Creció más la pobreza extrema en las ciudades que en el campo: Boltvinik
Ť Frente a recortes de 50% en subsidios para la población pobre, se ha liberado a los empresarios de pagar obligaciones como las cuotas del IMSS, que atiende a menos de la mitad de la población
HUMBERTO
ORTIZ MORENO
El investigador Julio Boltvinik descalificó la fórmula utilizada por el gobierno federal para medir la pobreza en el país, porque contiene dogmas y sesgos que desvirtúan la atención a la población marginada a través del Progresa, y representan la continuidad neoliberal de administraciones priístas. Reclamó un cambio urgente en la orientación de las políticas sociales, de modo que privilegien respuestas inmediatas a los mexicanos pobres de las ciudades.
Actualmente, de acuerdo con los estudios del especialista, la pobreza extrema ya representa 51 por ciento de la población nacional, y 55 por ciento de ella habita en las urbes, porcentaje que significa 32 millones de personas. En contraste, el Progresa apenas contabiliza de 2.5 a 4.1 millones. En este orden, en el campo existen 21.6 millones de pobres contra los 8.3 a 11.2 millones reconocidos oficialmente.
En su cubículo de El Colegio de México (Colmex), el investigador presenta cuadros estadísticos basados en el ''generoso'' Método de Medición Integrada de la Pobreza (MMIP) (así le llama) sustentado en la Canasta Normativa de Satisfactores Esenciales (CNSE), con los que demuestra que la pobreza extrema ha crecido más en los centros urbanos que en el campo.
Refutó ''criterios minimalistas'' creados con la visión de Santiago Levy, hoy director del IMSS y subsecretario de Egresos durante las administraciones priístas de Carlos Salinas y Ernesto Zedillo. ''Creen que el mercado es la solución a todos los problemas y que el Estado debe intervenir sólo en los casos donde aquél no dio una solución óptima'', por lo que únicamente dedican los esfuerzos oficiales a atender la pobreza extrema que, según el método Levy, existe nada más en el medio rural.
Sin embargo, Boltvinik pretende demostrar con sus investigaciones que las crisis económicas pasadas y la actual le pegan con mayor dureza a la pobreza urbana que a la rural.
El experto del Colmex reflexiona sobre lo que califica como ''una batalla metodológica y conceptual y de los derechos de los pobres'', y advierte que en el fondo está la pregunta: ¿a qué tenemos derecho las personas? Según el Progresa de Levy ''a mal comer, pero según yo a una vida digna, a que coman bien, vistan bien, tengan acceso a una vivienda y los niños asistan a la escuela. O sea que tengan derecho a no morirse de hambre...''
Muestra cifras oficiales en las que los subsidios indirectos
a la población pobre han sido no solamente redireccionados bajo
el esquema Levy, sino incluso recortados brutalmente en rangos de
hasta 50 por ciento. En tanto, a los empresarios se les ha liberado de
obligaciones sustanciales, en especial en el pago de cuotas del IMSS que
ahora ha asumido el gobierno federal en forma mayoritaria y con alto costo
para el erario, de más de 66 mil millones de pesos el año
pasado.
Con esto se argumenta que los pobres urbanos son atendidos
por esta vía, pero en realidad el Seguro Social cubre a menos de
la mitad de los mexicanos y arriba de 50 por ciento de los menos empobrecidos
están inscritos en él, expone Boltvinik. Es decir, añadió,
que las personas del sexto decil y por encima de este índice son
los asegurados del IMSS.
Ante estas realidades y preocupaciones, Boltvinik se congratula de la celebración del foro Hacia una agenda integral para la atención de los pobres urbanos. La pobreza olvidada, que tendrá lugar el 25 y 26 de octubre en el Museo de la Ciudad de México. Asegura que el gobierno de la capital está consciente e inmerso en el tema, pero el federal no, y este encuentro deberá servir para priorizar decisiones, porque hasta el momento no parece cambiar la orientación de los programas sociales de la administración Fox. El investigador menciona que ya conoce la parte medular del programa social para el actual sexenio y no ofrece nada nuevo, fuerte e innovador para la atención de los pobres urbanos.
Recordó que en reciente reunión, el director del Progresa, Rogelio García Hermosillo, admitió que el gobierno no tiene la menor idea de qué modificar de su estrategia social para que opere bien en el medio urbano. La Sedesol, apuntó, ha dicho que hará los cambios ''en el camino''. Para el especialista, simplemente no tienen capacidad para reformular los planes o padecen dificultades institucionales importantes. Es, aseveró, una conducción gubernamental ''inercialista'' y en pro del continuismo neoliberal, con mucha retórica oficial.
Boltvinik se manifestó por una reforma del Estado en lo social para que las instituciones del sector sean resectorizadas, como el DIF, y se tomen acciones fundamentales como establecer guarderías para mujeres pobres. Es un servicio que no existe y esto provoca dramas y problemas familiares profundos.
Ponderó los objetivos de la reforma hacendaria propuesta por el Ejecutivo federal y dijo comprender el escepticismo de los diputados ante el proyecto, pues hay dudas fundadas sobre la capacidad gubernamental en el diseño de estrategias eficaces e inteligentes. No ha convencido a los legisladores sobre el sentido y el destino de los recursos que pretende captar, añadió.
Criticó también que el programa de microcréditos sea manejado por la Secretaría de Economía en lugar de la Sedeso, pues aquella dependencia no tiene la red social para desarrollarlo y difícilmente podrá llegar a los mexicanos verdaderamente más pobres.
Julio Boltvinik destacó que el gobierno de Vicente Fox ya lleva más de un año y no se vale decir a estas alturas que está en proceso de aprendizaje.