VIERNES Ť 26 Ť OCTUBRE Ť 2001

Ť Aprovechar la tecnología para llegar a todos, propone

Sólo 1% de hijos de indígenas estudian nivel superior: Tamez

Ť 91 por ciento de usuarios de Internet son de países de la OCDE

Ť Van a la universidad únicamente 2.2 millones de mexicanos

CLAUDIA HERRERA BELTRAN ENVIADA

Monterrey, NL, 25 de octubre. Los jóvenes más pobres de México tienen pocas expectativas de ingresar a la educación superior, advirtió el secretario de Educación Pública, Reyes Tamez Guerra, al dar a conocer números "dramáticos" sobre este problema: sólo 1 por ciento de los hijos de familias indígenas estudian este nivel, lo mismo que 3 por ciento de jóvenes que provienen del medio rural.

Los estudiantes de estratos económicos más altos son los que cuentan con mayores oportunidades de continuar estudios universitarios: 45 por ciento de los jóvenes de clase media tienen acceso a este nivel educativo, así como 11 por ciento de quienes provienen de familias de escasos recursos que viven en las ciudades.

Después de participar en un simposio sobre el uso de la tecnología para el desarrollo social en América Latina, explicó en entrevista que para incrementar la cobertura en enseñanza superior, este gobierno aprovechará más las nuevas tecnologías que los sistemas tradicionales, porque estos son insuficientes para ampliar la atención.

Las cifras más recientes de la SEP indican que 2 millones 200 mil jóvenes, apenas una quinta parte de los mexicanos de entre 19 y 23 años, están inscritos en alguna institución de educación superior, y el resto está fuera del sistema educativo.

En el primer día de trabajos del simposio organizado por el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), el tema de la enseñanza superior fue abordado también por el presidente de Guatemala, Alfonso Portilla Cabrera, quien señaló que las universidades ya no deben preocuparse tanto por dar conocimientos ni por formar mano de obra calificada, sino por enseñar a sus alumnos a reconocer y a vivir en la diversidad cultural.

El problema no se resuelve con universidades tradicionales

Luego de exponer ante una treintena de rectores de América Latina los programas mexicanos para el uso de la tecnología y los rezagos en educación superior, Tamez indicó que con universidades tradicionales va a ser difícil incrementar la matrícula en México y en el mundo.

Explicó que apenas 1 por ciento de la población del planeta tiene acceso a la educación superior, y si se pensara usar las universidades tradicionales para dar acceso a todos se necesitaría crear una institución que titulara a 35 mil estudiantes por semana.

Para afrontar este problema, explicó, países con escasos recursos, como México, necesitan aprovechar la tecnología y llevar la educación a las comunidades más alejadas, de las que los jóvenes difícilmente van a salir.

Admitió que este problemas no va a resolverse sólo con el otorgamiento de becas a estudiantes pobres, sino también "convenciendo" a las familias de zonas indígenas y rurales de la importancia de que sus hijos tengan un mejor nivel educativo, porque eso les significará mejores ingresos.

En el panel, en el que participaron también los ministros de Educación de Chile y Guatemala, Tamez señaló que además del acceso desigual a la educación, en el mundo hay una "impresionante" brecha tecnológica entre países ricos y pobres. Indicó que 91 por ciento de los usuarios de Internet pertenecen a países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, y 99 por ciento del gasto en tecnología se hace sólo en 55 países.

La ministra de Educación de Chile, Patricia Alwyn, consideró que el uso de la informática ya no es una disyuntiva, sino una obligación, porque bien empleada se puede convertir en instrumento democratizador, pero si no es así, también puede agrandar las brechas. Indicó que en Chile existe el proyecto Enlace, que permite a 90 por ciento de los estudiantes usar computadora en la escuela, y a 60 por ciento conectarse a la red, y esto ha sido posible porque la compañía Telefónica dio 10 años de acceso gratuito a Internet a las escuelas.

Tamez también apostó por el uso de la tecnología en educación, y mencionó como ejemplo de sus ventajas los "cambios impresionantes" que su uso provocó en una comunidad indígena de Oaxaca, donde los habitantes ahora comercializan orfebrería por Internet.

La meta de este gobierno, dijo, es que en 2006 haya 20 mil cabeceras municipales que estén interconectadas a través de la red, lo que significaría cubrir 90 por ciento de la población.

El ministro de Educación de Guatemala, Mario Torres Marroquín, dijo que los países del tercer mundo no han tenido acceso a la tecnología, lo que va a profundizar aún más las diferencias sociales y a provocar mayores conflictos.

Una universidad que enseñe a pensar

Por la tarde, el presidente de Guatemala ofreció una conferencia sobre los desafíos de la educación superior en la globalización, en la que señaló la necesidad de superar las viejas concepciones de la universidad como una agencia para generar ciudadanos o miembros de una sociedad política o de un espacio para preparar mano de obra calificada para el mercado de trabajo.

Aseguró que la universidad tiene nuevos retos: preocuparse por la libertad de la persona y su proyecto de vida, y por que promueva la comunicación intercultural y la gestión democrática de la sociedad.

Otro desafío para la universidad latinoamericana es el de renovar la voluntad de corregir la desigualdad social, para lo cual se requiere una nueva educación centrada en formar las capacidades de reflexión e integración de las personas.