Ť Indignados reclamos de justicia ante el asesinato de la abogada Digna Ochoa
Fin a la impunidad, basta de silencio, claman decenas de organizaciones ante Gobernación
Ť Rechazan manifestantes reunirse con Santiago Creel Ť Presentes, Cárdenas y Robles
VICTOR BALLINAS Y ALONSO URRUTIA
El asesinato de Digna Ochoa unificó ayer a decenas de organizaciones de derechos humanos en un indignado reclamo: fin a la impunidad... basta de silencio. Este crimen ''no puede continuar con la cadena de impunidad de tantos otros''.
Como antaño, el escenario fue la Secretaría de Gobernación. ''Estoy aquí, como muchas otras voces en México y el extranjero, para exigir que se aclare este crimen y que se vaya hasta el fondo. No puede quedar en la impunidad como han quedado muchos otros asesinatos políticos. Esperamos que éste sea el último asesinato, si es que realmente estamos empeñados en que nuestro país transite a una convivencia democrática y constructiva'', sostuvo el ex candidato presidencial Cuauhtémoc Cárdenas.
Una y otra vez, los reclamos de justicia envolvieron al mitin de condena. ''¡La dignidad está viva... la justicia ha muerto! ¡Digna Ochoa vive!''
Las rejas eternamente cerradas del Palacio Covián volvieron a tapizarse de indignación. Carteles con las más diversas consignas, pero con una reivindicación central: no a la impunidad en el crimen de Digna Ochoa.
''Señor Fox, señor Creel. Si no hay garantías, si ustedes no detienen la impunidad, entonces son cómplices'', decía una de las decenas de pancartas que compartían el espacio con otras tantas fotos de la litigante veracruzana.
Había carteles que lo mismo reivindicaban la lucha de Ochoa que alusiones a otros agravios, como la prisión en que se mantiene al general José Francisco Gallardo, quien por cierto, vía telefónica desde el penal de Neza-Bordo, se unió al coro de condenas. ''El crimen es un fuerte golpe a las organizaciones no gubernamentales que luchamos por la vigencia de los derechos humanos. Es un mensaje para los que impulsamos la justicia y democracia en el país. Digna Ochoa fue una defensora valiente de los más humildes, de los campesinos e indígenas ecologistas. Asumió la defensa de presuntos zapatistas y de terroristas inventados por el gobierno. Enfrentó al poder haciendo honor a su nombre. Exhibió y confrontó intereses económicos y políticos'', sostuvo el general Gallardo.
Entre las decenas de organizaciones presentes se encontraban Academia Mexicana de Derechos Humanos, Red Nacional de Derechos Humanos Todos los Derechos para Todos, Alianza Cívica, Unión de Feministas, Greenpeace, Red de Abogados Democráticos, Asociación de Abogados Democráticos, el Comité Eureka y, claro está, el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, con el que se solidarizaron todos los presentes ante las amenazas recibidas.
También llegaron Rosario Robles, Rosario Ibarra, Gabino Palomares, Guillermo Briseño, Alejandro Varas, Magdalena Gómez, Ana Colchero y José Alvarez Icaza, entre otros.
En medio de los discursos, el director de Gobierno de la Secretaría de Gobernación, Humberto Aguilar, llegó hasta el mitin para transmitir un mensaje del secretario Santiago Creel: las oficinas están abiertas y hay disposición a recibir a una comisión de dirigentes para hablar sobre las demandas en torno al asesinato.
La convocatoria no fue aceptada por las organizaciones, las que mandaron decir que al término del mitin podrían acudir. Sin embargo, los organizadores sostuvieron que no era el objetivo de la concentración reunirse con Creel.
Aunque no participó como oradora en el mitin, la ex jefa de Gobierno del Distrito Federal, Rosario Robles, se refirió en entrevista a las dimensiones del crimen y a la postura oficial: el asesinato tiene un gran significado por lo que Digna representaba en la lucha por la justicia, por los derechos humanos; porque el gobierno está obligado a dar garantías a los defensores de los derechos humanos, y porque había amenazas de las que no se hizo caso. Por todo ello debemos exigir castigo a quien cometió este artero crimen.
Robles Berlanga externó su preocupación y sostuvo que mientras no se esclarezcan crímenes como el de Acteal, Aguas Blancas, El Charco, El Bosque y tantos otros, la impunidad seguirá.
Por otra parte, a juicio de Cuauhtémoc Cárdenas, el crimen sin duda fue un mensaje para el país de quienes no están dispuestos a dejar que defensores como Digna Ochoa continúen realizando su labor en favor de los derechos humanos, y que se sigan apoyando las causas como la de los ecologistas presos.
Agregó que en aras del esclarecimiento del homicidio cabría la posibilidad de que hubiera una estrecha colaboración entre el gobierno federal y la procuraduría capitalina.
''¿Cuál transición?''
-¿Cuál es su comentario sobre el asesinato de Digna Ochoa? -se le preguntó a Rosario Ibarra de Piedra.
-Es un crimen más. No es ningún crimen extraordinario en relación con este gobierno, y no es, como se piensa por algunos, que este hecho empaña la transición. ¿Cuál transición, si es más de lo mismo? Nada ha cambiado, al contrario, ha empeorado.
Y mientras tanto, en la camioneta que sirvió como improvisado templete, Clarisa Ortiz, integrante del Congreso Nacional Indígena -quien promovió la primera controversia constitucional contra las reformas indígenas-, dijo que ''desde España hemos llegado para condenar este crimen. Que quede asentado que el CNI rechaza esta política y exige que se sancione a los responsables, dando garantías a los defensores de derechos humanos''.
Eréndira Villaseca, a nombre de la Red Nacional Todos los Derechos para Todos, demandó un informe inmediato y público sobre las investigaciones de las amenazas y hostigamiento de que fueron víctimas tanto Digna Ochoa como los integrantes del Centro Pro; investigación de la ejecución de la abogada de manera independiente y expedita por parte de la procuraduría capitalina, y protección integral para todos los activistas.