rápido, o de que un aspecto no se esté empleando más, pero estamos satisfechos con la manera en que se está conduciendo la campaña".

Stufflebeem dijo que los comandantes estadunidenses creen que ésta "es la tarea más difícil que hemos tenido desde la Segunda Guerra Mundial".

Revés, la ejecución de Haq

afghan_bombing_vi26mnNo obstante, Estados Unidos su-frió varios reveses significativos en su campaña militar esta semana, entre ellos la ejecución hoy de Abdul Haq en Afganistán, un líder clave de las fuerzas antitalibán.

Haq había ingresado a Afganistán en secreto hace varios días y se informó que fue capturado por algunos de los jefes tribales en el sur, a los que buscaba convencer para sumarse a la oposición.

Poco después de ser capturado, los jefes lo entregaron al gobierno talibán y el veterano guerrillero fue ejecutado.

Funcionarios estadunidenses deseaban que Haq se convirtiera en uno de los integrantes de un go-bierno de transición que están intentando conformar con los di-versos elementos opuestos a Ka-bul. Esos funcionarios indicaron este día que Haq era de importancia particular porque provenía de la parte sur de Afganistán.

Aunque hay significativas fuerzas opositoras en el norte de ese país, funcionarios estadunidenses reconocieron esta semana que no han logrado dividir a las fuerzas talibanes ni generar una oposición importante a ese régimen en el sur del país, donde se encuentra el grupo étnico afgano más grande, el pashtún, que representa a 40 por ciento de la población.

Además, hay más indicios de que la hostilidad al esfuerzo bélico estadunidense se incrementa en Pakistán, donde decenas de miles marcharon el viernes en apoyo al régimen talibán.

La animosidad ha llegado a tal punto que hubo disparos contra un helicóptero militar estadunidense en Pakistán, y este viernes los lí-deres de Jamaat-i-Islami, el partido islámico más grande de ese país centroasiático, pidieron a los soldados sublevarse para derrocar el gobierno pro estadunidense del general Pervez Musharraf.

El general Musharraf ha reiterado que espera que la guerra sea concluida lo más rápido posible. Pero Washington no ofrece ningún indicio de que se aproxime el fin en Afganistán, y ahora está hablando de ampliar allí la presencia de sus tropas terrestres.

"Bombardeamos Vietnam del Norte durante 15 años y no logramos que se arrodillaran", comentó un funcionario del Pentágono al Washington Post. Otro alto oficial citado por el Post dijo que la intervención estadunidense en Afganistán será "larga y desordenada".

Hace unos días el almirante Mi-chael Boyce, comandante principal de las fuerzas británicas, ad-virtió que la campaña de bombardeo de Afganistán no será suficiente para lograr los objetivos, y que las tropas terrestres tendrían que operar en ese país durante un largo periodo para cumplir con la ubicación de Bin Laden y destruir su red Al Qaeda.

"Es concebible que podríamos conducir una operación por un periodo de días, y tal vez de hasta varias semanas", declaró al diario The New York Times.

Pero al alargarse la guerra George W. Bush no sólo corre el riesgo de poner en peligro la estabilidad de su aliado Pakistán, sino también de no mantener unida a su "coalición" internacional.

"Espero que los estadunidenses hagan todo lo posible para no ex-tender la duración de los ataques; esto es muy importante para nosotros", señaló el presidente egipcio Hosni Mubarak.

Mubarak y muchas de sus contrapartes en el Medio Oriente ad-vierten que una campaña bélica prolongada que provoque una creciente tasa de bajas civiles podría alimentar sentimientos antiestadunidenses no sólo en Pakistán, sino en otros países de la región.

Preocupación por el Ramadán

Las naciones islámicas están particularmente preocupadas de que la campaña de bombardeo continúe durante el mes sagrado del Ramadán, periodo que comienza a mediados de noviembre.

El senador Joseph Biden, presidente del Comité de Relaciones Exteriores, advirtió esta semana que Estados Unidos corre el riesgo de ser percibido como el "pendenciero de alta tecnología".

En un discurso ante el Consejo de Relaciones Exteriores, afirmó: "Entre más dure el bombardeo, más susceptibles seremos a la critica, justificada e injustificada, en el mundo islámico".

Pero la gran interrogante ahora es qué sigue y si Estados Unidos continuará bombardeando e intervendrá con más acciones de sus fuerzas especiales durante el severo invierno de Afganistán, y si ignorará el consejo de sus aliados en Medio Oriente y continuará el ataque durante el periodo religioso del Ramadán.

Al respecto, el secretario de De-fensa, Donald Rumsfeld, comentó esta semana que no necesariamente se suspendería el bombardeo durante Ramadán, pero oficiales del Pentágono indicaron que si las fuerzas antitalibán no logran tomar el gobierno antes de que finalice noviembre, podrían no lanzarse nuevas ofensivas hasta después del invierno, en marzo o abril.

Pero las fuerzas antitalibán todavía ni siquiera logran consenso o unidad suficiente como para ar-mar un gobierno de oposición, y una reunión convocada esta semana por los opositores afganos en Pakistán fue boicoteada por varias figuras importantes, entre ellas el ex rey de Afganistán.