VIERNES Ť 19 Ť OCTUBRE Ť 2001
Ť Asusta a representantes un posible contagio; el Senado estadunidense sigue sesionando
El Capitolio, virtualmente abandonado
Ť "El ántrax no es contagioso, pero el temor sí", escribe periodista que captura el momento actual
Ť Admite el senador Joseph Lieberman que los terroristas van ganando la batalla de sembrar miedo
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington y Nueva York, 18 de octubre. "Nos tienen vigilando una puerta cerrada con llave -informa el policía a cargo del grupo de seis agentes frente a una de las entradas al famoso edificio del Capitolio, del lado donde normalmente sesiona la Cámara baja-. Todos estos edificios están totalmente cerrados".
Los grandes edificios de mármol blanco de las oficinas de los legisladores amanecieron inaccesibles y cerrados, con guardias armados en cada entrada. Adentro, equipos técnicos y científicos comenzaron una revisión detallada para detectar agentes biológicos o químicos.
La mitad del propio Capitolio, el centro del complejo del Legislativo, permaneció abierto para que continuara sesionando el Senado, pero todos sus edificios de oficinas y la mayoría de sus empleados no acudieron a trabajar este jueves.
"El ántrax no es contagioso, pero el temor sí", escribió un veterano periodista, al capturar con precisión la escena en esta capital.
El senador Joseph Lieberman re-conoció hoy: "En cierta forma, los terroristas están aquí progresando... ƑHan creado algún temor los terroristas? Pues sí, lo han hecho".
Esta mañana las autoridades in-formaron que la noche del miércoles dos aeropuertos fueron cerrados y cazas fueron desplegados cerca de la planta nuclear Three Mile Island, tras haber recibido información de un posible ataque contra la instalación en Pennsylvania, famosa por el accidente atómico más serio ocurrido en territorio estadunidense.
Medidas contra la bacteria
Aunque sólo un estadunidense ha muerto hasta la fecha a causa de ántrax, el gobierno federal confirmó que hay siete personas diagnosticadas contagiadas, y unas 50 a nivel nacional expuestas a la bacteria potencialmente letal. Además de los contaminados en el Se-nado, las tres principales cadenas de televisión, ABC, CBS y NBC, tienen casos confirmados de contaminación de ántrax en sus sedes.
Contaminación con ántrax también se ha detectado en las oficinas del gobernador de Nueva York, en el edificio de tabloides sensacionalistas en Florida (donde trabajaba el hombre que murió por ántrax) y en varias oficinas de correos.
"No son las bombas las que me preocupan, son estos agentes biológicos y químicos -comentó a este diario uno de los policías que vigilaban las puertas del Congreso-. Eso nos espanta a todos nosotros, y parece que así van estar las cosas por mucho, mucho tiempo".
Este jueves la zona alrededor del Congreso estaba casi desierta, sólo circulaban periodistas y policías. Restaurantes normalmente repletos a la hora de la comida sólo tenían una o dos mesas ocupadas, y el reto cotidiano para estacionarse frente a las oficinas de La Jornada se resolvió con suficientes espacios para colocar toda una flo-ta de automóviles.
La policía mantiene aún retenes en un perímetro de cuatro cuadras alrededor de los edificios del Congreso, y hoy trabajadores de construcción comenzaron a colocar una segunda fila de enormes ma-cetas de concreto de dos metros cuadrados frente al Capitolio co-mo una medida preventiva más.
Pero el "ataque contra América", como lo ha nombrado CNN du-rante las últimas semanas, no ha sido lanzado aún desde camiones o autobuses repletos de explosivos, y el Congreso todavía no está dispuesto a prohibir el ingreso de los carteros a sus edificios.
Las autoridades no estaban preparadas para esta novedosa fase de la "nueva guerra", y es evidente que casi todos inventan las precauciones en el momento, a veces con resultados controvertidos y hasta en contrasentido.
Así, los 435 miembros de la Cá-mara de Representantes decidieron abandonar Washington anoche, y sus cien colegas del Senado optaron por la no intimidación y continuaron sesionando (aunque sólo después de cerrar sus tres edificios de oficinas y reducir operaciones a la mitad), lo que provocó ira entre los representantes por la imagen que se ofreció al país.
ƑY qué tan peligroso es el ántrax?
Durante los primeros días después de que la aparición de la bacteria ocupó el centro de atención, había versiones encontradas sobre la capacidad letal de esta posible ar-ma en la "nueva guerra", aunque ahora parece que el ántrax es de una variedad conocida y responde bien a tratamientos con antibióticos, por lo que no se espera que sea letal en la mayoría de los casos.
No obstante los primeros indicios de que el tipo de ántrax detectado en Florida y Nueva York fue el mismo y que la letra en las cartas contaminadas enviadas a NBC News en Nueva York era parecida a la enviada al líder del Senado, Tom Daschle, estas acciones po-drían ser parte de un ataque coordinado contra figuras públicas e instituciones nacionales.
Expertos en análisis de caligrafía consultados por el Daily News de Nueva York concluyeron que el autor de las cartas a NBC y Daschle es solitario y sufre de depresión.
"La persona es malhumorada y definitivamente hay mucha depresión", señaló una experta. Otro cree que en el autor "hay mucha ira y otros problemas" y uno más dijo que había indicios de persona "violenta". ƑNo que no era ciencia exacta eso del análisis de letra?
Mientras tanto el Servicio Postal, junto con la FBI, ofrece una recompensa de hasta un millón de dólares por información que conduzca a la captura de los responsables de enviar las cartas contaminadas de ántrax, y también anunció la circulación de un nuevo timbre patriótico, Juntos Firmes.
Varios expertos ofrecen ahora consejos sobre cómo enfrentar el nuevo enemigo que llega por co-rreo: "usar una plancha de vapor sobre las cartas mata la bacteria; empaparla en blanqueador la elmina". Pero no son fáciles de implementar en un país que procesa 15 mil millones piezas al mes.
No cabe duda que se incrementará el uso del correo electrónico para la comunicación escrita en este país, por lo menos ahí los vi-rus son electrónicos y sólo contagian a las computadoras.