JUEVES Ť 25 Ť OCTUBRE Ť 2001
Ť Redada contra sospechosos de pertenecer al grupo de Osama Bin Laden
Reprimen a musulmanes que exigían el ingreso a Pakistán de fundamentalistas muertos en Kabul
Ť La prohibición de la entrada de los cadáveres de luchadores islámicos desató la protesta
AP, AFP Y DPA
Karachi, 24 de octubre. La policía paquistaní re-primió hoy con gases lacrimógenos una marcha de unos 5 mil radicales islámicos, que protestaban porque el gobierno había negado inicialmente el ingreso al país de los cadáveres de 35 fundamentalistas pa-quistaníes que murieron en uno de los bombardeos estadunidenses en Kabul.
El grupo Harakat ul Mujaidin, que lucha en la disputada región de Cachemira, confirmó ayer la muerte de sus militantes el lunes en el sur de Kabul, en una zona residencial de Darul Aman, cuando recién habían llegado para luchar al lado de los talibanes en la jihad o guerra santa contra los estadunidenses.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Pakistán afirmó no tener información sobre la muerte de los islamitas, pero advirtió al gobierno afgano del talibán que, como se lo comunicó hace ya hace "bastante tiempo", "no debía permitir que algún paquistaní forme parte de una de sus fuerzas" para repeler ataques estadunidenses.
Algunas versiones señalaron que los militantes de Harakat ul Mujaidin se habían reunido en forma secreta en una residencia de la capital afgana, no cerca de ninguna instalación militar, cuando agentes de inteligencia estadunidenses y de la oposición afgana avisaron del lugar exacto para que la aviación los atacara.
"Tenemos instrucciones de las autoridades superiores de no recibir los cadáveres", dijo un oficial paquistaní en el puesto fronterizo de Torjam, en la provincia oriental de Bajtiar Jan.
Sin embargo, ante las presiones de los simpatizantes islamitas que salieron a las calles a protestar, las autoridades se vieron obligadas a ceder y permitir el ingreso de los cuerpos.
Las mayores protestas, con unos 5 mil manifestantes, se produjeron en Karachi, de donde eran 22 de los islamitas caídos antes de entrar en combate, de acuerdo con información proporcionada por el mufti Jamal, un clérigo del radical partido Islamic Jamiat Ulema-e-Islam, organización que rechaza los ataques de Estados Unidos en suelo afgano y la ayuda logística que el gobierno paquistaní presta a Washington.
Los manifestantes convergieron en el mausoleo del padre fundador del país centroasiático, Mohamad Ali Jiana, donde exigieron que los combatientes musulmanes fueran sepultados en territorio paquistaní, además de que lanzaron consignas de que no se irían a sus casas hasta que los ritos funerarios se cumplieran.
Uno de los líderes de Harakat ul Mujaidin, Muzamal Shah, confirmó que los pa-quistaníes del grupo de militantes fundamentalistas, que murieron por los ataques estadunidenses contra Kabul, habían viajado a Afganistán para ayudar al régimen talibán a "diseñar un plan para combatir a Es-tados Unidos".
Voluntarios en las filas talibanes
Se estima que cientos de extremistas islámicos paquistaníes han cruzado la frontera hacia Afganistán desde el comienzo de los bombardeos para apoyar a los talibanes e integrarse a sus fuerzas armadas, y se cree que uno de los principales comandantes -de nombre Ustad Farooq- habría muerto en el ataque estadunidense del pasado lu-nes, pues varios de los cuerpos ni siquiera podían ser identificados.
El Harakat ul Mujaidín (Movimiento de los Guerreros Santos) es una organización que fue proscrita por el gobierno paquistaní y cuyas cuentas bancarias le fueron congeladas, al ser acusada por Estados Unidos de grupo "terrorista", pese a que antes el régimen lo apoyaba en la lucha separatista por el Cachemira indio.
Pero la muerte de los extremistas paquistaníes parecía coincidir con el ataque realizados por desconocidos el fin de semana contra uno de los helicópteros de Estados Unidos en la base aérea de Pangjor, en territorio fronterizo de Pakistán, cuando el aparato se reabastecía de combustible.
Este incidente obligó al gobierno de Pa-kistán a reforzar la seguridad en esa base, que ha sido prestada a los estadunidenses, y a intensificar la búsqueda de los autores de los disparos "hostiles".
Mientras, la policía detuvo en la ciudad de Peshawar a cinco árabes sospechosos de tener nexos con la red fundamentalista Al Qaeda, la organización del multimillonario saudita Osama Bin Laden.
Los detenidos no tenían sus documentos en regla ni pudieron explicar su presencia en Peshawar, la mayor ciudad paquistaní cercana a la frontera con Afganistán y lugar de tránsito hacia el país vecino.
Las autoridades paquistaníes también detuvieron en Lahore a un científico nu-clear jubilado que ayudó a Pakistán a convertirse en potencia nuclear, y quien participó en programas de desarrollo y reconstrucción en Afganistán durante el actual go-bierno talibán.
El científico -Bashiruddin Mehmood, hasta hace pocos años uno de los miembros más destacados de la Comisión de Energía Atómica de Pakistán-, tras su arresto, fue llevado a Islamabad, por lo que sus familiares se dirigieron al tribunal de la capital para saber los motivos de su detención y la situación en que se encuentra.