MIERCOLES Ť 24 Ť OCTUBRE Ť 2001

La viabilidad del proyecto requiere mil mdd: Cespedes

El Centro de Estudios del Sector Privado para el Desarrollo Sustentable (Cespedes) señaló que la decisión de construir el nuevo aeropuerto en Texcoco era previsible y ''la más acertada'' para la aeronáutica; sin embargo, reiteró que su viabilidad dependerá de que vaya acompañada de un proyecto de infraestructura ambiental, hidráulica y de equipamiento urbano que requerirá inversiones cercanas a mil millones de dólares.

Asimismo, será necesario crear un organismo que garantice el manejo integral del vaso de Texcoco, como parte de un plan de desarrollo regional y conservación ecológica, con la participación de los gobiernos federal, del Distrito Federal, el estado de México, la Comisión Nacional del Agua, Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Universidad Nacional Autónoma de México y el sector privado.

''El nuevo aeropuerto no sólo es el proyecto del sexenio, sino el más importante de los primeros años de este siglo. Es fundamental que se aplique toda la capacidad institucional, política y técnica para que sea un éxito'', señaló el director del Cespedes, Gabriel Quadri.

En cuanto al destino del aeropuerto Benito Juárez, señaló que el gobierno capitalino podría tener la oportunidad de crear allí centros comerciales y corporativos, un parque industrial de alta tecnología, la universidad del Distrito Federal u otros proyectos autofinanciables que garantizarían la vitalidad económica de la zona oriente, que es la más pobre de la ciudad.

Sin embargo, la decisión sobre el destino de estos predios no está en manos de las autoridades capitalinas, ya que se trata de propiedad federal.

Quadri consideró ''inexplicable'' el rechazo a esta decisión y las advertencias sobre el riesgo de que la obra provoque inundaciones en el Distrito Federal. ''Para eso existe la ingeniería. El aeropuerto de Texcoco necesariamente deberá incluir obras de regulación hidráulica. Es un problema que se puede resolver fácilmente'', argumentó.

Entretanto, el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), Raúl Picard del Prado, señaló que si bien ambos proyectos eran técnicamente viables, al favorecer a Texcoco se perdió la oportunidad de ayudar a una de las entidades más pobres del país y promover la descentralización. ''Hay muchas presiones para que las inversiones se vayan a los estados más pobres y esa es nuestra gran lucha: generar y repartir riqueza'', dijo.

Picard también pronosticó que las principales beneficiarias de esta determinación serán empresas constructoras extranjeras, pues las nacionales tienen desventajas financieras; así, se perderá la posibilidad de reactivar a una industria que pudo haber beneficiado a 37 ramas industriales y a miles de trabajadores mexicanos.

DAVID ZUÑIGA