LUNES Ť 22 Ť OCTUBRE Ť 2001

Ť El jesuita Teódulo Guzmán califica a la abogada de mártir

Llegar a las últimas consecuencias, pide el obispo auxiliar de México

JOSE ANTONIO ROMAN Y GUADALUPE LOPEZ

El obispo auxiliar de México, Luis Fletes Santana, pidió a las autoridades llegar hasta sus últimas consecuencias en las investigaciones del homicidio de la abogada Digna Ochoa y Plácido, mientras el sacerdote jesuita Teódulo Guzmán, coordinador de Pastoral de la Cultura de la Arquidiócesis de Jalapa, consideró como una ''mártir'' a la activista veracruzana.

Entrevistado luego de la misa dominical en la Catedral Metropolitana, donde sustituyó al cardenal Norberto Rivera Carrera -quien continúa en Roma participando en el Sínodo Mundial de Obispos-, Fletes dijo que ''de éste y de muchos otros homicidios quisiéramos que apareciera el derecho a la vida, por el trabajo de cada persona y que a cada uno se le favoreciera cumplir su servicio en la sociedad''.

En tanto, en la capital veracruzana, el religioso Teódulo Guzmán, quien tuvo como huésped en dos ocasiones a la abogada cuando ésta defendía a presuntos zapatistas de Yanga, encarcelados en el penal de Pacho Viejo, manifestó que los jesuitas ''pedimos que se haga justicia y se castigue a los asesinos materiales e intelectuales de la luchadora social''.

En entrevista, el también párroco de la iglesia Los Corazones, de esta capital, puntualizó que lo sucedido a Digna Ochoa ''es como una amenaza a nuestro centro (de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez) y un intento de amedrentarnos, pero no lo van a lograr''.

Apuntó que la activista tenía mucha información sobre violaciones a los derechos humanos, ''y específicamente sobre las matanzas de Aguas Blancas y El Charco, en Guerrero, así como de Acteal, Chiapas, y del caso de los dos campesinos ecologistas guerrerenses presos''.

Añadió que Digna Ochoa ''se echó la animadversión de elementos del Ejército Mexicano y de fuerzas de seguridad; ya la habían amedrentado en varias ocasiones y la secuestraron; finalmente, no sé por qué motivos la asesinaron salvajemente. Me indigna esta muerte, como indignaría a cualquier ser de razón, y porque era conocida mía y colaboradora en nuestro Centro Miguel Agustín Pro''.

El religioso recordó que en dos ocasiones Digna Ochoa fue su huésped en Jalapa, cuando defendía a dos presuntos zapatistas de Yanga. Indicó que la abogada fue religiosa dominica y aseveró que su asesinato fue ''el precio que pagó por defender a los más pobres''.

Por otra parte, durante la misa oficiada ayer en la Catedral Metropolitana de la ciudad de México, el obispo Luis Fletes Santana hizo referencia a la tarea misionera a la que todos -sacerdotes, religiosos y laicos- están comprometidos. Dijo que en la comunidad de los bautizados cada uno según su función participa en la responsabilidad de hacer accesible a cualquier persona al Evangelio.

Señaló que el pecado, por su parte, tiene un influjo que va más allá de las fronteras del individuo: el ''pecado social'' infecta a personas, instituciones y estructuras, y sus manifestaciones son múltiples y a diario son parte de las noticias sobre impunidad, violencia, corrupción, injusticia, mentira, pobreza, muerte, sólo por citar algunas de las más sobresalientes.

''Querer construir una relación familiar como Adán y Eva, como Caín y Abel, prescindiendo de Dios, o pretender formar una cultura como en la cultura de Babel para competir con Dios, tarde o temprano termina en fracaso personal y colectivo; de lo anterior se descubre la importancia de que a nuestro mundo globalizado entre la dinámica misionera de la Iglesia'', dijo el prelado.

Pero esta tarea de ir por todo el mundo anunciando el Evangelio, agregó, implica también salir diario de la propia casa para educarse, para trabajar responsablemente, cooperando así en la construcción de una sociedad que sabe manejar sus recursos personales y materiales, distribuyéndolos equitativamente entre todos los hombres, concluyó.