CIUDAD PERDIDA
Miguel Angel Velázquez
Ť Sorpresiva interpelación a Creel
Ť Los tragos amargos de Cerisola
"¡UN MOMENTO, señor secretario!" Las voces de representantes del Distrito Federal cortaron la salida del secretario de Gobernación, Santiago Creel, que en aquel momento daba por terminada la reunión.
FUERON UNOS instantes de desconcierto; Creel miró a Pedro Cerisola, el secretario de Comunicaciones, y éste le devolvió el gesto con asombro. En la agenda preparada, ideada por ellos, no estaba marcada ninguna intervención de quienes exigían que se tomaran en cuenta los estudios realizados para la construcción del nuevo aeropuerto para la ciudad de México. Querían que las autoridades federales supieran, cuando menos, que había bases técnicas importantes que demostraban la imposibilidad de construir el puerto aéreo en Texcoco, pero lo más importante es que esos datos lograron convencer a todos los actores de la política en la ciudad, y que estaban allí para demostrarlo.
Y SI los habían convencido a todos, ¿por qué no podrían convencerlos a ellos también? La reunión era curiosa: los representantes provenían de fuerzas políticas muy diferentes, disímbolas y, cuando menos esta vez, despojadas de todo interés, limpias de corruptelas o de provechos inconfesables.
ESE FUE el valor real de la reunión, que Armando Quintero, el coordinador de la fracción perredista en la Asamblea Legislativa del DF, hizo resaltar. En el consenso no habían intervenido las formas usuales ni menos aún los réditos políticos o económicos por los que antes se movían las decisiones, apuntaló después Carlos Imaz.
MAS TARDE, al finalizar el encuentro, el secretario de Comunicaciones, Pedro Cerisola, se acercó a Imaz para reclamarle, y le dijo, más o menos:
-Oye, yo no tengo ningún interés particular en este asunto.
Y Carlos le respondió:
-Entonces no te pongas sacos que no te corresponden; yo no dije nombres.
MARIA DE los Angeles Moreno, presidenta en turno de la Comisión de Gobierno de la ALDF, el propio secretario de Gobernación y algún otro testigo, casi soltaron la carcajada; Cerisola dio media vuelta y se alejó del grupo.
ERA EL segundo trago amargo de ese funcionario la tarde del martes; el primero lo había pasado durante la reunión formal, cuando María de los Angeles Moreno le exigió que diera respuesta a los planteamientos que llevaban.
"VENIMOS POR una respuesta técnica y política", le dijo la priísta con la molestia causada por la evidente falta de interés. Le exigía respuestas porque Cerisola había dicho minutos antes que ya se habían revisado las dos opciones, y si eso era cierto, la decisión estaba tomada. "No queremos enterarnos por los medios del desenlace", recalcó María de los Angeles Moreno con tono duro.
EL SECRETARIO de Gobierno, José Agustín Ortiz Pinchetti, fue el primero en hablar y fue claro; dijo a los funcionarios federales que no estaban allí para dar opiniones y exigió que de una vez por todas se diera a conocer el fallo final.
A LAS acotaciones hechas por César Buenrostro, secretario de Obras del gobierno de la ciudad, que hacía ver que no corría prisa la decisión, porque las condiciones de la aviación comercial habían cambiado diametralmente en los últimos días, se unió una nueva propuesta: agrandar el aeropuerto actual con otra pista y de esa forma hacerlo funcional para los próximos 20 o 30 años.
EN FIN, los funcionarios federales tuvieron que escuchar las posturas de cada representante capitalino, incluso la de José Luis Luege, presidente del PAN-DF, quien advirtió que Texcoco no es la mejor opción, pero que ese lugar no se quedaría sin inversiones, porque el "plan lago" tendría que ser el blanco de muchas de ellas.
HOY SE dice que la Secretaría de Comunicaciones evitará caer en supuestos de corrupción y dejará a una instancia internacional el juicio final sobre un aeropuerto que hoy más que nunca deberá construirse, porque otro desgaste de este tipo no deberá darse.
El cobro de Elton
HOY NO se sabe mucho más de esto, pero a su tiempo, si es como se dice, le verdad saldrá a flote. ¡Cuidado!