VIERNES Ť 26 Ť OCTUBRE Ť 2001

Ť Leonardo García Tsao

Empieza hoy la 46 Seminci de Valladolid

Hoy comienza la edición 46 de la Semana Internacional de Cine de Valladolid, festival cuya importancia en España es secundaria sólo a la de San Sebastián. De carácter más local, la Seminci (como se abrevia su largo nombre) ha sido dirigida por casi dos décadas por el crítico madrileño Fernando Lara. Y esa estabilidad, aunada al rigor y seriedad de su organización, le ha dado un merecido estatus de prestigio aunque no sea un festival de categoría competitiva reconocida por la Federación Internacional.

Eso le permite a Valladolid seleccionar filmes para su competencia ya exhibidos en certámenes anteriores -Berlín, Cannes, Venecia y Montreal, sobre todo-, con la única condición de que sean estrenos en España. Este es un festival que busca títulos de relevancia política, o autores muy comprometidos con su realidad social (Ken Loach y Abbas Kiarostami son aquí los consentidos). No hay lugar para el entretenimiento frívolo o el escapismo de marca hollywoodense.

Por ello, para la función inaugural se ha escogido un título muy oportuno, dadas las condiciones mundiales. Se trata de Kandahar, la realización más reciente del iraní Mohsen Majmalbaf, que desde luego no trata acerca de los bombardeos recientes sobre esa ciudad de Afganistán, pero sí aborda el padecimiento de sus mujeres bajo el régimen talibán. En una especie de docudrama, Majmalbaf narra el viaje de regreso a su país de una afgana, ahora periodista en Canadá, con la intención de salvar a su hermana, que ha amenazado suicidarse antes de un eclipse. La película peca de didactismo y de obviedad en su denuncia.

La segunda cinta en competencia, El huérfano, de Anyang, es más lograda. Esta producción china independiente es la ópera prima del novelista Wang Chao y su trama podría haber salido de un melodrama mexicano de los años cuarenta: un hombre desempleado se encarga del cuidado de un bebé abandonado; éste resulta ser el hijo de una prostituta y un gángster que, al saberse desahuciado, también deseaperfume de violetas-1 adoptar al niño. Pero Wang no busca el valor melodramático sino cuenta su historia de soledad y apremio económico con una mirada distanciada, que recurre al plano fijo con efectividad.

En cuanto al país anfitrión, tres películas compiten por la Espiga de Oro. La primera es Dama de Porto Pim, el regreso a la dirección de Toni Salgot tras 13 años de inactividad (de él se conoció en México su interesante Mater amantísima). Los pasos perdidos es el segundo largometraje de la uruguaya Manane Rodríguez y aborda el tema de la paternidad desconocida tras los años de la dictadura militar argentina. Y Sólo mía, ópera prima de Javier Balaguer, con previa experiencia de asistente de director.

De México no hay títulos en competencia. Como Arcelia Ramírez estaba invitada en un principio a ser miembro del jurado, eso impedía que Perfume de violetas, de Maryse Sistach, estuviera en concurso. Sin embargo, la actriz canceló por su trabajo teatral y la cinta en que ella participa se quedó en la sección Punto de encuentro.

Otra sección de interés es Tiempo de historia, dedicada a exhibir documentales. Dos títulos llaman la atención: Caminantes, del español Fernando León de Aranoa, enfoca la marcha zapatista del año pasado, y El caso Pinochet es otro riguroso testimonio del chileno Patricio Guzmán sobre la historia reciente de su país.

Como complemento se ofrecen los ciclos retrospectivos. La obra completa de Luchino Visconti, desde Obsesión (1943) hasta El inocente (1976), podrá ser apreciada en copias nuevas o restauradas. (No es que uno quiera hacer comparaciones odiosas, pero Ƒcuándo presentarán algo semejante la Cineteca o la Filmoteca de la UNAM?) Por si eso no fuera suficiente, también se presentan los seis Cuentos morales de Eric Rohmer. (El canal 22 exhibió cuatro de ellos el año pasado, pero son pocas las oportunidades de verlos en pantalla grande.)

No es gratuita la buena reputación que tiene la Seminci como un festival para cinéfilos exigentes.