JUEVES Ť 25 Ť OCTUBRE Ť 2001

Grandes ausencias

La primera jornada de la conferencia sobre el futuro de Afganistán, que se realiza en la ciudad paquistaní de Peshawar, no cumplió con las expectativas generadas porque no se presentó ningún representante que se tenía previsto asistiera al encuentro, al contrario de lo que dejó entrever el Frente Nacional Islámico de Afganistán (FNIA), formación política moderada que dirige el foro.

En la conferencia estuvieron ausentes las delegaciones del ex rey Mohammed Shah, exiliado en Roma, de los talibanes moderados y de líderes mujaidines como el comandante Abdul Haq, héroe de la lucha contra las fuerzas de ocupación soviéticas.

En ausencia de esos personajes, la primera jornada de la Conferencia por la Paz y la Unidad Nacional en Afganistán se centró en el discurso del jefe del FNIA, Pir Sayed Ahmad Gailani, líder del movimiento tradicionalista y partidario de la monarquía en el seno de la oposición en el exilio.

Gailani expuso un pésimo análisis de la situación en su país que, dijo, se en-cuentra sumergido en la etapa más crítica de su historia. Afganistán, sostuvo, "oscila entre la vida y la muerte y los afganos sufren las peores desgracias".

Condenó los ataques del 11 de septiembre en Estados Unidos que, según dijo, "no están vinculados con afganos sino con elementos extranjeros que llevan a cabo actividades en nuestro país", al tiempo que lamentó las víctimas civiles de la guerra aérea lanzada por Washington después de los atentados.

Por esto, pidió que se hagan todos los esfuerzos necesarios para que cesen las operaciones militares y el trabajo de reconstrucción del país centroasiático comience tan pronto como sea posible.

En su opinión, la principal causa de los problemas en Afganistán, que son el terrorismo, la droga y el hambre, es la actual guerra civil y la ausencia de un sistema político sano, pero en todo caso, dijo, el futuro del país no debe pasar por el mantenimiento del régimen de los milicianos islamitas ni por la vuelta al poder de la Alianza del Norte.

Naciones Unidas, administradora

En Washington, el secretario de Estado estadunidense, Colin Powell, expresó su deseo de que la Organización de Naciones Unidas asuma un papel de administrador de Afganistán si los talibanes abandonan el poder, a la espera de un nuevo poder que sea suficientemente sólido como para tomar el timón.

Esta misión, señaló el funcionario, deberá ayudar a arrancar al nuevo go-bierno, pues sus miembros llegarán al poder sin instituciones y sin experiencia en tares gubernamentales.

Mientras tanto, en París el presidente y el primer ministro de Francia, Jacques Chirac y Lionel Jospin, respectivamente, y el canciller federal de Alemania, Gerhard Schroeder, acordaron jugar un papel activo en la búsqueda de una so-lución política en Afganistán y en el proceso de construcción de esa nación a la caída del régimen fundamentalista de los talibanes.

Por último, el ministro iraní de Relaciones Exteriores, Kamal Jarrasi, y su homólogo alemán, Joschka Fischer, ex-presaron en Teherán su respaldo al establecimiento de un gobierno de base am-plia para remplazar al talibán afgano.

Jarrasi subrayó que Teherán condena los atentados en Estados Unidos y llamó a luchar contra el terrorismo. (REUTERS Y AFP)