MIERCOLES Ť 17 Ť OCTUBRE Ť 2001
Ť Continúan los ataques masivos contra las principales ciudades de Afganistán
Bombardeó EU "por error" dos depósitos de alimentos de la Cruz Roja en Kabul
Ť Hay un trabajador afgano herido; exige la organización una explicación a Washington
AFP, DPA, AP Y REUTERS
Kabul, miercoles 17 de octubre. Estados Unidos continuó este miércoles con los intensos bombardeos masivos sobre Afganistán, tras cumplirse cientos de misiones aéreas de ataque entre el lunes y el martes, en acciones diurnas y nocturnas, en tanto que dos bombas cayeron "por error" en los depósitos de alimentos del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en el centro de la capital afgana.
Nuevas explosiones hacían retumbar Ka-bul y sus alrededores desde temprana hora del miércoles, después de una noche de in-terminables ataques, mientras que en Kandahar entraron en acción los devastadores aviones AC-130.
El CICR confirmó que los bombardeos destruyeron dos de sus almacenes de trigo, aceite y otros bienes como cubiertas de plástico, frazadas y lonas, al caer dos bombas en una de las bodegas.
El fuego se propagó e hizo cenizas el al-macén, en tanto que otro depósito adyacente fue afectado parcialmente por las llamas y un trabajador afgano resultó herido cuando los empleados de la institución trataban de apagar el fuego.
Los edificios dañados se encuentra en el distrito de Wazirabad, una zona parcialmente residencial en el barrio nororiental de Kabul. Y si bien se ubica cerca del aeropuerto de la ciudad, un funcionario del CICR dijo que las instalaciones eran claramente identificables desde el aire, marcadas con dos cruces rojas.
"Estamos muy tristes porque estas cosas pertenecen a la gente", señaló el representante de la Cruz Roja Internacional en Kabul, Robert Monin, cuyas actividades de entrada ya se encuentran reducidas desde poco antes del comienzo de los bombardeos del 7 de octubre.
Ante esto, el CICR presentó una queja ante la embajada estadunidense en Pakistán, mientras se evaluaban los daños producidos por el "error" estadunidense.
La aviación estadunidense efectuó unas 130 misiones en la sureña ciudad de Kandahar, lo que provocó un número indeterminado de víctimas civiles, indicó una fuente del régimen talibán.
Al respecto, autoridades militares estadunidenses confirmaron que esos ataques fueron los más intensos lanzados hasta la fecha a plena luz del día.
El ministro afgano de Información, Abdul Hanan Himat, afirmó que las víctimas eran civiles al negar que los ataques hayan dado en blancos militares.
Sin embargo, los estadunidenses prácticamente tienen ya el control de los cielos, luego de que desde el lunes principiaron los ametrallamientos las tropas especiales de la fuerza aérea con el AC-130, y que se presume alcanzaron volando a baja altura blancos de la infraestructura militar talibán.
Pero habitantes de Kandahar se preguntaban para qué los estadunidenses seguían atacando el aeropuerto a pesar de que ya no había blancos militares allí.
En cualquier caso el ministro Hanan Hi-mat indicó que también por primera vez el enemigo utilizó helicópteros, aunque algunas agencias de prensa tenían dudas de si en realidad se trataría de los AC-130, que se desplazan mucho más lentamente que los F-16 o F-18, emiten un sonido diferente y poseen una enorme potencia de fuego.
Más tarde el funcionario talibán informó que al menos 14 civiles murieron en esos ataques en Kandahar, el bastión de la milicia tribal gobernante, y que de ellos cinco fallecieron al ser alcanzados en una clínica en el barrio de Damán, mientras que otros nueve perecieron al caer una bomba en el barrio residencial de Pabjwae.
Por el control de Mazar-e-Sharif
Las incursiones del martes se extendieron sobre Kabul, Jalalabad y en las proximidades de la estratégica ciudad de Mazar-e-Sharif, en el norte de Afganistán, donde el plan sería aislar a los soldados del talibán del resto del país y ayudar a que la opositora Alianza del Norte avance sobre ella para tomarla sin mayor oposición.
Antes de los ataques estadunidenses, cu-yos aviones caza sobrevuelan los objetivos utilizando sensores infrarrojos y radar para dirigir un preciso diluvio de fuego de artillería, las tropas de la Alianza del Norte se encontraban entre 30 y 40 kilómetros al sur y suroeste de Mazar-e-Sharif.
Pero luego de los bombardeos del martes, las tropas opositoras del general uzbeko Rashid Dostun afirmaron haberse acercado ya a unos cinco kilómetros de la ciudad. Uno de los comandantes de la Alianza del Norte, Mohamad Atta, dijo que pensaban tomar Mazar-e-Sharif en los dos próximos días, en forma progresiva.
La oposición armada, que hasta antes de la intervención estadunidense mantenía bajo su control 10 por ciento del territorio norteño de Afganistán, dijo que confía en que al caer la citada ciudad caerán rápidamente las provincias de Balj, Samangan, Faryab y Kunduz.
Incluso desde Irán, que apoya a los rebeldes antitalibán, se reportaba que esas fuerzas habían tomado ya el control de dos puestos cercanos a Mazar-e-Sharif.
Uno de los jefes de la milicia de la oposición, Abdullah Abdullah, reconoció que han sido los ataques estadunidenses los que están acabando con la capacidad ofensiva de los talibán, pues "han sufrido daños y pérdidas significativas".
Al comentar la entrada en acción de los aviones AC-130, estimó que eso significa que la "primera etapa de la guerra" contra el talibán ha concluido, y que a partir de ahora la Alianza del Norte coordinará sus acciones con Estados Unidos. Sin embargo, aña-dió que ellos seguirán atacando en el norte y los estadunidenses en el sur.
No obstante, en Uzbekistán se encuentran estacionadas tropas estadunidenses, que podrán usar el espacio aéreo e infraestructuras militares de ese país.
Al mismo tiempo, los estadunidenses están facilitando la llegada a la Alianza del Norte de municiones procedentes de Kirguistán, otra de las ex repúblicas de la antigua Unión Soviética.
El régimen talibán mantiene posiciones en amplias regiones adyacentes con Tadjikistán y Turkmenistán, y es allí donde la oposición aspira a sobreponerse.
Mientras explotaban numerosas bombas sobre Kabul el miércoles, en renovadas oleadas de los aviones estadunidenses, fuentes opositoras afirmaban desde Irán que el talibán habrían entregado unas 7 mil armas a los civiles y que un varón de cada dos familias era enrolado en sus filas, al confiar en que podrán enfrentar a los estadunidenses en la lucha cuerpo a cuerpo.
Y mientras el gobierno talibán insistía en negar que haya divisiones en sus filas y la Organización de Naciones Unidas reportaba saqueos en algunas de sus oficinas en Kandahar y Mazar-e-Sharif por grupos árabes, un emisario del ex rey afgano Zahir Shah afirmaba en Islamabad que la futura estructura política de Afganistán dejará "la puerta abierta" a todos los que apoyen el proceso de paz.