EL ATAQUE
Ť La acción militar puede durar hasta el próximo verano, o más tiempo: jefe del Estado Mayor
Prepara EU la ofensiva más grande desde la Segunda Guerra Mundial
Ť Preferible, terminar "antes que llegue el crudo invierno" a Afganistán, sostiene Colin Powell
AFP, DPA Y REUTERS
Washington, 21 de octubre. Cuando las operaciones militares de Estados Unidos entran en su tercera semana, la defensa antiaérea talibán está fuera de combate, las bases "terroristas" han sido diezmadas y las fuerzas estadunidenses pueden moverse "casi libremente" en Afganistán, dijo hoy el máximo jefe militar estadunidense, Richard Myers, quien, sin embargo, advirtió que la campaña podría durar hasta el próximo año, y sería sólo "una pieza pequeña" de la que podría convertirse en la mayor ofensiva desde la Segunda Guerra Mundial.
Quizá más atento como diplomático al frágil apoyo de los aliados árabes y musulmanes, el secretario de Estado, Colin Powell, reconoció que sería preferible que las operaciones militares en Afganistán finalicen antes de que empiece el invierno: "Sería mejor para nuestros intereses y los de la coalición."
El riguroso invierno afgano podría implicar dificultades crecientes para las operaciones estadunidenses, pero también agravaría la crisis humanitaria para la población civil.
En declaraciones a la televisora Fox, Powell también consideró importante respetar el Ramadán, mes de ayuno en que todo musulmán debe orar desde el alba al atardecer, y que comienza a mediados de noviembre.
Pero advirtió que "ello depende de qué más deba hacerse, de la situación de las operaciones militares" para esas fechas, "un periodo religioso muy significativo".
El general retirado, héroe de la Guerra del Golfo, subrayó además que "ya no usa uniforme" y que no quiere especular sobre lo que sus colegas del Pentágono pensarán a mediados de noviembre.
Powell también abordó el tema pos talibán, al afirmar que la oposición armada agrupada en la Alianza del Norte debe tener "un lugar importante", pero no dominante en un futuro gobierno de coalición en Afganistán, ya que está integrada principalmente por combatientes de origen tadjik, uzbeko y hazara, que representan sólo "alrededor de 15 por ciento de la población".
Powell confirmó que los combatientes de la Alianza "están en marcha en el norte" del país hacia la ciudad estratégica de Mazar-e Sharif, y que "reagrupa sus fuerzas para, por lo menos, atacar Kabul".
El secretario de Estado formulaba estas declaraciones mientras aeronaves de combate estadunidenses continuaban los bombardeos sobre Kabul, dirigidos, según el Pentágono, contra blancos talibán en el frente de combate del norte capitalino, para apoyar el avance de las fuerzas opositoras.
Al contrario de Powell, el general Richard Myers, jefe del Estado Mayor de Estados Unidos, cuenta ya con que la campaña en Afganistán será larga: "Puede durar hasta la primavera, el próximo verano o mucho más tiempo", señaló a la cadena ABC.
Cuando se le preguntó si había "comenzado a preparar blancos en Irak", al que algunos funcionarios estadunidenses e incluso el senador demócrata Joseph Lieberman, ex compañero de fórmula de Al Gore, quisieran convertir en el próximo objetivo, no respondió directamente.
"Esta es una guerra mundial contra el terrorismo y las armas de exterminio masivo. Afganistán es sólo una pieza pequeña. Y por supuesto que estamos pensando muy ampliamente", respondió.
"Yo diría que, desde la Segunda Guerra Mundial, no hemos pensado tan ampliamente acerca de una ofensiva", señaló.
Al mencionar armas de exterminio masivo, Myers parecía citar una posible razón para atacar al presidente iraquí, Saddam Hussein, quien según los inspectores de armas de la Organización de Naciones Unidas cometió violaciones al pacto de tregua de la Guerra del Golfo en cuanto a los programas de armas biológicas y químicas de Bagdad.
Sobre el avance de las operaciones, el jefe del Estado Mayor Conjunto señaló que los bombardeos ya "alcanzaron muchos de los campamentos de entrenamiento" de la red Al Qaeda de Osama Bin Laden, a quien Washington señala como principal responsable de los atentados de Nueva York y Washington, "por lo que no podrán entrenarse en Afganistán".
En cuanto a la milicia talibán, señaló que "hemos destruido sus instalaciones militares, tanques, artillería, talleres y algunas concentraciones de tropas", así como su defensa antiaérea.
"Eso no quiere decir que ellos no tengan misiles portables tierra-aire (...), pero básicamente podemos movernos libremente en Afganistán", dijo Myers, quien desmintió que los talibán hayan abatido un helicóptero estadunidense, e insistió en que éste se estrelló accidentalmente en Pakistán.
Pero como es costumbre en el Pentágono, Myers no detalló las operaciones en curso. "Dudo que un entrenador vaya a difudir su plan para hoy antes de que ejecute ese plan" explicó. Pero un funcionario de Defensa, que habló a condición de guardar el anonimato, dijo que las operaciones permanecerán secretas incluso una vez que hayan concluido.
Por lo pronto, varios analistas consideraron que ya se ha cumplido el objetivo inicial fijado por el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld. "Casi un sobresaliente. Los dos primeros objetivos fueron cumplidos: la destrucción de la defensa antiaérea y las infraestructuras militares de los talibán", comentó un diplomático europeo a Afp. "Se bombardeó todo lo que se podía bombardear", explicó a su vez Bill Taylor, coronel retirado del ejército y experto militar del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales. Sin embargo, destacó que no se han cumplido las metas fijadas por Bush: "capturar a Bin Laden y quebrar la red Al Qaeda".