MARTES Ť 23 Ť OCTUBRE Ť 2001

Ť Bravo Mena rechaza que el gobierno federal haya actuado con favoritismo

Diputados de PRI y PRD reclaman que Cerisola comparezca ante el Congreso

Ť La nueva terminal implicará riesgos de sustentabilidad para el DF, advierte Batres

ALONSO URRUTIA, JOSE ANTONIO ROMAN Y ROBERTO GARDUÑO

La decisión del gobierno federal de optar por el Proyecto Texcoco para la construcción del nuevo aeropuerto generó posiciones encontradas entre los senadores. Legisladores de PRI y PRD demandaron la comparecencia ante comisiones del Senado y de la Cámara de Diputados del secretario de Comunicaciones y Transportes, Pedro Cerisola.

Representantes parlamentarios de PRI y PRD sostuvieron que el titular de la SCT no cumplió con el compromiso de enviar al Congreso de la Unión la información que sustentó la decisión de construir en Texcoco la terminal aérea. El priísta Omar Fayad planteó que Pedro Cerisola "nos mintió, porque al reunirse con nosotros nos prometió que antes de dar a conocer la decisión la haría llegar a la cámara, y por eso le enviaremos un extrañamiento al Ejecutivo federal, para que ordene a su funcionario que rinda una explicación".

El senador priísta Emilio Gamboa Patrón, ex secretario de Comunicaciones y Transportes, subrayó que la decisión adoptada por el gobierno federal se tomó en uso de sus facultades exclusivas, si bien reconoció que ha comenzado a generar reacciones de oposición entre diversos sectores sociales.

El secretario de la Comisión de Comunicaciones y Transportes, Eric Rubio, indicó que se buscará entrar en contacto con Cerisola, a fin de que proporcione toda la información necesaria en torno a las razones técnicas que inclinaron la balanza a favor de Texcoco.

El senador mexiquense y ex gobernador de aquella entidad Cesar Camacho dijo que la decisión tomada por el gobierno federal fue la mejor opción. Técnica, social y económicamente ha sido lo más conveniente para el país, pues la ciudad de México tendrá un nuevo aeropuerto ubicado en el mejor lugar que pudo haberse elegido y cuya operación será por más de 25 años.

En tanto, la fracción del PRD demandó a Cerisola que esclarezca las razones técnicas de la decisión, a la que calificaron de poco transparente. Advirtieron que la realización del proyecto podría provocar graves consecuencias a la ciudad de México.

A juicio del PRD una decisión de tal importancia debió contar con el apoyo de todos los sectores involucrados y es claro que el proyecto Texcoco tenía más oposición de grupos ambientalistas, de representantes del gobierno y de los diputados del Distrito Federal, entre otros, por sus impactos ambientales.

Jesús Orozco Alfaro, presidente de la Comisión de Comunicaciones de la Cámara de Diputados, admitió que no hubo presiones políticas para tomar la determinación. "Nosotros esperamos que sea una decisión correcta. Yo creo que es muy conveniente que esto no se haya retrasado, dado que la obra tardará más de cinco o seis años", agregó.

Felipe Calderón, coordinador parlamentario del PAN, sostuvo que la decisión ya no podía esperar y aseguró que su partido habrá de verificar que se cumplan los requerimientos técnicos en infraestructura y materia ambiental. "También sabemos que la opción de Texcoco implica el menor costo para la población; el menor costo fiscal -que de cualquier forma es una erogación importante- y estaremos pendientes de una adecuada planeación", aseveró.

Martí Batres, líder de la bancada del PRD, declaró que la decisión fue desafortunada "porque implica muchos riesgos de sustentabilidad para la ciudad de México a largo plazo. La decisión de Texcoco no implica que el aeropuerto va a salir de la metrópoli, lo que significa es que se va a quedar aquí, pero en otro lugar con un grado de urbanización menor".

Alejandra Barrales, dirigente del sindicato de sobrecargos, aceptó que se haya tomado la decisión, "pero esto no quiere decir que estemos de acuerdo con la ubicación de la terminal aérea". Advirtió que para el gremio que representa existe el riesgo de desocupación, porque hasta ahora ya han parado diez aviones de los 120 que conforman las flota de Aeroméxico y Mexicana.

El dirigente nacional del PAN, Luis Felipe Bravo Mena, expresó su confianza de que la decisión de construir el aeropuerto alterno en Texcoco fue tomada "totalmente bajo las bases técnicas" de los múltiples estudios realizados por las autoridades competentes. "Creo que la decisión se sopesó, se analizó y se estudió con mucho cuidado", respondió en breve entrevista al salir de sus oficinas. Rechazó que existan sustentos reales para sospechar que el gobierno federal privilegió una opción sobre la otra. "Indudablemente una decisión finalmente les gusta a unos y a otros no, pero en ningún momento me atrevería a dar sustento a versiones de que hubo favoritismo."