Reivindicar la libertad de soñar, leitmotiv de Eurídice en el submundo, de Patricia Rivas

Ť La creadora escénica plantea algunos porqués que agobian a las personas

MONICA MATEOS-VEGA

Duerme Eurídice y sueña que quiere ser puta, suicida, madre soltera, monja... ''no, monja no", corrige. En medio del ulular de ideas que la inquietan, que la hacen balancearse sin cesar, surge un rostro, ¿es el suyo?: es Orfeo.

El público asistente al espectáculo Eurídice en el submundo, de Patricia Rivas, se encargará de continuar esta historia de obsesiones y vivencias que tiene como propósito final reivindicar la libertad de soñar.

Si bien los montajes de Rivas siempre son personales e íntimos, la creadora señala que esta puesta en escena -protagonizada por la actriz Lucía Isabel Bazán- ''es más femenina, más húmeda, más roja. Presento a una Eurídice que es una chava como cualquiera, que despierta y simplemente recuerda sus sueños".

Búsqueda de identidad

Escrita a finales de 2000, Eurídice en el submundo es la primera pieza de Rivas no interpretada por ella, a quien se le recuerda como autora y actriz de trabajos como La reina del Pornoshow (basada en textos de Pedro Almodóvar), Los duelistas y La terapia del suicidio, esta última a propósito de la compleja vida de la poeta Anne Sexton.

La obra no trata sobre ''un sueño artístico", porque el personaje ''puede ser cualquier mujer que al soñar hace una síntesis de los porqués que nos agobian a todos: ¿Por qué estoy dividida? ¿Por qué no puedo ser completamente una mujer y un hombre? ¿Por qué soy más hombre que mujer? ¿Por qué decido vestirme de overol y no de minifalda? ¿Por qué vivo en una sociedad que no reconoce las necesidades humanas?", explica Rivas.

La creadora escénica puntualiza que la obra pone énfasis en ese sentimiento de fragmentación que algunas mujeres experimentan ''porque hemos perdido a Orfeo o a Eurídice, estamos divididas, pues siempre debemos ser o completamente mujercitas o antifemeninas".

Por eso, añade, ''este espectáculo es una propuesta temática en torno a la búsqueda de identidad. El texto dramático no sigue una estructura lineal, sino que se conjuga con imágenes".

Pieza ad hoc

Eurídice juega a usar todas las máscaras que le da la gana: sacerdote, violador, pero, aclara Rivas, ''debí hacer unos cambios a la obra, pues ella repetía una o dos veces 'soy un terrorista sin ninguna moral' -y esto lo escribí mucho antes de lo sucedido en Estados Unidos-; tuve que suprimir esta frase porque creo que los terroristas tienen mucha moral".

No obstante, Patricia considera que la pieza quedó ad hoc con los tiempos, ''pues intento reivindicar el derecho a ser libre, a estar con quien se quiera, a ser quien se quiera.

''Esta obra la escribí para mí, para actuarla, pues es parte de un sueño mío, pero al final la idea me incomodó porque advertí que para continuar con mi proceso de maduración como creadora ya no puedo actuar y dirigirme, necesito tener otra materia viviente y ver qué tal la pinto de colores."

Eurídice en el submundo, espectáculo para una actriz, a partir de algunas cosas de Kathy Acker, de Patricia Rivas, interpretado por la actriz Lucía Isabel Bazán, se estrena hoy a las 13:30 horas en el Foro Antonio López Mancera de la Escuela de Teatro del Centro Nacional de las Artes (CNA), en calzada de Tlalpan esquina Río Churubusco, colonia Country Club. Las funciones serán los sábados y los domingos a las 13:30 horas y la temporada concluirá el 25 de noviembre.