MARTES Ť 16 Ť OCTUBRE Ť 2001
Ť Siete jefes delegacionales comunican su inquietud a la titular de Medio Ambiente
Delegaciones del sur impulsarían un corredor turístico
SUSANA GONZALEZ G.
Las siete delegaciones del sur del Distrito Federal pretenden impulsar un "corredor turístico, cultural, ecológico y de inversión" similar al que el gobierno capitalino puso en marcha en coordinación con el sector empresarial para regenerar el Centro Histórico, anunció el jefe delegacional en Tlalpan, Gilberto López y Rivas.
La riqueza cultural de demarcaciones como Tlalpan, Xochimilco y Tláhuac, por mencionar sólo algunas, así como las grandes zonas de reserva ecológica que aún existen en el sur de la ciudad son elementos que pueden aprovecharse para el desarrollo económico de los habitantes de las colonias y pueblos de esas demarcaciones sin afectar su identidad, costumbres y habitat, mencionó el funcionario.
El proyecto apenas empieza a diseñarse, y para ello los siete jefes delegacionales involucrados ya hicieron saber su inquietud al gobierno del Distrito Federal mediante una reunión que tuvieron el sábado pasado con Claudia Sheinbaum Pardo, titular de la Secretaría del Medio Ambiente, con quien de antemano ya elaboran un plan conjunto contra las invasiones en zonas de preservación ecológica.
Las coincidencias al respecto con los jefes delegacionales de Tláhuac, Milpa Alta, Xochimilco y Magdalena Contreras, dijo, se han ventilado en las reuniones que cada quince días sostienen. Incluso mencionó que dada la colindancia con Morelos, las autoridades de dicho estado también han mostrado interés en integrarse al proyecto.
Entrevistado al respecto, luego de presidir un homenaje por el aniversario luctuoso de Ernesto Che Guevara en la explanada delegacional, López y Rivas mencionó que "hay una lluvia de ideas" de todos los delegados sobre el proyecto, pero acotó que falta definir las líneas generales del corredor
No obstante, adelantó que se plantea "rescatar" o aprovechar las vías del antiguo ferrocarril a Cuernavaca, y que atraviesan al menos dos delegaciones, para rehabilitarlo y crear una especie de tren ligero u otro tipo de transporte ecológico que sirva para transportar a los paseantes capitalinos, del interior del país o extranjeros.
Agregó que podría construirse paralelamente una vía de tránsito de terraplén para ciclistas, a fin de que puedan visitar las zonas verdes de las delegaciones sureñas.
También señaló que podrían instalarse "estaciones para el estudio de los ecosistemas que tendrían carácter académico", y ponerse en marcha paseos turísticos.
Todo ello requerirá, como en el caso del Centro Histórico, aportaciones y recursos del sector privado, fundamentalmente, para "zonas de recarga acuífera, bosques y centros turísticos e históricos como Cuiculco, donde está la primera pirámide de Mesoamérica, o el centro de Tlalpan, que debiera ser declarado patrimonio de la humanidad."
El delegado insistió en que el proyecto es viable, pero se quejó de que Carlos Slim, presidente del Grupo Carso y del Consejo para la Regeneración del Centro Histórico, no lo ha recibido pese a las peticiones que de manera personal le ha formulado varias veces para presentarle algunos proyectos "porque, en términos de oficinas, su principal base de operaciones está en Tlalpan."
Según López y Rivas la secretaria de Medio Ambiente se mostró "totalmente de acuerdo" con el planteamiento del corredor turístico del sur formulado por los delegados, pero falta concretar ideas y asentarlas en el papel para determinar propuestas para inversiones productivas y comercialización.
De ponerse en marcha dicho proyecto, previó el funcionario, se crearían fuentes de empleo para los habitantes originarios de los pueblos, y con ello se fortalecería el arraigo y conservación de los mismos.
Esto contribuiría también a evitar que lugareños se vieran forzados a vender sus tierras para emigrar en busca de oportunidades y desestimó que el tránsito de turistas y visitantes originara mayores problemas en la zona, pues por su espíritu comunitario, la gente de los pueblos del sur se organizan para proteger sus pertenencias, costumbres y "la vida de sus propios pueblos".
De igual manera, descartó que la habilitación de un tren ligero u otro sistema de transporte que una a estas delegaciones pueda ser aprovechado para nuevas invasiones.