JAZZ
Jazz al Desnudo IX Alejandro Corona
Ť Antonio Malacara
MARTES 16, NOVENA fecha del ciclo Jazz al Desnudo.
HONRADAMENTE, SE NOS HACIA difícil que un ciclo de estas características (conciertos diarios durante dos semanas) se mantuviera con una afluencia constante de público; temíamos el momento en que el teatro luciera semivacío ante tal reto de organización del jazz mexicano. Pero resulta que no. Después de nueve conciertos, la gente sigue asistiendo en buen número a los rituales de El Granero, ejerciendo con placer su derecho a la buena música.
HOY, DURANTE LA PRESENTACIN del Trío de Alejandro Corona, las cosas se dieron de manera especial. Alejandro trabaja desde 1982 de profesor de piano en la Facultad de Música de la Universidad Veracruzana, y actualmente dirige el Taller de Jazz de la misma institución.
BIEN, PUES EL MAESTRO decidió presentarse con dos alumnos del taller: Oscar Terán, en el contrabajo, y Daniel y Avila (de apenas 22 años), en la batería. Nuestra primera impresión fue de enorme gusto, si de por sí es emocionante ver a dos generaciones enlazadas por la síncopa, la presencia de Jalapa, ciudad jazzera por excelencia, triplicaba el interés.
OSCAR TERAN NACIO en la ciudad deMéxico, pero creció y se volvió músico en Mérida; ahí participó con algunos grupos de rock y con la Orquesta de Cámara de la Universidad de Yucatán. Actualmente, además del taller del maestro Corona, está en el Cuarteto de Contrabajos de la Universidad Veracruzana y toca con el trío de jazz Bios. Se desempeña con desenvoltura en su instrumento, aunque por momentos olvida matizar sus paseos por las cuerdas y éstos se vuelven planos y resecos.
Indiscutible prestigio
ALEJANDRO CORONA es un maestro universitario (él mismo afinó el piano, traqueteado en ocho fechas previas), pero es sobre todo un maestro imprescindible para entender la historia del jazz mexicano. Su trayectoria al lado de los grandes del género (Tino Contreras, Chilo Morán y Popo Sánchez, por mencionar algunos) o en sus proyectos individuales le han dado un indiscutible prestigio como pianista y compositor. Así que si el concierto de hoy no puede figurar entre los mejores que ha dado (no pudo sonar como en su visita del año pasado, cuando lo acompañaron Roberto Aymes y Salvador Merchand), sí puede representar uno de los más firmes en su quehacer como docente e impulsor de la nueva generación de jazzistas nacionales.
El programa fue dividido en cuatro partes. La primera tuvo cuatro temas de compositores del taller antes mencionado: Esperando la lluvia, de Edgar Dorantes; Resplandor, de Miguel Flores; Más que amigos, de Paris López, y Ecos del malecón, de Aleph Castañeda. Después llegaron cuatro standars, siendo Smoke gets in yhoyr eyes, la famosa balada de Jerome Kern, la más ovacionada de la noche. Hubo además dos boleros bastante bien instrumentados y dos estupendos temas del maestro: Dulce pasión (un vals jazzeado) y Amigos (bossa nova de excelente factura). El duende no llegó, sólo se asomó por momentos entre las cortinas del fondo.