LUNES Ť 22 Ť OCTUBRE Ť 2001
Ť En la agricultura, el mayor número: datos de la STPS
Contribuyen 400 mil niños al ingreso familiar con 2 mil millones de pesos
ELIZABETH VELASCO
De los 6.6 millones de niños y adolescentes de entre 12 y 14 años de edad, poco más de un millón se consideran dentro de la población económicamente activa (PEA). De ellos 99.5 por ciento se reportan como ocupados, ubicándose en la agricultura 42.1 por ciento, 19.1 en el comercio, 18.1 en servicios, 15.6 en la industria de la transformación y 4.3 por ciento en la construcción.
Se estima que al menos 400 mil niños de 6 a 14 años de edad contribuyen con casi 2 mil millones de pesos al ingreso familiar.
Lo anterior se desprende de datos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) difundidos en el documento Programa nacional de política laboral 2001-2006, en el que la dependencia admite que el trabajo infantil se presenta como un fenómeno "oculto y disfrazado".
Esa situación imposibilita una correcta medición y conocimiento detallado respecto a las características de la incorporación de los menores al trabajo, lo cual dificulta el diseño de políticas idóneas para atenderlos, sobre todo en lo que se refiere "a las peores formas de explotación económica y sexual".
A pesar de que la Ley Federal del Trabajo prohíbe amplias jornadas laborales para los jóvenes -los artículos 177 y 178 señalan que la jornada no podrá exceder seis horas diarias-, 31 por ciento trabaja de 15 hasta 34 horas a la semana y 11.1 por ciento labora más de 48 horas.
La STPS admite que los "menores que se incorporan al mercado laboral lo hacen a edades y en condiciones inferiores a lo que la ley establece". Además, en el desarrollo de su trabajo llegan a enfrentar riesgos a su integridad física y sicológica, como en el caso de la agricultura, donde hacen uso de plaguicidas y agroquímicos.
En el caso de las actividades agropecuarias, donde se presenta el porcentaje más alto de menores ocupados, el trabajo infantil se presenta como un apoyo esencial para la familia, sobre todo en lo relativo a labores de parcela o en auxilio a sus padres como jornaleros.
En el comercio, los menores enfrentan riesgos al efectuar actividades de carga y estiba, o ayudantía de albañilería.
Esta población, que debería estar dedicada a las actividades escolares y de esparcimiento, tiene un bajo nivel de instrucción. Los datos muestran que 37.5 por ciento carecen de primaria completa y 33.3 por ciento cuentan con ella, frente a un 2.8 por ciento que carecen de toda instrucción. Como elemento a destacar está que a esas edades ya se cuenta con reportes de que 79.6 por ciento del total cuenta con experiencia en el trabajo que desempeña.
La pobreza, la violencia familiar o el abandono de los padres son factores determinantes en el trabajo infantil, el cual "reduce o cancela los niveles de bienestar, ya que los menores deben asumir cargas laborales para buscar la sobreviviencia individual y familiar", plantea la STPS.