BALANCE DE LA JORNADA
Ť En el clásico los americanistas extrañaron a Carlos Reinoso
Ť La FMF promueve una especie de sindicato charro
Ť Sólo Necaxa y Santos dan la cara por el futbol mexicano
MARLENE SANTOS Y CARLOS HERNANDEZ
Los clásicos sobreviven del recuerdo, impulsados por los medios de comunicación que se abocan a tareas increíbles como la de averiguar hasta lo que comen los "astros" en los días previos al esperado encuentro. No se habla de otra cosa en la semana y todo con el afán de informar a un público expectante que, edición tras edición, espera ver el triunfo de su equipo o un agarrón épico que dé calma a sus más primitivos instintos futboleros.
Pero los clubes involucrados parecen avanzar en sentido inverso. El escaso amor a la camiseta los hace conformarse con gelatinosos empates, aguados, amorfos, insípidos. Lo mismo pasa con el Real Madrid-Barcelona, que con el América-Chivas, y hasta con el Monterrey-Tigres, sencillamente no hay compromiso.
Incluso los técnicos se afanan en recordar con inaceptable e indignante realismo que "sólo hay tres puntos en disputa". ¿O es que alguien cree que Manuel Lapuente tenga el corazón amarillo? También el Cabezón Ruggeri -que jugó el clásico Boca-River de los dos lados y que fue ex jugador americanista- prefirió hacer historia de otra forma, para su prestigio personal, alargando su racha invicta.
Ni hablar, los americanistas deben extrañar al chileno Carlos Reinoso, tanto en su época de jugador como en la de técnico, pues actualmente con mucha dificultad y hasta con mentiras logra ocultar su adicción al América.
Fresco está el recuerdo de la fecha 9 cuando abandonó el timón del Atlante en los minutos finales para irse a ver un partido de las Aguilas.
En otro tema, después que las autoridades laborales rechazaron el registro al Sindicato de Futbolistas, la FMF se apresta a aprovechar el momento de desaliento y este lunes reunirá a los capitanes y subcapitanes de los equipos del máximo circuito para continuar con la organización de lo que ha denominado "la comisión del jugador", que pinta para una especie de sindicato charro.
Resulta que los federativos obsequiaron hasta los boletos de avión para que dos jugadores de cada equipo se trasladen a la capital del país.
Una vez más los futbolistas están ante la gran oportunidad de mostrarse como un sector pensante, con iniciativas propias y ganas de abrir camino por los que vienen atrás, o como meros títeres sin conciencia de gremio, movidos siempre por los hilos que interesan a sus patrones.
Quizá la reciente visita de O'Rei Pelé y sus claros conceptos siempre en defensa de los futbolistas los hagan reflexionar. Ojalá.
Y luego del severo castigo de la Conmebol hacia el Guadalajara, dejándolo marginado durante dos años y aplicando golpe seco al bolsillo de Salvador Martínez Garza, resulta que Morelia y América no dan buenos augurios.
El equipo de la televisora del Ajusco está hundido en grave depresión y la cabeza de Luis Fernando Tena podría cerrar la lista de técnicos guillotinados dadas las malas cuentas entregadas tanto en el torneo de liga como en la Prelibertadores.
En tanto, las Aguilas no juegan a nada y están a merced de lo que hagan sus individualidades en su gira por Venezuela.
Sólo Necaxa y Santos, en la Merconorte, parecen dispuestos a dar la cara por el atribulado balompié mexicano.
Concluyó la fecha 14 y comienza la etapa de definición, esa que permite a los equipos flojos por fin levantarse con increíbles posibilidades de clasificar, pues como dice Carlos Miloc es el periodo en el que al jugador le basta aplicarse para amarrar el siguiente contrato y ¡ay de la directiva si resultan campeones!, porque entonces se sienten con derecho de exigir los aretes de la Luna.
Con un poco de suerte bien podría ser el caso de Pumas o América.
A estas alturas sólo hay dos equipos que mantienen la regularidad: Chivas y Toluca, que son seguidos con uno que otro traspié por Santos, Atlante, Pachuca, Cruz Azul y Tigres; definitivamente el margen para los resucitados será mínimo.