DOMINGO Ť 21 Ť OCTUBRE Ť 2001
Ť "Tendría impacto importante" en el crecimiento, asegura Agustín Carstens
Advierte subsecretario de Hacienda de ajustes al gasto público si no se aprueba reforma fiscal
Ť Calificadoras, atentas a la suerte del paquete económico propuesto por el Ejecutivo
REUTERS
Cancun, QR, 20 de octubre. México tendría que ajustar su gasto si el Congreso no aprueba la reforma para aumentar los ingresos tributarios, advirtió el subsecretario de Hacienda, Agustín Carstens.
"Si esta reforma no se lleva a cabo en los próximos meses, el ajuste del gasto para mantener el nivel de endeudamiento público dentro de los límites que se nos han establecido tendría que ser muy importante", declaró Carstens en una conferencia financiera en Cancún.
"Este ajuste en el gasto tendría impactos importantes sobre el crecimiento del país", agregó el funcionario en el último día de sesiones del congreso de la Asociación Internacional de Ejecutivos de Finanzas.
La reforma permanece trabada en el Congreso debido al rechazo de los legisladores a una iniciativa para extender el pago del impuesto al valor agregado (IVA) de 15 por ciento a alimentos básicos y medicinas, ahora exentos.
En el primer semestre, el gobierno anunció recortes y ahorros en el gasto público por unos mil millones de dólares para enfrentar una caída en los ingresos, respecto a lo esperado, por la desaceleración de la economía.
Sin la reforma, dijo Carstens, no se lograría tampoco financiar parte de los proyectos de inversión de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
La no aprobación del proyecto "comprometería, por ejemplo, la posibilidad del gobierno de crear la infraestructura básica para garantizar un crecimiento potencial hacia adelante, sobre todo en el sector de energía", agregó.
El funcionario aseguró que la no aprobación del plan fiscal dificultaría la diferenciación de México con otras economías emergentes, en momentos de alta inestabilidad externa tras los ataques del 11 de septiembre en Estados Unidos.
"Nos conviene separarnos de economías emergentes y sin completar la consolidación del sistema fiscal sería más difícil", agregó.
La reforma fiscal mexicana es evaluada por la agencia calificadora Standard & Poor's para determinar una posible mejoría en la calificación de riesgo de México, que actualmente se mantiene apenas un peldaño por debajo del codiciado grado de inversión.
México ya recibió una nota de grado de inversión de la agencia Moody's Investors Service en marzo de 2000, y desde entonces los mercados mexicanos han esperado que S&P haga una movida similar.
El gobierno mexicano presentó a principios de semana los supuestos sobre los que elabora el presupuesto fiscal para 2002, que consideran un crecimiento del producto interno bruto (PIB) de 0.13 por ciento este año y de 1.74 por ciento el próximo.
Carstens declinó adelantar la cifra de déficit fiscal que se espera para 2002, frente a la meta de 0.65 por ciento para 2001. "Nuestro deseo es que poco a poco debemos ir reduciendo el déficit fiscal", dijo. "Cuándo se va a hacer la reducción del déficit y en qué circunstancias, eso va a depender de lo que pase en el Congreso en los próximos meses", añadió.