MARTES Ť 16 Ť OCTUBRE Ť 2001

EL ATAQUE

Ť Washington empleará la fuerza militar si es necesario, advierte el Departamento de Estado

Guerrillas y paramilitares de Colombia, en la mira antiterrorista de EU

Ť En la "triple frontera" han existido grupos islámicos extremistas, insiste alto funcionario

AFP Y REUTERS

Washington, 15 de octubre. Como el terrorismo es una amenaza, ya "sea en los Andes o en cualquier parte del mundo", Estados Unidos utilizará los instrumentos que sean necesarios, incluyendo la fuerza militar, contra las organizaciones "terroristas" que operan en América Latina, así como en la triple frontera, como se denomina la zona fronteriza entre Brasil, Argentina y Paraguay.

"Nuestra estrategia en este hemisferio es similar a la aplicada en todo el mundo, y considera el uso de todos los elementos de nuestro poder nacional, así como los de los poderes nacionales de todos los países de la región", dijo Francis Taylor, coordinador de la oficina antiterrorismo del Departamento de Estado.

Aunque fuentes del Departamento de Estado habían dicho a La Jornada que los enemigos inmediatos son organizaciones que operan a nivel mundial, señalaron que de todas maneras los grupos armados de Colombia y Perú están en la mira de la campaña antiterrorismo.

Y según reportaron los corresponsales Jim Cason y David Brooks, hay presiones dentro y fuera de Estados Unidos que buscan integrar a los grupos armados latinoamericanos en la lista de enemigos en esta fase de la guerra.

Preocupación

"Estamos muy preocupados por los extremistas que están operando en el área de la triple frontera y queremos trabajar con esos gobiernos para identificar a esos individuos y acabar con sus actividades", dijo hoy Francis Taylor a periodistas en la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA).

En la triple frontera vive una importante comunidad árabe, dedicada principalmente al comercio, pero según Taylor han existido ahí "organizaciones islámicas extremistas" dedicadas a todo tipo de actividades criminales. Luego de los atentados, la zona -ubicada en territorio paraguayo- fue virtualmente militarizada.

En la campaña lanzada por el presidente George W. Bush tras los ataques en Nueva York y Washington, se usarán "todos los elementos" de que dispone Estados Unidos, incluyendo, "donde sea apropiado, como estamos haciendo en Afganistán, el uso de la fueza militar", precisó el alto funcionario.

Estos elementos son la cooperación policial, el intercambio de información de inteligencia y el uso de las herramientas financieras que tienen el Tesoro de Estados Unidos y los demás gobiernos "para identificar y poner fin a las redes de financiamiento que usan estos criminales", agregó.

Taylor habló con la prensa después de informar a puertas cerradas sobre el desarrollo de la campaña antiterrorista en una reunión del Comité Interamericano contra el Terrorismo (Citec), que comenzó hoy su primer periodo extraordinario de sesiones por mandato de la asamblea de cancilleres, que se reunió el 21 de septiembre.

Al inaugurar los trabajos de ese comité, el secretario general de la OEA, César Gaviria, afirmó que los actos terroristas representan "el más grave desafío a la seguridad colectiva que nos haya correspondido vivir desde que surgieron las instituciones americanas bajo las cuales hoy nos convocamos".

Interrogado sobre si la campaña de Washington incluye como blanco a las guerrillas izquierdistas y los paramilitares de la derecha colombianos, Taylor respondió afirmativamente.

La lista de 28 organizaciones "terroristas" del Departamento de Estado incluye, junto a grupos militantes islámicos, a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y al Ejército de Liberación Nacional, los dos principales grupos guerrilleros colombianos.

Aún figura en la lista el casi desarticulado grupo guerrillero maoísta peruano Sendero Luminoso, y recientemente fue incluido el grupo paramilitar de ultraderecha Autodefensas Unidas de Colombia.

"Los grupos que están en nuestra lista son terroristas y están sujetos a esta campaña en contra", dijo Taylor, quien añadió que "el terrorismo es una amenaza para todos los países, sea en los Andes o en otras partes del mundo."

El funcionario declinó explicar si la campaña antiterrorista conducirá a aumentar la asistencia militar al gobierno colombiano, y tampoco aceptó entrar en detalles sobre qué diferencia establece Estados Unidos entre las operaciones antiterrorismo y las de antinsurgencia, en las que Washington ha prometido nobush italy_ttg inmiscuirse en Colombia.

La semana pasada, en una audiencia en una comisión del Congreso, Taylor dijo que su oficina está diseñando una estrategia antiterrorista para Colombia y otros países andinos, que complementará el Plan Colombia ampliado para la subregión. Según informes periodísticos, Estados Unidos planea destinar de inmediato unos 58 millones de dólares para combatir el terrorismo en Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela.

Taylor afirmó entonces que "el grupo terrorista más peligroso" en el continente son las FARC colombianas, que han asesinado a 13 estadunidenses desde 1980.

En esa misma audiencia, el legislador republicano Cass Ballenger acusó a las FARC de usar la zona de despeje militar -donde se desarrollan las negociacones de paz- para entrenar y "ocultar terroristas, y aseguró que quien conoce América Latina sabe que hay dos verdades básicas de la vida: narcotráfico y terrorismo".

Las palabras de Taylor provocaron hoy preocupación en Colombia, donde los gobernadores de cuatro departamentos sureños expresaron su rechazo a una posible intervención militar extranjera en el país.

"Rechazamos una posible intervención extranjera no sólo por razones de soberanía, sino porque ello traería inconvenientes al proceso de paz con las guerrillas", dijo a los periodistas el gobernador del departamento de Tolima, Guillermo Jaramillo.

"Cualquier asistencia estadunidense para combatir el terrorismo en Colombia debería ser una colaboración respetuosa de países amigos y enfocarse hacia la ayuda económica y comercial, que es la que realmente necesitamos", añadió.

Según Jaramillo, esa postura es compartida por los gobernadores de los departamentos de Cauca, Nariño y Putumayo, grandes productores de cocaína y amapola y donde operan rebeldes y paramilitares. "Los problemas de los colombianos los solucionamos los colombianos", concluyó.