MIERCOLES Ť 24 Ť OCTUBRE Ť 2001
Ť Desfavorables para Washington, las tendencias globales para 2015, dice informe
Guerra química y biológica, "prioridad" de los enemigos de EU, prevé comunidad de inteligencia
CARLOS FAZIO
Apenas en diciembre pasado la "comunidad de inteligencia" de Estados Unidos diseñó un cuadro de perspectiva estratégica que, con base en los intereses de "seguridad na-cional" de la superpotencia mundial, prevé para el año 2015 la emergencia de Asia central como un "foco rojo regional", donde estarán involucrados los intereses de Washington, Occidente, Moscú, Pekín, Nueva Delhi, Teherán y Ankara.
En forma paralela -y en el marco de una renovada disputa de la "hegemonía estadunidense" por nuevos actores mundiales emergentes (China, India, Rusia) y bloques de países (Unión Europea)-, el análisis identifica "amenazas" a la infraestructura básica instalada en territorio estadunidense (comunicaciones, sector transporte, área financiera, redes energéticas), vulnerable -dice- a los ataques físicos o electrónicos impulsados por gobiernos enemigos, grupos terroristas o subversivos y redes cibernéticas extranjeras.
El documento afirma que ante los avances en la ciencia y la tecnología, los retos a la "seguridad nacional" estadunidense serán de carácter y tamaño impredecibles. Augura una escalada de la guerra no convencional, con el uso de municiones de tecnología al-ternativa, operaciones informáticas y armas de destrucción masiva (incluidos misiles nucleares) en contra de Estados Unidos. De manera específica menciona la utilización de armas químicas y biológicas, "más fáciles de desarrollar, esconder y desplegar que las armas nucleares" (bioterrorismo). Dicho armamento, agrega, podrá ser enviado por varios medios, "incluyendo los misiles, vehículos aéreos sin tripulación y de manera encubierta por tierra, aire y/o mar".
Llamado Tendencias globales al 2015: diálogo con expertos no gubernamentales acerca del futuro, el estudio geopolítico de inteligencia prevé que los "enemigos" de Estados Unidos podrán "seleccionar" si el ataque contra centros neurálgicos causará "daño letal o no", además de que contarán "con la posibilidad del anonimato". Las inferencias de los dos últimos puntos con el atentado contra las Torres Gemelas de Nueva York es pura coincidencia...
El informe fue elaborado por el Consejo Nacional de Inteligencia de Estados Unidos -con la ayuda de las demás agencias de espionaje estadunidenses, incluidas la CIA y la DIA- entre septiembre de 1999 y diciembre de 2000. Contó con el copatrocinio del Departamento de Estado y fueron consultados varios expertos de la academia.
La óptica de los futurólogos estadunidenses está impregnada de una lógica imperial, de poder. El resultado es un documento dogmático, determinista y maniqueo, donde está ausente la lucha de clases, que es sustituida por países ganadores y perdedores, incluidos los estados "canallas", y donde todos los adversarios potenciales de Washington son criminalizados.
Entre los "peligros", el informe advierte que los enemigos tratarán de atacar intereses y las capacidades militares estadunidenses (en su territorio o en el exterior, incluidas bases y misiones diplomáticas) a través de la guerra electrónica, las operaciones psicológicas, la negación y la decepción, y de nuevas tecnologías, como armas de energía directa o de pulsación electrónica.
Adelanta, asimismo, que surgirán otros "medios" para enviar armas de destrucción masiva en contra de Estados Unidos, algunos "más baratos, confiables y precisos" que los misiles balísticos intercontinentales de generaciones anteriores, y dice que las armas podrán ser desplegadas en naves de superficie o por "misiones encubiertas" a través de fuerzas de operaciones militares especiales o servicios estatales de inteligencia.
A la luz de los atentados criminales contra las Torres Gemelas del World Trade Center de Nueva York y el Pentágono en Washington (11 de septiembre de 2001), la declaración de guerra unilateral y asimétrica de Washington contra el régimen talibán de Afganistán (20 de septiembre), y de la psicosis mundial generada por la bacteria del ántrax, la profecía parece haberse cumplido antes de tiempo. A no ser que la "guerra contra el terrorismo" y la nueva agenda de "cooperación internacional" de Estados Unidos -que incluye la "intervención hu-manitaria" y el "derecho extensivo de secesión" y a "abrir fronteras" (incluidos en el documento)- formen parte de una maquiavélica apuesta geoestratégica, ante la pérdida de la influencia global estadunidense, elemento éste pronosticado en el análisis.
ƑImperio en decadencia?
Con base en su indiscutible poderío económico, tecnológico, militar y diplomático, el documento prevé que Estados Unidos continuará siendo el líder del sistema internacional en el año 2015. La superpotencia mi-litar. Sin embargo, y pese a que podrá am-pliar su liderazgo en asuntos bélicos convencionales (por su ventaja en información y tecnología armamentista de punta), el estudio vaticina que la influencia global de Washington habrá decaído en 15 años.
En esa fecha la población mundial será de aproximadamente 7 mil 200 millones, en su mayoría urbana. Entre los actores mundiales emergentes que disputarán a Estados Unidos su hegemonía, el análisis ubica como principal adversario a China, debido a sus potenciales capacidades económicas y militares. Prevé, asimismo, que India -país que contará con mil 200 millones de habitantes en el 2015- fortalecerá su papel co-mo potencia regional. Rusia y Japón pasarán por un periodo crítico, en tanto que la Unión Europea intentará poner un mayor control político sobre las instituciones fi-nancieras y comerciales, a fin de contener los "excesos" de la globalización y de su "superpatrón", Estados Unidos. Respecto a Medio Oriente, prevé, en el mejor de los casos, una "paz fría" entre Israel y sus ad-versarios árabes.
Como aliados importantes de Estados Unidos, menciona a Canadá, Brasil y México, países con los que mantiene acuerdos comerciales regionales como el Tratado de Libre Comercio y el Acuerdo de Libre Co-mercio de las Américas (en formación). Prevé inestabilidad en los países andinos (Colombia, Venezuela, Ecuador y Perú).
Junto con la premisa de la pérdida de he-gemonía estadunidense, hay un dato perdido en el informe, que parece clave en relación con los hechos del presente. En particular, con la guerra unilateral de Washington y su aliado, Londres, contra Afganistán. El documento señala que "la máxima prioridad del sector privado estadunidense -que seguirá siendo central para el mantenimiento del liderazgo económico y tecnológico de Estados Unidos- será la ganancia financiera, no los objetivos de política exterior".
El análisis geopolítico que maneja el documento se mueve entre dos planos: los actores y los recursos. Así, el potencial chi-no, el declive ruso, la incertidumbre japonesa y la perspectiva india están relacionados con la pérdida de hegemonía estadunidense o figuran como "desafíos" a esa su-premacía. Inclusive, una tendencia bosquejada en el análisis habla de una eventual alianza geoestratégica de facto entre China, India y Rusia para contrarrestar la influencia de Washington y Occidente (Europa).
En el plano de los recursos, el tema dominante es el de los energéticos: petróleo y gas natural. El informe prevé que Asia (China e India, en particular) remplazarán a Estados Unidos como la región líder en consumo de energía. Afirma, incluso, que para 2015, sólo un décimo del petróleo del golfo Pérsico irá a parar a los mercados de Occidente; tres cuartos se destinarán directamente a Asia. Y, en menor medida, las dos economías emergentes asiáticas también recurrirán a la energía del mar Caspio y Asia central.
Dice que algunos de los objetivos militares chinos, como la protección de las rutas marítimas que abastecen el petróleo desde el golfo Pérsico, podrían acercarse a los objetivos estadunidenses. Idéntico papel que adjudica a la armada oceánica india para dominar las rutas de tránsito en el océano Indico usadas para la distribución del petróleo del Pérsico. En ese contexto se alude al juego dinámico y a la mutua hostilidad entre India y Pakistán (dos países que controlan la tecnología nuclear) y la disputa por Cachemira (reactivada en estos días). Se menciona a Rusia y Eurasia, vinculados con los recursos energéticos de la zona (con Rusia y otras ex repúblicas soviéticas como poseedoras también del arma atómica).
Coincidencias con Tlatelolco
A todo esto, Ƒqué hay en Afganistán? Pe-tróleo y gas natural. Reservas de más de 200 mil millones de barriles de petróleo. Además de que el país está instalado en el corazón de Asia central, la segunda cuenca petrolera más grande del mundo, después del golfo Pérsico. Allí están los oleoductos que surten de energéticos a Europa; si Estados Unidos controla la zona, podrá abrir o cerrar la llave del suministro cuando quiera.
Es en ese contexto geopolítico, que cobra realce con la ofensiva militar de Estados Unidos y Gran Bretaña sobre Afganistán, que el documento dice que "la diplomacia será cada vez más complicada". Washington, promotor y principal beneficiario de la "globalización", tendrá cada vez más dificultades para "adornar" su poder con el propósito de conseguir ciertos objetivos en política exterior. Las dificultades para construir coaliciones que respalden sus objetivos crecerán, y algunos estados, aliados o enemigos, pondrán a prueba su hegemonía.
Una cosa resulta asombrosa: la total coincidencia entre la "agenda para la cooperación internacional", que incluye el documento de la "comunidad de inteligencia" de Estados Unidos, y la nueva agenda de la "diplomacia pro activa" de Tlatelolco, en-cabezada por el canciller Jorge G. Castañeda. No faltan ni el "contraterrorismo" (uno de los nuevos temas favoritos del presidente Vicente Fox) ni el establecimiento de fuerzas armadas para el mantenimiento de la paz bajo la autoridad de "Naciones Unidas" o de la mayoría de las organizaciones regionales (novedosa propuesta de Castañeda).