SABADO Ť 20 Ť OCTUBRE Ť 2001
Ť Puesta en escena del grupo Quetzalníuatl
Desde anoche se escucha el lamento de la Llorona en la laguna de Xochimilco
JAIME WHALEY
El tétrico lamento šAy, mis hijos!, por el cual se identifica a la Llorona cobró vida a partir de anoche en la amplia laguna de Tliac, en Xochimilco, al ofrecerse ahí la representación de la leyenda de la Cihuacóatl.
Desde ahora hasta el 25 de noviembre se recreará la leyenda de la deidad xochimilca que, cuentan, fue la creadora de la primera pareja que habitó la Tierra y que en la época colonial tuvo sus consabidos ajustes para identificarla como la Llorona.
La puesta en escena ocurre en una de las amplias lagunas en la zona chinampera de Xochimilco y es auspiciada por el Embarcadero Cuemanco, A. C., una agrupación de los remeros de las características trajineras que le dan vida al lago ya considerado patrimonio de la humanidad por la UNESCO.
La obra, basada en las apariciones que hacía la Cihuacóatl cada 52 años, se expone en un islote frente al cual, en formación de abanico, se alinean las trajineras con los espectadores, luego de una espléndido recorrido en la oscuridad desde el embarcadero de Cuemanco, precisamente por el canal del Bordo hasta el canal del Sabino, en donde las embarcaciones se enfilan al centro de la laguna, en medio de la rescatada zona chinampera.
A las ocho de la noche, cuando los pájaros ya callaron, empieza la función de luz y sonido que narra lo acontecido con la mujer que mató a sus hijos.
Espectáculo de los remeros
En sus comienzos, hace siete años, el espectáculo lo organizó la delegación y después lo cedió a los remeros del embarcadero que se han comprometido a sostenerlo, aun sin la ayuda de la demarcación, como ocurrió este año, acción que ha sido denunciada en periódicos regionales, pero que a los prestadores de servicios les tiene sin cuidado, pues se bastan por sí mismos.
La obra atrae a un buen número de personas y una de ellas, Gabriela, enfundada en grueso abrigo, señaló que la emoción comienza desde el embarcadero; ahí se va preparando uno para ir por el por el canal apenas iluminado por un hachón.
Las funciones empiezan a las 20 horas y los boletos cuestan 120 pesos. Para llegar al embarcadero que está enfrente del canal de remo, basta avanzar por el Periférico hasta la entrada del destacamento de la Armada y de ahí hasta el fondo en donde se cuenta con estacionamiento y vigilancia policiaca. Se recomienda ir bien abrigado y llevar gorra o cachucha. Como hace frío los riñones se constriñen pero una pequeña trajinera está pendiente de estas necesidades y por una corta feria lo llevan a uno a tierra y lo regresan a su silla flotante.
Desde ayer y por los fines de semana, de ahora hasta noviembre, de jueves a domingo, el grupo Quetzalníuatl se encarga de escenificar la historia en un islote de la laguna de Tliac, a un costado del renovado parque ecológico de Cuemanco en Xochimilco.