Ť México canceló la obra Feliz nuevo siglo, Doktor Freud
La comunión público-actor, apuesta del festival de teatro de Cádiz
Cadiz, 24 de octubre. La puerta a América, la llamada ciudad más antigua de Occidente, esta urbe andaluza es desde hace 16 años sede del Festival Iberoamericano de Teatro ?dedicado en 1997 a México?, que se constituye como el encuentro del género con lo más destacado de la escena de América Latina y España, en esta versión con 26 obras de Argentina, Colombia, Costa Rica, Nicaragua, Panamá, El Salvador, Chile, Guatemala, Paraguay, Perú y México, que canceló la participación de Feliz Nuevo siglo, Doktor Freud, de Sabina Berman, debido a la enfermedad del actor principal Ricardo Blume, obra de la que el festival ''ya había realizado la escenografía".
Maratónico encuentro
Uno de los objetivos del maratónico encuentro, además de presentar las obras, es el intercambio de los teatreros del ''gozo y reflexión, ideas y experiencias" en foros matutinos; se critica e informa de autores, corrientes y generaciones, así como de propuestas de festivales. Para unos el teatro vive una crisis, para otros el impulso del trabajo en escena en ''tiempos de guerra", pero para la mayoría, la celebración del acto teatral en la comunión público-actor, cuando éste se logra, es un acto universal de ''cultura que lo vale todo", dijo Pepe Bablé, director del festival.
El festival no sólo presenta espectáculos teatrales, también música, danza, publicaciones, exposiciones de fotografía y pintura de autores latinos; un homenaje al escritor Antonio Gala, el quinto Encuentro de Mujeres de Iberoamérica en las Artes Escénicas y la entrega del Premio FIT de Cádiz al Festival de Manizales, Colombia.
Entre las obras programadas destacan la del grupo Venezuela Rajatabla, que inauguró con Del amor y otros demonios, adaptación libre de la novela homónima del Nobel Gabriel García Márquez, obra que ha recibido buena crítica y gran acogida por el público; la obra de Colombia Ricardo III, del colectivo Mapa Teatro, clásico de Shakespeare que fue recibido de manera fría, aunque estacan el trabajo actoral y la ingeniosa puesta que juega con elementos escenográficos llamativos, como calaveras, y un vestuario contemporáneo.
El montaje que llama la atención es La escala humana, de Argentina, con miembros del disuelto grupo Caraja-ji. Se trata de un agresivo e impactante drama contemporáneo que sitúa un asesinato familiar como disparador de situaciones límite. Los trabajos de los grupos españoles como los de Zanguango-Trapa-Zaharra y el teatro radiofónico de la Chirogotan de Seúl (agrupación que anima el famoso carnaval del puerto), han dado muestra de madurez y fuerte ironía popular del teatro ibérico.
AGENCIA TODOCULTURA