Maná comparte escenario con Alanis Morissette y otros artistas en un concierto en beneficio de Africa
PATRICK MACDONALD THE SEATTLE TIMES
El concierto-festival Groundwork 2001 fue como un final triunfante la noche del lunes pasado en la Arena Key de Seattle, al robar corazones y espíritus de los presentes, al mismo tiempo que recaudaba una gran cantidad de dinero para reducir la hambruna mundial, sobre todo en Africa.
Con este concierto concluyó el programa que durante dos semanas organizó Experience Music Project con lleno total todos los días como parte de una campaña en la que se han llevado a cabo conciertos locales y presentaciones en la ciudad de Seattle, a beneficio de los programas de la Organización de Naciones Unidas para combatir el hambre.
Con duración de seis horas, el concierto contó con un elenco internacional y artistas como: Alanis Morissette, Pearl Jam, REM, los mexicanos de Maná y el nigeriano Femi Kuti, entre otros.
REM, grupo oriundo de Seattle, inició el refuego musical. Lo secundaron los locales y bien queridos Pearl Jam -últimos vestigios del grunge originario del lugar-, aunque a éstos los precedió el artista callejero Spoonman.
El elenco, que en esta ocasión se complementó con artistas de otros países, vino a darle forma a este concierto como uno de los más significativos y diversos en la historia del rock en Seattle.
Dado su objetivo y el estado mundial de tensión, el acto tuvo un serio tono bajo. No obstante, REM borró toda esa sensación cuando el cantante Stipe se dirigió al proscenio para incitar a los presentes a unirse a la celebración de una buena causa y exaltar la energía de toda una multitud.
Abrieron con Losing my religion (Perdiendo mi religión) y retadoramente cerraron con It's the end of the world (as we know it) (Como lo sabemos, es el fin del mundo), rola que en algunas estaciones de radio dejó de ser programada luego de los ataques a las Torres Gemelas de Nueva York ?combinada con la pieza política People have the power (La gente tiene el poder), de la cantante Patti Smith. Este acto sirvió para recordar al público que el rock puede ser una fuerza renovadora de cambio y que su mensaje global puede ser factor libertario.
Pearl Jam también se escuchó en gran forma con una serie de rolas con énfasis político, incluyendo una inédita llamada Safe tonight (Esta noche seguro) ?la cual posiblemente quedará incluida en su próximo álbum Talk in code (Hablando en clave), que se lanzaría al mercado el 13 de noviembre?, que parece haber sido inspirada por los recientes sucesos neoyorquinos.
Mensaje de paz y amor
La banda abrió con un cover elocuentemente abrupto de John Lennon, Give me some truth (Dame alguna verdad). El líder Eddie Veder se unió después con el cantante paquistaní Rahat Nusrat Fateh Alí Khan (sobrino del extinto y mítico músico conocido a nivel mundial), quien matizó el concierto con una serie de improvisadas y cálidas vocalizaciones. Rahat abogó por la paz y por que Estados Unidos y las naciones de Medio Oriente dialoguen y sean tolerantes.
El cantante de Pakistán y su grupo fueron presentados por Eddie Veder, quien dijo que la música ofrece "un mensaje de paz, amor y esperanza para el mundo". Los paquistaníes fueron recibidos por el público con entusiasmo, especialmente cuando el intérprete de la tabla (instrumento tradicional) efectuó un solo casi con la misma intensidad de uno de rock.
La participación de Alanis Morissette no fue menos. Con seis rolas llenas de espiritualidad y felicidad, la canadiense vistió una sonrisa de mil watts de potencia y junto con su banda exaltó la filosofía con la canción You learn (Aprende) o con la orientada a la religión Thank you (Gracias). La cantante brincó por el escenario como una liebre, con una energía que transmitió a la concurrencia.
Groundwork 2001 aparentemente fue un éxito en términos monetarios, pero ante el diluvio de otros conciertos benéficos después de los ataques terroristas pareció de menor impacto.
La actriz Gwyneth Paltrow fue la anfitriona y, por cierto, leyó mal las presentaciones de los artistas. No obstante, la audiencia aplaudía cada vez que se aparecía y hasta habló en castellano al presentar al grupo mexicano Maná.
Todos aquellos involucrados en Groundwork 2001 pueden ahora considerarse con una atadura social. La patrocinadora y anfitriona ganó prestigio con esta participación. Esperamos que esto los inspire aún más para realizar más actos de este tipo. traducción de juan josé olivares