Ť Asegura que ahora hace el amor más y mejor
El ''nuevo'' Sabina da consejos para los que van ''por la senda de la perdición''
DPA
Madrid, 24 de octubre. Una isquemia cerebral le dio un susto de muerte. Desde entonces, el cantautor español Joaquín Sabina abandonó la noche en la que llevaba viviendo casi 30 años, dejó el alcohol, el tabaco y las drogas y comenzó una nueva vida.
Los médicos le aseguraron que tuvo suerte, porque la obstrucción de una vena en el cerebro suele tener consecuencias más graves. "Me contaron cuáles son los peligros y, por mis santos cojones, voy a obedecerles", comentó recientemente en una entrevista con El País Semanal.
Desde que salió de la clínica a fines de agosto, aumentó ocho kilos, hace ejercicio y está encantado con su existencia. "Tantos años aguantando a base de alcohol y cocaína me habían hecho perder el sentido del gusto". Y comenta a todo el que quiera oírlo que ahora hace el amor más y mejor.
Tanto cambió el cantante, otrora famoso por sus excesos, que incluso se atreve a dar consejos a quienes aún van por la "senda de la perdición". "Mi nueva situación pone nerviosos a mis antiguos compañeros de juergas. Yo no sería un buen amigo si no les recomendara que se cuidaran", dice, en referencia a los argentinos Andrés Calamaro y Charly García, entre otros.
Lo que sigue manteniendo del Sabina de siempre es el sentido del humor. De hecho, el día que salió de la clínica dijo: "Estoy vivo y coleando, bien de las tres piernas y las dos manos (...) No habrá disco póstumo este año".
Y a continuación hizo el anuncio que poco tiempo antes parecía imposible: "Seguramente cerrará alguna fábrica de tabaco por mi culpa, porque, señores, están viendo a un ex fumador".
De cantante a juntaversos
Joaquín Sabina tiene previsto retomar la gira 19 días y 500 noches, que estaba realizando por Latinoamérica cuando fue hospitalizado, en marzo del año que viene. "Serán conciertos acústicos en teatros, sentadito, nada de grandes montajes."
Además, estaba preparando un nuevo disco, para el que ya tenía reservado el estudio de grabación. Su mano derecha, Pancho Varona, asegura que hay varias canciones escritas, pero que faltan más. "Ya hemos hecho un unplugged. Ahora tenemos que hacer un undrugged", bromea. "Un disco sin tabaco, sin rayas y sin whisky."
Sin embargo, en el futuro de Sabina su otra pasión, la literatura, promete ocupar un espacio mayor a partir de ahora. La noche del martes, el cantautor presentó en Madrid su libro de poemas Ciento volando de catorce, que abarca cien sonetos compuestos a lo largo de los últimos cuarenta años.
Arropado por los poetas Luis García Montero y Angel González, Sabina confesó: "No había soñado tener éxito cantando, pero sí había soñado con escribir poesía".
A pesar de que él mismo se describe como "juntaversos" y no como poeta, tanto García Montero como González destacaron la calidad literaria de Ciento volando... (Editorial Visor), en el que se manifiesta en su plenitud la poesía urbana presente en las canciones de Sabina.
García Montero, que prologa el libro, aseguró que "Joaquín no necesitaba escribir sonetos para demostrar que es un poeta excelente. Basta con escuchar sus canciones". Y añadió: "Joaquín Sabina es cantante y poeta. Por ajustar más: no un cantante metido a poeta, sino un poeta metido a cantante".
González, en cambio, subrayó la diferencia entre el cantautor y el poeta. "Son dos creadores distintos. El autor que canta retrasó la aparición en escena del poeta. De haberse dedicado a la poesía, Sabina tendría ahora una bibliografía tan extensa como es su discografía."
De hecho, entre los planes del "nuevo" Sabina figura aumentar su bibliografía con la publicación en los próximos dos meses de otros dos libros: uno abarcará su correspondencia con el subcomandante Marcos y el otro todas sus canciones, incluidas las que compuso para otros artistas.