MARTES Ť 16 Ť OCTUBRE Ť 2001

Ť El accidente, durante una obra de mantenimiento

Acumulación de metano desencadenó explosión en una escuela; cinco heridos

SUSANA GONZALEZ G.

Una explosión ocasionada por la supuesta acumulación de gas metano en el subsuelo de una secundaria en la delegación Gustavo A. Madero provocó heridas en cinco personas, entre ellas dos alumnas que sufrieron contusiones leves y dos trabajadores que hasta el cierre de esta edición se hallaban en peligro de muerte debido a que presentaban quemaduras de segundo y tercer grado en prácticamente el 80 por ciento de su cuerpo.

El muro y los ventanales de un salón de casi 15 metros cuadrados quedaron destruidos, y se suscitó una alarma generalizada tanto entre estudiantes y profesores del plantel como entre los vecinos del lugar, que ameritó la movilización inmediata de los cuerpos de socorro delegacionales y del GDF.

La delegación Gustavo A. Madero en coordinación con la SEP anunció que las clases en el plantel se suspenderán durante los siguientes tres días, mientras los peritos de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) determinan la causa de la explosión, se hacen los trabajos de demolición del área afectada y sobre todo se investiga la concentración de metano en el subsuelo del plantel ya, según fuentes de la demarcación, en uno de los registros de la escuela el nivel era de ciento por ciento, mientras que en el resto fue de apenas 5 por ciento.

El accidente ocurrió cerca de la una de la tarde en la Secundaria Diurna 167 Basilio Vadillo, localizada en las calles Volcán del Ajusco y Monte de las Cruces, en la colonia Pradera, cuando una cuadrilla de trabajadores de la empresa Conservación de Pilotes de Control S.A. (Copilsa) daba mantenimiento a los cimientos de la escuela, en el sótano del taller de artes plásticas.

En un principio se pensó que la explosión sobrevino por la rotura de una tubería de gas doméstico, pero las primeras investigaciones al respecto indicaron que se trataba de una acumulación de gas metano.

En total cinco personas requirieron hospitalización: las estudiantes Maribel Pérez Sifuentes y Berenice García Verde, lesionadas en pantorrilla y hombro, respectivamente, por golpes que sufrieron al derrumbarse el muro a consecuencia de la explosión. Otros alumnos que sufrieron crisis nerviosa fueron atendidos por paramédicos de la Cruz Roja.

Sin embargo, los hermanos Federico y Rogelio, trabajadores de la empresa Copilsa y quienes se encuentran internados en el Hospital de La Villa, sufrieron quemaduras de segundo y tercer grado, además de que el segundo presenta un traumatismo craneoencefálico, razones por las que se teme por la vida de ambos.

Jorge Bello, trabajador de la empresa y hermano de los otros heridos, también fue internado, pero sus lesiones son menos graves.