JUEVES Ť 25 Ť OCTUBRE Ť 2001
RUTA SONORA
Patricia Peñaloza
Rocanreactivación, dos Beatles, Fat Boy Slim
TAL VEZ LA política de guerra estadunidense no ha reactivado del todo su economía, pero sí que ha ayudado a reactivar la audiencia de las megaestrellas gabachas y británicas. Más y más festivales por las víctimas (Ƒcuándo pararán?). Sir Paul McCartney encabezó su Concert for New York el sábado 20, con elenco de lujo: una especie de ola inglesa (ese apoyo sí se ve) que dejó todo lleno de polilla el Madison Square Garden. No llevó a Led Zeppelin como advirtió pero sí a Roger Daltrey y Pete Townshend de The Who. Y como en este apartado se vaticinó, no se reflexionó profundamente (salvo en casos aislados) sino que se dio espacio a la lágrima fácil, la melcocha sentimental y el olvido de que muchas muertes más han sido perpetradas por los gobiernos gringos e ingleses... Resultados: 14 millones de dólares para apoyar a los familiares de los héroes del 11 de septiembre -bomberos y policías de Nueva York fallecidos.
ESO SI, EL espectáculo debió estar bomba dada la capacidad del ex Beatle para convocar, en una sola fecha, además de los citados, a Keith Richards, Mick Jagger, James Taylor, David Bowie, Eric Clapton, Elton John (uno desde el DF, otro rumbo a). Otros veteranos fueron Billy Joel, Bon Jovi, John Mellencamp y Melissa Etheridge. En el ala joven, compartieron escenario los Backstreet Boys, las chamaconas de Destiny's Child y el rapero Jay-Z, "reunidos sin fronteras musicales ni generacionales para simbolizar la tolerancia y la unión entre todos" (ššaaaaaaah!!). También los comediantes Billy Crystal y Jerry Seinfield estuvieron ahí.
DE ENTRE DECENAS de anécdotas, además de buen rocanrol de oficio (nomás que totalmente alienado ya), destacaron dos sucesos: uno, el show de The Who, interpretando sus clásicos Who are you, Baba O'Riley y una versión extendida de Won't get fooled again (Ƒcon mensaje?); lástima que en su momento, Daltrey espetó algo medio rancio: "Estamos con los ciudadanos de Nueva York, sentimos su dolor. El pueblo británico apoya totalmente a América, estamos sobre su hombro, pues han estado con nosotros muchas veces: de no ser por ustedes, quizá hubiéramos perdido la Primera Guerra Mundial y tal vez la Segunda". Ni hablar. Que mejor sólo toquen. El segundo momento, un poco triste (acaso un indicador, como toda esta manifestación, del pensamiento cerrado de muchos sajones), fue cuando el actor Richard Gere se acercó al micrófono a hacer "un llamado a la compasión, la comprensión y la tolerancia, en lugar de la violencia y la venganza", el pobre gigoló recibió una sarta de buuus por parte del respetable. Una pena.
Y AUNQUE ES un poco hartante, se avecina otro concierto más, en el que varios newyorkers, encabezados por los Beastie Boys, harán lo suyo. Estos muchachos por lo menos tienen ya un lugar ganado como defensores de los derechos humanos (en particular han apoyado la lucha por la libertad del Tibet). New Yorkers against violence (Neoyorquinos contra la violencia), a celebrarse el domingo 28, anuncia un poquito más de crítica; dice el beastie Ad-Rock: "quizá realicemos este acto en dos partes; planeamos hacer algo desde el mismo día de la tragedia, y lo único que sabemos hacer es música. Pero lo ocurrido ese día no lo es todo; hay violencia en todas partes y sentimos que debemos expresarnos contra ella". Pero como los "fondos de ayuda a las víctimas..." ya han de estar que revientan, los chicos bestiales donarán los fondos a la Fundación de las Mujeres de Nueva York (grupo que ayuda a mujeres de bajos ingresos) y a la Asociación Neoyorquina para Nuevos Estadunidenses (apoya a refugiados e inmigrantes).
Y MIENTRAS LOS conciertos de la beneficencia pululan, discos para escuchar en casita. Qué mejor que la música de dos ex Beatles. En primera instancia, muy para beatlemaniacos, George Harrison, que aunque ha estado muy malito tras sus tratamientos contra el cáncer, grabó la rola Horse to the water, la cual vendrá incluida en el próximo disco del pianista Jools Holland, Small World, Big Friends. Según el boletín, el track "no es ni una balada ni un rocanrol, pero suena a una mezcla entre Bob Dylan y John Lennon". ƑSerá? La mala noticia es que por lo pronto sólo se editará en el Reino Unido; en EU hasta marzo y en México... no perdamos la fe. En segundo lugar, el disco Driving Rain, del buen Paul, a editarse el 13 de noviembre, cuyo sencillo From a lover to a friend y sus ganancias, van también para las familias de los bomberos finados (šya, por favor!).
Y DANDO UN giro diametral, se recomienda altamente asistir al reventón de la semana, patrocinado por Cookie & Ramiro (quienes trajeron ya a LTJ Bükem): la presentación del británico Norman Cook, mejor conocido como Fatboy Slim, inusual estrella del electrónico, quien llevó al big beat a sendas alturas y ha hecho de sus mezclas un suceso totalmente divertido y extravagante. Es sin duda, el chico-fiesta. Cook comenzó su carrera hace 15 años como bajista del grupo The Housemartinis; luego formó la banda pesada Beats International. Más tarde se adentró en la escena dance para editar distintos sencillos bajo seudónimos como Freakpower, Mighty dub katz, Pizzaman, Norman Cook presents wildski y Friend funk food. Pero el seudónimo que lo llevó a la cima es Fat Boy Slim, mediante su disco Better Living Trough Chemistry (1997): una lluvia de sonidos mezclados desde el toilet, plenos de funk, soul, tecno delirante, y los beats más jazzy de los 60 y 70. A Fatboy le acompañarán otros dos ingleses no menos importantes: Dave Seaman y Timo Maas. De México, Martín Parra, Cookie y Erich Martino. Miércoles 31 de octubre, Salón 21; $350. Boletos en Tower Records (en la compra de dos boletos, un disco de Fat Boy Slim).