JUEVES Ť 25 Ť OCTUBRE Ť 2001
Funcionarios de EU "hacen fila" para una entrevista con Al Jazeera
Los corresponsales en Washington de la televisora qatarí Al Jazeera ya no tienen dificultades para conseguir entrevistas. Todo lo contrario, los responsables del gobierno de Goerge W. Bush hacen cola para salir al aire en el mundo árabe.
En una pequeña habitación del National Press Building, un periodista se encuentra al teléfono mientras en la pantalla de televisión se retransmite un debate en árabe y dos técnicos arreglan la sala para recibir más reporteros. "Esperamos refuerzos", explica uno de ellos.
Al Jazeera ha crecido y ahora es una parada obligada para los funcionarios estadunidenses, quienes comprenden que les conviene difundir su punto de vista a través de esta cadena televisiva, seguida por al menos 35 millones de espectadores en el mundo árabe.
Dos altos funcionarios del gobierno de Estados Unidos, el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, y la consejera de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice, concedieron entrevistas a la emisora.
"Recibiremos al presidente Bush si quiere hablar con nosotros, o a cualquier otro", asegura Mohammed Alami, uno de los tres corresponsales de Al Jazeera en Washington, precisando que existen "conversaciones en curso" con la Casa Blanca para entrevistar al presidente de Estados Unidos.
"Antes teníamos que suplicar para conseguir entrevistas con funcionarios del gobierno. Siempre nos pedían deletrear nuestro nombre", recuerda este periodista de origen marroquí.
"Hoy las cosas han cambiado. La última vez que estuve en la Casa Blanca para la conferencia de prensa del presidente Bush teníamos un asiento reservado con el nombre de Al Jazeera", sostiene Alami.
La televisora realizó un golpe maestro al abrir una corresponsalía en Kabul hace dos años, cuando pocos se interesaban en Afganistán.
Desde el comienzo del conflicto el 7 de octubre, es la única emisora que puede difundir hacia el mundo exterior imágenes de zonas bajo control talibán.
Como fue el caso con los mensajes de video pregrabados de Osama Bin Laden dejados a las puertas de la oficina de la cadena en Kabul y que irritaron al gobierno estadunidense, a tal punto que el mismo secretario de Estado, Colin Powell, protestó sobre la cobertura de la cadena ante las autoridades de Qatar.
"Es completamente falso decir que hemos alentado sentimientos contra Estados Unidos o que hemos dado el punto de vista talibán sobre los atentados sin dar la respuesta estadunidense", se defiende Alami.
Los corresponsales de Al Jazeera en Washington se sienten frustrados con las presiones de Estados Unidos, especialmente porque han hecho alarde de ser periodistas profesionales que buscan ejercer la libertad de expresión y han sido formados en los cánones del periodismo occidental. La mayoría de ellos estudió en universidades estadunidenses. Dos de ellos incluso trabajaron durante años para la emisora Voz de América.
Al Jazeera también recibe críticas de los países árabes. "Nos reprochan ser los portavoces de Estados Unidos", destaca Alami, divertido. "Es una regla de oro: si nos critican de los dos lados, significa que hacemos las cosas bien". AFP