Ť La nueva política energética incluye decisiones en petróleo, gas, electricidad y derivados
Participación privada como nunca antes en petroquímica, anuncia Fox
Ť Política de precios congruente y competitiva, exigen los industriales químicos al presidente
Ť Plantearon negociar un TLC con el mercado común sudamericano por su potencial de compra
MIRIAM POSADA Y JESUS ARANDA
Ante las quejas de los industriales químicos por la falta de inversión del sector público en petroquímica y la indefinición para que las inversiones privadas entren en esta actividad, el presidente Vicente Fox señaló que su gobierno está impulsando una política de participación privada ''como nunca antes se había hecho", y detalló que la ''nueva política energética'' incluye decisiones integrales en materia de petróleo, gas, electricidad y derivados.
Esos objetivos, añadió Fox, no se podrán alcanzar sin recursos y sin los cambios legales e institucionales. ''La falta de recursos para la inversión es un riesgo real a la soberanía energética de México'', advirtió el Ejecutivo luego de instar a los legisladores a establecer un marco jurídico y financiero que responda a los retos y exigencias de este nuevo siglo.
Al encabezar la ceremonia del 33 Foro Nacional de la Industria Química, el Ejecutivo dijo a los empresarios que en el último trimestre de este año se reactivará la cadena urea-amoniaco, en las plantas petroquímicas de Veracruz por lo que se dejará de importar el equivalente a 160 millones de dólares al año.
Asimismo, señaló que durante su gira por Europa comprometió inversiones italianas, francesas y españolas en esta rama de la industria, y aseguró que la nueva política energética pretende encontrar las condiciones necesarias para la inversión complementaria del capital privado.
Francisco Puente Santamaría, presidente de la ANIQ, había advertido en su participación ante el presidente que es urgente ''y no podemos seguir esperando'', encontrar mecanismos que permitan la inversión privada como complemento a la pública para asegurar el abasto de productos refinados, gas, energía eléctrica y productos petroquímicos en el país.
Expuso también que durante 2000 las importaciones de productos químicos ascendieron a 8 mil 946 millones de dólares, lo que representó un incremento de 16 por ciento respecto a 1999, lo que refleja el abasto insuficiente de productos elaborados por Petróleos Mexicanos (Pemex).
Al exponer el panorama del sector destacó que su balanza comercial tiene un saldo negativo de 5 mil 371 millones de dólares, que equivalen a 67 por ciento del déficit de la balanza comercial nacional, y es que, dijo, 48 por ciento de los requerimientos nacionales se satisfacen vía importaciones.
Por eso, Puente Santamarina exigió al presidente Fox encontrar pronto, ''porque no podemos seguir esperando'', mecanismos que permitan la inversión privada como complemento a la pública en el sector energético en general, y en la petroquímica en particular.
En voz de su representante, los industriales químicos instaron al Ejecutivo a definir una política de precios congruente, competitiva a nivel mundial y de largo plazo para los precursores petroquímicos y energéticos reservados al Estado; asegurar el abasto suficiente y eficiente de insumos energéticos y petroquímicos, y permitir que Pemex reinvierta sus recursos para mantener en óptimas condiciones sus instalaciones y asegurar la actualización tecnológica.
Puente Santamarina puso sobre la mesa la importancia de negociar un tratado de libre comercio con el mercado común sudamericano, pues podría representar exportaciones adicionales por 600 millones de dólares. Rechazó establecer una negociación comercial con Singapur, e instó a defender a la industria nacional de prácticas desleales, ilegales y depredatorias de comercio internacional, por lo que consideró necesaria una revisión exhaustiva de las leyes correspondientes.
A su vez, el Ejecutivo destacó que en los albores del siglo XXI México debe aprovechar su destacada ubicación geográfica, el profesionalismo de sus recursos humanos y el potencial de la planta productiva para convertir a la industria química en un pilar del crecimiento económico. Para conseguirlo es necesario sumar esfuerzos ''porque este gobierno está impulsando una política de participación privada como nunca antes se había hecho para que el Estado sea fuerte'', aseguró.
Como opciones para el desarrollo planteó incrementar las exportaciones de productos químicos a regiones como el Mercosur por ser un mercado potencial, pero antes es necesario fortalecer la industria petroquímica a través de la reforma al régimen fiscal de Petróleos Mexicanos como parte de la nueva política energética.
Esta, dijo Fox, ''tiene como principios rectores la salvaguardia de la soberanía sobre los recursos energéticos del país, la creación de condiciones necesarias para la inversión complementaria del capital privado, la preservación del patrimonio energético, el impulso a las empresas públicas, la protección del medio ambiente, así como la promoción de las empresas y la inversión privada".
Sin embargo, dijo, la falta de recursos para la inversión es un riesgo real para la soberanía energética, por lo que convocó a empresarios, legisladores y funcionarios públicos a establecer un marco jurídico y financiero que responda a los retos y a las exigencias del nuevo siglo.
Por lo pronto, señaló que en petroquímica se está avanzando con la reactivación de la cadena amoniaco-urea en Coatzacoalcos, Veracruz, que permitirá contar con un suministro de urea más estable para el campo mexicano, así como abatir importaciones por 160 millones de dólares anuales