Ť A segundo plano el objetivo de gira por España: promover el país ante inversionistas
La lucha antiterrorista se impuso en la visita de Fox
Ť "Somos la octava potencia exportadora del planeta", afirma ante el rey Juan Carlos
JUAN MANUEL VENEGAS ENVIADO
Madrid, 15 de octubre. Al presentar al México que quiere, pero que todavía no llega, la idea era llamar la atención hacia la "nueva tierra de oportunidades" que lo ofrece "¡todo!" para los negocios; sin embargo, al final lo que le valió al presidente Vicente Fox Quesada el reconocimiento por parte de los gobernantes españoles fue su "decidido compromiso" en la lucha contra el terrorismo.
En la cena de gala ofrecida en honor del mandatario mexicano en el Palacio Real de Madrid, el rey Juan Carlos remarcó en su mensaje el interés que despertó aquí la presencia de Fox Quesada: "Confío, señor Presidente, en que sepamos elegir y poner en práctica los medios necesarios para erradicar en el plano internacional la lacra terrorista... Sé que México está decidido a asumir las responsabilidades internacionales que por su peso político, económico y diplomático le corresponden".
El fantasma de la ETA, quiérase que no, rondó entonces entre los muros de los salones de la realeza española. Y todavía más cuando de la sugerencia el monarca pasó al recordatorio del futuro compromiso: "deseo felicitar a vuestra excelencia por la elección de su país como miembro del Consejo de Seguridad (de la ONU) para el bienio 2002-2003. Es en estos momentos de incertidumbre que atravesamos cuando en un puesto de tal responsabilidad resulta especialmente valiosa la presencia de una diplomacia con tanta tradición y, a la vez, tan dispuesta a recorrer las nuevas sendas por las que transitan las relaciones internacionales".
Fueron estas palabras colofón a una larga jornada en la que el propio Fox Quesada provocó que el tema del terrorismo dominara en el comienzo de su visita de Estado de dos días a España, y que pasara a segundo plano, inevitablemente, el asunto de la promoción de México como el país que "ofrece las mejores condiciones para la inversión en el mundo".
Después de que desde muy temprano dijera que su gobierno "está a las órdenes de España en la lucha contra los terroristas de la ETA", ya no se pudo sustraer del caso, y los mensajes en la alcaldía madrileña, ante empresarios, en el Senado y en la cena de gala sobre la situación de México se convirtieron en un rosario de buenos deseos... de lo que se quiere, pero que todavía no llega.
Como marca el protocolo
El Presidente de México y su esposa, Martha Sahagún, llegaron a Madrid desde el pasado sábado. Prácticamente todo el fin de semana permanecieron en la casa de descanso del presidente del gobierno español, José María Aznar, en la ciudad de Toledo, a unos 70 kilómetros de esta capital.
La visita oficial de Estado empezó, propiamente, este lunes. Y como marca el protocolo español, correspondió al rey Juan Carlos y su esposa, la reina Sofía, dar la ceremonia de bienvenida a los visitantes.
Fue en el Palacio Real de El Pardo, que el gobierno español destina para hospedar a los jefes de Estado visitantes, donde tuvo lugar el acto que se distingue en tres momentos solemnes: entonación de los himnos nacionales, revista a la guardia de honor y presentación de comitivas.
El protocolo aquí siguió en el ayuntamiento de Madrid, donde el alcalde José María Alvarez del Manzano entregó al mandatario mexicano la "llave de oro" de la ciudad.
Y desde ese momento empezó Fox Quesada la presentación del México que quiere, de los acuerdos y reformas que, en el mejor de sus escenarios, están por venir, pero que al final de cuentas y aunque sea sólo en discurso representan el atractivo para sus distintos auditorios.
En la alcaldía madrileña el punto que escogió para destacar fue el Acuerdo Político para el Desarrollo Nacional, que la semana pasada firmó con los ocho partidos políticos con representación en el Congreso de la Unión. Y dio por hecho que se trata de un "gran acuerdo que servirá de base para encontrar la convergencia en las ideas y encontrar la definición de nuestro proyecto nacional..."
Ya el Presidente iba acompañado por un numeroso séquito, diría el protocolo español, de secretarios de Estado, subsecretarios y empresarios que lo asistirían a lo largo de todo el día.
Después de su paso por la alcaldía y de almorzar con los reyes en el Palacio de la Zarzuela, por la tarde Fox Quesada y sus acompañantes tuvieron un encuentro con representantes de la banca y empresarios españoles; además, el jefe del Ejecutivo fue invitado especial a la clausura del encuentro empresarial hispano-mexicano.
Y si en la alcaldía fue breve, con los empresarios Fox se explayó en la presentación de nuestro país, que "le apuesta con firmeza y seguridad a la globalización, con la fortaleza que le brinda su exitoso proceso democrático".
Comenzó el listado de los atractivos nacionales: estamos convirtiendo a México en un eje para la producción global y el intercambio comercial; ofrecemos a las grandes empresas del mundo "competitividad, calidad y excelencia"; conducción responsable de la economía, "que nos ha permitido amortiguar los efectos negativos de las turbulencias que afectan muchas de las economías emergentes"; la moneda mexicana está fuerte; las tasas de interés reales se encuentran en los niveles internacionales, y las tasas de inflación se "acercan rápidamente a las de nuestros principales socios comerciales".
Agregó: empezó una "fuerte desregulación" y "muy pronto en México se van a poder emprender negocios en menos de diez horas... no más trámites, no más burocratismo... no más lentitud"; hemos mejorado "nuestra eficiencia y eficacia como gobierno"; estamos construyendo una infraestructura en comunicaciones, carreteras, ferrocarriles, puertos, aeropuertos, telecomunicaciones... particularmente "en el sur-sureste", donde "existen grandes oportunidades de inversión".
Y finalmente el anuncio de las "grandes reformas estructurales", con la confianza de que "muy pronto veremos aprobadas las reformas hacendaria, energética, laboral y de telecomunicaciones". Todo por venir.
Más tarde, en el Palacio del Senado, Fox Quesada señaló que la convivencia democrática en México a partir de 2 de julio ha permitido que los poderes Ejecutivo y Legislativo hayan alcanzado "logros importantes en la agenda nacional", como la ley indígena, a la que por otra parte y en otros foros está llamando a revisar. Asimismo, dijo, se siguen dando pasos hacia la reforma del Estado, e insistió en que al acuerdo político que firmó con los partidos nacionales permitirá alcanzar "un objetivo común: el desarrollo pleno de nuestra sociedad.
"Somos ya la economía más grande de América Latina; la décima a nivel mundial, ¡y la octava potencia exportadora del planeta!", enfatizó el titular del Ejecutivo mexicano.
De toda aquella explicación de Fox, invadida por el mensaje reiterado de combatir al terrorismo, al final poco fue lo que quedó.
Porque ofreció todo... reformas económicas, acuerdos políticos, infraestructura, marcos legales y administrativos. En fin, todo... lo que aún está por venir.
El llamado a hacer negocios en México y expander los mercados nacionales ?que para eso, en síntesis, se programó la gira? se vio opacado por la decisión de ponerse a las órdenes de España "en el combate a los terroristas de ETA".
Y aquí, según lo dicho por el rey Juan Carlos, se lo tomaron muy en serio.
Madrid, 15 de octubre. En medio del glamur y la solemnidad de la realeza, el presidente Vicente Fox Quesada lució unas botas vaqueras de charol... "¡las primeras que se fabrican en el mundo!", festejó.
Ante la cena de gala que el rey Juan Carlos y la reina Sofía ofrecieron al mandatario mexicano, su esposa Martha Sahagún y comitiva que los acompaña en esta gira, Fox había anunciado desde temprano la novedad en su vestir.
"Me preparé para esta noche. Como la cena que nos ofrece el rey es de riguroso frac y ahí hay que llevar zapatos de charol, pues yo voy a llevar mis botas vaqueras... de charol, ¡las primeras que se fabrican en el mundo! Porque jamás un vaquero mexicano o tejano había usado botas de charol. Hoy nos las vamos a poner para esta cena que nos ofrece el rey, al que por cierto le agradezco mucho la invitación", anticipó el Presidente en una entrevista radiofónica que por la mañana ofreció a la cadena madrileña Onda Cero.
Y Fox cumplió. Ataviado con frac de gala y chaleco gris perlado, llegó al Palacio Real de Madrid luciendo sus botas de charol.
Unicas en el mundo, diría, para presumirlas en el Salón del Trono, donde fue recibido por la familia real en pleno: Juan Carlos y Sofía, sus hijos Felipe, el príncipe heredero y las infantas Elena y Cristina, con sus respectivos esposos, los duques de Lugo y Palma de Mallorca.
Lo demás de la cena fue privado. Los medios españoles y mexicanos únicamente pudieron ver el momento de la recepción y el largo desfilar del séquito del anfitrión, y el invitado rindiendo la protocolaria reverencia al trono español y sus representantes.
Por México lucieron etiqueta Luis Ernesto Derbez, Jorge Castañeda, Francisco Ortiz, Reyes Tamez, Leticia Navarro, el general Armando Tamayo, todos del gabinete presidencial. También los empresarios Carlos Slim, Lorenzo Zambrano, Claudio X. González, Federico Sada, Alejandro Burillo Azcárraga, Valentín Diez Morodo, Rómulo O'Farrill y Ricardo Guajardo Touché. Y entre ellos, la presencia del rector Juan Ramón de la Fuente, quien de último momento se sumó a la delegación para asistir este martes a la sesión de la Real Academia de la Lengua Española, que se celebrará en Valladolid.
JUAN MANUEL VENEGAS, ENVIADO