MIERCOLES Ť 17 Ť OCTUBRE Ť 2001
Ť Aporta FAO 250 mil dólares para ese proyecto
Comienza programa de seguridad alimentaria en 250 regiones
Ť Sedeso anuncia cambio de estrategia para combatir pobreza
MATILDE PEREZ U.
Las secretarías de Agricultura y Desarrollo Social anunciaron el comienzo del programa de seguridad alimentaria para atender a 250 zonas marginadas -que contará con un apoyo inicial de 500 mil dólares, aportados por la FAO-, para evaluar en medio año la situación en esas regiones.
Las dependencias también informaron que habrá un viraje en el programa de combate a la pobreza urbana, el cual se convertirá en un "traje a la medida" para cada zona, de acuerdo a las características de las megalópolis.
En el marco del Día Mundial de la Alimentación, cuyo tema para este año es "combatir el hambre para reducir la pobreza", el subsecretario de Prospectiva, Planeación y Evaluación de la Sedeso, Gonzalo Robles Valdés, adelantó que varios de los programas del gobierno federal para el combate a pobreza y desnutrición se ajustarán, algunos más podrían suprimirse, y se establecerán otros.
Ese cambio, dijo, estará a cargo de la comisión de seguimiento del comité interinstitucional que se conformó para organizar los actos conmemorativos del Día Mundial de la Alimentación.
Una de las primeras acciones de la comisión de seguimiento será sumar los esfuerzos de todas las secretarías de Estado que tienen programas orientados a combatir la pobreza y la desnutrición, los cuales serán sometidos a una evaluación.
El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática y el Consejo Nacional de Población realizarán encuestas de nutrición cada año, para conocer más detalles sobre la población que padece desnutrición y dónde se localizan esos grupos sociales.
Dicha comisión "será como un foro en donde se evaluarán los resultados y avances de los programas, que estarán sometidos a una medición sistemática de su impacto social para ajustarlos, pero dentro del ambiente de escasez de recursos", explicó.
En la conferencia de prensa, Robles Valdés comentó que el programa de la tortilla, que atiende a un millón 600 mil familias, ya está cerca de sus límites, y "por eso debe tener otros mecanismos. El programa ya dio lo posible, hay que analizar otras alternativas", insistió.
Respecto a los cambios al programa de combate a la pobreza urbana comentó que el presupuesto solicitado para el próximo año es de 200 millones de pesos, el cual es moderado, pero el objetivo es que se aumente en forma sustancial posteriormente.
Por lo pronto, ya se tiene la información de programas similares que han aplicado los gobiernos de Brasil, Argentina, Bolivia y Colombia, para posiblemente adaptar algunos al caso de México.
El director general de Desarrollo Rural de la Sagarpa, Víctor Celaya del Toro, explicó que el programa de seguridad alimentaria en el que colaborará la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) es a mediano plazo; inicialmente se hará el diagnóstico en las 250 regiones prioritarias, y posteriormente habrá una etapa "piloto" en dos o tres estados.
Para comenzar las acciones en las regiones de esos dos o tres estados se tendrá información de los mercados agropecuarios de la zona, las ventajas comparativas, las deficiencias de producción de alimentos, entre otros indicadores; durarán cerca de dos años, tiempo en el cual se sumarán los recursos de Progresa y del Programa de Desarrollo Regional y Atención a Areas Prioritarias de la Sagarpa. Posteriormente se establecerá el plan nacional.
En la coordinación interinstitucional "hay mucho por hacer", abundó el subsecretario Gonzalo Robles, quien mencionó que la desnutrición afecta aún a 10 mil niños menores de cinco años, es decir 17.7 por ciento de esa población.
"Ha habido avances, ya que se ha reducido en forma importante la población afectada por desnutrición aguda o extrema, pero aún hay mucho por hacer porque 2 por ciento de la población sufre daños permanentes" por la falta de alimento. Hay que tomar conciencia de esta problemática y adquirir un compromiso hacia su resolución", destacó.
A pregunta expresa respecto al posible impuesto a alimentos y medicamentos, Robles Valdés comentó que no se ha terminado la deliberación en la Cámara de Diputados, pero a Sedeso le gustaría que en la canasta básica exenta de impuestos estuvieran productos perecederos, leche, huevo, harinas de maíz y trigo, aceites, frijol y arroz.
Explicó que la carne y el pescado para muchos mexicanos siguen siendo "productos de lujo".
Entre los medicamentos posiblemente sin impuestos estarían los de consumo más común entre las personas de la tercera edad y los utilizados para padecimientos crónicos, como diabetes o reumatismo, entre otros, concluyó.